Una pintura al óleo del artista contemporáneo chino Zeng Fanzhi se vendió el sábado por 23.3 millones de dólares en una subasta de Sotheby´s en Hong Kong. La obra, titulada “La última cena” (2001) y adquirida por un comprador anónimo, estableció un nuevo récord para una obra de arte contemporáneo asiática.
El precio estimado antes de la subasta era de 10 millones de dólares. Por eso, cuando alcanzó la suma de 23 millones Nick Simunovic, director general de la Galería Gagosian –representante de Zeng-, afirmó: “ese precio me dejó sin palabras. Me preguntaba si el mercado podría absorber tanto material de tan alta calidad, pero claramente es capaz”, según reporta el China Real Time Report.
La obra, vendida por los coleccionistas suizos Guy y Mariam Ullens, batió el récord asiático establecido en 2008 por el artista japonés Takashi Murakami. “Mi vaquero solitario”, una escultura fabricada en 2001, había sido vendida por 15.1 millones de dólares, también en una subasta de Sotheby´s en la ciudad de Nueva York.
Sotheby´s es una multinacional británica con sedes en Manhattan y Londres. Es la cuarta casa de subastas más antigua del mundo –abierta en 1744-, y actualmente tiene oficinas en 40 países. Sotheby´s Hong Kong fue inaugurada en 1973, y la subasta de este año se realizó con el fin de conmemorar los cuarenta años de existencia en Asia. Según China Real Time esta subasta recaudó en total algo más de 145 millones de dólares.
Anteriormente el récord en ventas de un artista contemporáneo chino correspondía a Zhang Xiaogang, quien en 2011 vendió un tríptico titulado “Amor que dura para siempre” por 9.8 millones de dólares, también en una subasta de Sotheby´s Hong Kong. Evelyn Lin, directora de arte contemporáneo asiático de la multinacional, declaró en su momento que “Amor que dura para siempre es una obra monumental con la calidad para exhibirse en un museo, y hace parte de un período definitivo de la vanguardia china".
Por su parte, “La última cena” hace referencia al mural de 1497 de Leonardo Da Vinci que lleva el mismo nombre. En el trabajo de Zeng todos los personajes llevan máscaras que muestran la “relación entre las personas y la falsa naturaleza de muchas de estas relaciones”, según comenta el crítico de arte Li Xianting en un artículo titulado Zeng Fanzhi.
La obra mide cuatro metros de largo y 2.2 metros de alto, y allí se muestra a Cristo y a los 12 apóstoles llevando máscaras y vestidos con uniformes de jóvenes comunistas sentados en una mesa compartiendo trozos de sandía. El único que lleva un atuendo diferente es Judas, pues en vez del uniforme socialista viste camisa y corbata de corte occidental, lo que representa “el cambio de China hacia el capitalismo”, según afirmó Evelyn Lin a la cadena CNN.
Lin también comentó que si bien en el 2012 se vivió un bajón importante en las ventas de arte contemporáneo en Asia, “los resultados de esta semana muestran que el mercado está saludable”. El año anterior la casa de subastas facturó 1.3 billones de dólares en ventas de arte contemporáneo, casi 500 millones más que en 2010. Sin embargo en mayo de este año se vendieron 293.6 millones de dólares en sólo dos horas en una subasta en Nueva York.
“El mercado va a explotar, ahora hay muchos más compradores que en años anteriores. Es impresionante”, comentó Pascal Sarthe –comerciante de arte establecido en Hong Kong- al China Real Time Report.
A finales de septiembre la casa de subastas Christie´s realizó la primera subasta en China continental sin intermediación alguna del gobierno. Generalmente los compradores chinos adquieren obras de sus conciudadanos, sin embargo esta vez se vendieron tres obras de artistas occidentales.
“Homme assis”, una obra surrealista de Pablo Picasso –conocido como el rey de las subastas alrededor del mundo- fue vendida por 1.9 millones de dólares, 900 mil dólares más de lo inicialmente calculado. Por su parte una escultura móvil de Alexandre Calder, titulada “Negro: 2-2-6”, fue vendida por 1.5 millones de dólares. Mientras que la obra “Diamond Dust Shoes” de Andy Warhol alcanzó los 784,146 dólares. El mercado del arte en China se consolida como uno de los más importantes a nivel mundial.
Las clases altas más altas de la sociedad buscan nuevas formas de inversión, y el arte parece ser un buen nicho para quienes desean invertir en objetos diferentes al oro o a la finca raíz.
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Crédito foto: The Australian