China busca la manera de comenzar nuevamente a crecer. Pero la pregunta más apremiante ahora parece ser cómo hacer frente a la cuestión de la contaminación. En los años de crecimiento a cualquier costo, China ha descuidado demasiado su patrimonio natural.
El lunes pasado, Xi Jinping, en Wuhan, capital de la región de Hubei, demostró la voluntad de la nueva administración para optimizar el crecimiento de China, subrayando la necesidad de lograr un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente.
"No se puede copiar el modelo de modernización de los países desarrollados, porque la tierra no tiene suficientes recursos para apoyarla. Tenemos que tomar nuestro propio camino y hacer nuestra contribución a la humanidad ", dijo el presidente en Wuhan.
De acuerdo con varios altos funcionarios citados por el Global Times el coste de la urbanización es demasiado alto y la clave para salir de ella es reducir el consumo de energía que se necesita para hacer crecer el PIB.
Según el sitio web del Diario del Pueblo, un aumento de un punto porcentual de la urbanización en China consume el equivalente a 80 millones de toneladas de carbón. Así que ya en 2020 – cuando, si todo va según lo previsto, el 60 por ciento del país será urbanizado – China va a quemar aproximadamente 5,5 mil millones de toneladas de carbón al año.
Una cantidad imposible de obtener valiendose solamente de los recursos del país. Según diversos analistas China ha llegado a un punto crítico. El actual modelo es altamente ineficiente y la nueva administración trata de mover las palancas del desarrollo de proyectos de infraestructura y bienes raíces en base del consumo interno.
Debe leerse en este sentido también la resolución publicada ayer en la que se establece la detención de la construcción de edificios públicos por cinco años. Por lo tanto, hay un cambio. Y si la voluntad política no es precisamente la protección del medio ambiente se va por lo menos en esa dirección.
El gobierno obligará a las fábricas que publiquen sus normas ambientales y también se ha establecido la meta de reducir la intensidad de las emisiones en los sectores clave en un 30 por ciento a finales de 2017.
Sin embargo, estas iniciativas se han encontrado con la resistencia de muchos funcionarios, especialmente los locales, que están inmersos en una cultura que premia sólo el desempeño económico. Pero el ministro de Medio Ambiente Zhou Shengxian explicó la necesidad de un cambio, "si el crecimiento convierte a las personas sanas en personas enfermas, esto es una parodia del desarrollo. Tenemos que reducir la velocidad de la tasa actual de crecimiento."
Un estudio reciente ha demostrado que la contaminación de algunas regiones de China es tan grande que se ha reducido la esperanza de vida de más de cinco años en azonas del Norte del país. Xi Jinping en junio señaló que las acciones de los funcionarios ya no serán juzgados únicamente sobre la base del crecimiento del PIB, sino que también estará relacionada con sus logros profesionales en el campo de la protección del medio ambiente.
En los últimos años, el Ministerio de Protección Ambiental de China ha medido el "PIB verde", un indicador alternativo de crecimiento económico que refleja los costos de la contaminación. Aunque muchas veces los resultados no se han hecho públicos.
El último estudio muestra que el desempeño del ministerio no era alentador. Se demostró que el costo de la contaminación era de250 000 millones dólares en 2010, lo que equivale al 3,5 por ciento del PIB de ese año.
El Banco Mundial ha calculado el costo total de toda la contaminación y el agotamiento de recursos en China en el 9 por ciento de la renta nacional bruta en 2009. Greenpeace ha estimado que sólo el costo de la contaminación de carbón equivalente a 7,1 por ciento del PIB del país en 2007.
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