Miguel Ángel Petrecca llegó a Beijing con una beca del gobierno chino para profundizar sus estudios de la lengua. Al cabo de un año compiló una antología de poetas chinos que él mismo tradujo. El volumen, publicado en Buenos Aires, fue reeditado en Chile y espera su reedición en Argentina.
En el camino inverso de muchos poetas, que llegan a sus propias producciones luego de años de traducciones, Miguel Ángel Petrecca publicó su primera traducción después de sus dos primeros libros de poesía: El gran furcio y El Maldonado. Ese libro es el reconocido Un país mental una antología de 100 poemas chinos de autores contemporáneos que después de ser editado en Buenos Aires levantó una ola de entusiasmo por la poesía china y espera su reedición.
En 2008 obtuvo una beca del gobierno chino para profundizar sus estudios de la lengua en Beijing. En un año compiló y tradujo los cien autores que conforman el libro.
¿Cómo comenzó su interés por China?
Empezó a través de la poesía, a través del interés en la poesía Tang, que a su vez me llegó por lecturas de los poetas norteamericanos Ezra Pound y Kenneth Rexroth, entre otros. El origen fue un intento de traducir la poesía de Tu Fu, en un momento en que todavía no había estudiado ni pensado en estudiar chino.
Con unos amigos nos juntamos a tratar de descrifrar ideogramas y traducir versos, sin demasiado éxito. Tiempo después, en cierta forma como deriva un poco tardía de esta experiencia, comencé a estudiar formalmente.
¿Cuáles fueron sus primeras impresiones cuando llegó a China?
Llegué a Pekín, que fue una ciudad me desconcertó bastante al principio, tal vez que porque de entrada a uno le sorprende encontrarse con una ciudad tan occidentalizada. Todo el mundo te dice: "¡Debe ser tan diferente! Debe ser un shock permanente" Y uno también lo piensa, antes de viajar, y tal vez porque se espera ir al encuentro de esa diferencia, lo que se percibe de entrada, con cierta decepción, es lo "igual". O sea que hay shock, pero este primer shok no lo causa la diferencia, sino su ausencia. Este primer shock, que es muy silencioso, que pasa desapercibido casi para nosotros mismos, tiene que ver con encontrar lo "igual" en lugar de lo "diferente" que esperábamos.
¿Cómo eligió los poemas que iba a traducir para su antología?
Creo que simplemente me fui encontrando con poemas y poetas, un poema llevaba a otro poema y también un poeta a otro. Cuando encontraba un poeta que me gustaba, buscaba más poemas, y así de alguna manera iba navegando y descubriendo.
Fue un proceso largo, que incluyó poner y luego sacar poemas o poetas, algunos tal vez aparezcan en una reedición ampliada que estoy planeando.
¿Qué adiciones y modificaciones tendrá la reedición de Un País Mental?
La idea es ir ampliándola para adelante (poetas más jóvenes) y para atrás (poetas del período republicano, de la primera mitad de siglo). Lo ideal sería convertirla en una antología móvil, que vaya mutando con el tiempo.
¿Por qué se decidió por autores contemporáneos?
Creo que es porque hay ya bastante sobre la poesía antigua, por ejemplo sobre la poesía Tang y Song. Esta poesía me encanta y también traduje algunas cosas y me gustaría traducir más y mejor en el futuro, pero la poesía contemporánea es un terreno más virgen, más inexplorado, y eso hace que sea una aventura. Está bueno que haya algo de aventura en la traducción.
¿Cuánto tiempo te llevó compilar los autores que forman el volumen?
El trabajo comenzó alrededor de 2007, es decir, ahí comencé a leer poesía china contemporánea, sin todavía pensar específicamente en una antología. La idea surgió un poco después, más o menos por la época en que fui a China por primera vez, a mediados del 2008, con una beca del gobierno chino. Ahí también pude conocer en persona a varios de los que había empezado a leer y traducir, y a otros que no conocía. Así que el libro, de alguna manera, es el resultado de un proceso que va de 2007 hasta 2011.
¿Cuáles fueron las principales dificultades a la hora de traducir el libro?
Las dificultades a la hora de traducir los poemas fueron varias, desde la traducción para un término específico local, la traducción de los "chengyu", es decir, las frases hechas de cuatro caracteres, el tema de los nombres (que implica elegir entre el significado o el sonido en la traducción), o la sintaxis que es tan diferente y que a veces obliga a reformular la frase en castellano.
Ahora estoy terminando de corregir la traducción de una selección de ficción china contemporánea, que va a salir en breve: ahí aparecieron también otros problemas, porque en la prosa hay un mayor uso de los dialectos y del lenguaje coloquial.
¿Cómo optó por hacer una traducción al castellano rioplatense?
Diferenciaría entre el rioplatense literario y el rioplatense oral. El rioplatense literario, en general, es muy diferente del rioplatense oral (salvo en algunas versiones más extremas), aunque coincide en el uso del voseo y ciertas opciones léxicas (aunque también hay variantes de rioplatense literario con "tú", que pueden verse en varios poetas y traductores argentinos: podrían formar parte de un "riplatense literario alto"). La antología está traducida a una forma de castellano riplatense literario medio.
En realidad, no me lo plantée, para mí era la opción natural. Cuando el libro se reeditó en Chile, le sacaron el voseo. Para mí aún así sigue siendo rioplatense, sólo que sin voseo.
Un país mental, la antología traducida y compilada
por Miguel Ángel Petrecca, editada por Gog y Madog.
¿Podría hablarnos de su taller de poesía china? ¿Cuáles fueron los resultados?
Fue un taller que se hizo en el marco de un proyecto que teníamos con varios amigos, que era una escuela de poesía: EMBALSE. La escuela estaba basada sobre el modelo imaginario de la Black Mountain College, y tenía varios talleres que giraban en torno a la poesía: un taller de métrica, un taller de lectura de Ezra Pound, un taller de escritura y también este taller de poesía china. Fue una experiencia muy buena para mí, porque aprendí un montón haciéndolo y porque creo que se logró lo principal, que era tratar de transmitir la fascinación y la energía que proyectan la escritura china y su poesía.
La idea era ir a los textos directamente, y a pesar de que la mayoría de los que participaban en el taller no estudiaban chino, se pudo hacer, a través de un a traducción caracter x caracter. Con eso, y con una puesta en contexto del poema, los tallereantes se lanzaban a hacer sus propias traducciones.
El cine chino se está exportando cada vez más, ¿cuál es la situación de su literatura?
En cada lugar es diferente. En Francia, donde estoy ahora, está muy desarrollado desde hace años, y tiene un público lector importante. En el ámbito del castellano todavía está en una etapa muy incipiente. Incluso en España, que es donde hay más traducción y publicación de literatura china, se traduce poco y desde una posición un poco de dependencia con respecto al mundo anglófono.
Es decir, se traduce muchas veces lo que antes ha tenido éxito en una versión inglesa, y en algunos casos incluso son traducciones indirectas (cada vez menos). Pienso que la política cultural China tampoco ayuda mucho, ya que casi no hay subsidios ni apoyos a la publicación como en otros países. Lentamente, sin embargo, comienza a haber un cambio, pero es un proceso lento. Mucho va a depender de los traductores, que no sólo tienen que traducir sino que tienen que estar como de pasaje entre un lado y otro, tratando de buscar y traer lo mejor de lo que se está escribiendo.
Actualmente está viviendo en Francia, ¿a cambiado su visión de China y su poesía desde esta nueva perspectiva?
Acá estoy haciendo un master en estudios chinos en el INALCO, que es uno de los institutos más antiguos en el campo de los estudios chinos, y eso me abre la visión en muchos aspectos de la historia y la literatura china. No estudio poesía china contemporánea en las clases, pero de alguna manera esta ampliación de la visión también ayuda a aumentar la comprensión y la lectura de la poesía actual.
¿Podría recomendarnos algunos poetas chinos?
Me gustan mucho Xiao Kaiyu, Xi Chuan y Yu Jian. De la época republicana, mi favorito es Lu Xun, con sus poemas en prosa.
Puedes conocer más sobre Miguel Ángel Petrecca en su blog personal.
También puedes leer:
– "La censura no es la única dificultad para hacer periodismo en China": Isolda Morillo, periodista peruana
–"Creo en el poder infinito de los accesorios para complementar y realzar una imagen": Sofía Llanos, diseñadora colombiana
–“América Latina tiene mucho para darle a China”: Liz Vargas, promotora cultural panameña
–"Los próximos idiomas son el español y el chino”: Francesca Hanshing Urra, consultora chilena
– “Los chinos bailan como robots”: Gilberto Romero, cantante de salsa venezolano
– Voz Latina: Laura Olivera, de China para el mundo