A Wen Jiabao le dicen de cariño “baobao”, como se le dice a los bebés o a las personas que tienen cara dulce y tierna. “Baobao” es la línea suave del gobierno chino; es el líder que sonríe, que acaricia y que abraza –algo extraño en la sociedad china- y que se opone al presidente Hu Jintao que pocas veces transmite simpatía-. Sin embargo, la cara Wen tomó un nuevo ángulo con un extenso informe publicado por el New York Times y que presenta la faceta de negociantes de sus familiares. El diario logró acceder a documentos fiscales que demuestran que los parientes de Wen tienen una fortuna valuada en unos 2.700 millones de dólares, amasada en 14 años, desde que Wen llegó al poder, como vicepremier en 1998.
El primer ministro se ha forjado una imagen pública de líder que vive, siente y entiende las necesidades del pueblo. Aún hoy se recuerda cómo el Primer Ministro chino fue de los primeros líderes que se desplazaron hasta las zonas afectadas por el terremoto de Sichuan en 2008. En ese momento su imagen se catapultó como uno de los pocos líderes que entendían a la sociedad china y que le gustaba departir con ellos.
En sus giras –incluso aquellas internacionales- Wen se puede ver jugando baseball, pintando con los niños, hablando con los ancianos o felicitando a un deportista. Hasta el punto de ser considerado por algunos como un “populista”, que se puede permitir el hecho de solicitar públicamente liberalización dentro del gobierno, democracia o reformas judiciales –o estratégicamente el Partido se lo ha permitido para mostrar una faceta conciliatoria-.
El artículo del Times fue tan punzante que rápidamente bloquearon el acceso a la página del diario norteamericano. El artículo fue publicado a las 4:34 de la mañana. En ese momento la búsqueda en Weibo daba 185.000 resultados. Pocas horas más tarde, fueron completamente bloqueados. Y no sólo ese trending topic fue “armonizado”. Las palabras "abuelo Wen, mejor actor o 2700 millones" dan error también y presentan el tradicional mensaje: “los resultados no son presentados de acuerdo a la leyes, regulaciones y políticas pertinentes”.
Algo similar había ocurrido antes cuando Bloomberg publicó su investigación frente a la fortuna de Xi Jinping, posible futuro presidente. Muy similar a este nuevo reporte, la agencia económica rastreó las actividades de las hermanas de Xi y sus esposos. Pero la agencia fue bloqueada temporalmente en China y los resultados fueron igualmente “armonizados”.
El poder, mi familia y yo
La delgada línea entre gobierno y empresa en China es bien conocida. Hace algunos meses la caída del líder político Bo Xilai fue el más claro ejemplo, cuando después del escándalo comenzaron a relucir la fortuna de sus parientes. Lo mismo ocurrió con los demás miembros del Politburó, incluyendo al actual presidente Hu Jintao, cuyo hijo fue vinculado a un caso de corrupción por beneficiarse de un contrato nacional con el gobierno de Kenia.
Pero con Wen Jiabao la problemática se hace más evidente pues su cargo incluye un poder de decisión que afecta directamente ciertas políticas que benefician sectores en donde su familia ha invertido y florecido económicamente.
El diario neoyorquino afirma que, debido al hermetismo que se maneja en las esferas altas de poder en China, no es posible confirmar si Wen Jiabao tuvo una incidencia clara sobre las decisiones oficiales. Pero sí resalta algunos ejemplos en donde las decisiones gubernamentales beneficiaron a su familia.
Como es la historia de su hermano más joven, que se benefició con casi 30 millones de dólares por unos contratos de manejo de aguas residuales y desechos médicos de una gran ciudad –no mencionada por el diario-, justo después de que Wen anunció políticas más estrictas en esta área, en la época del brote de SARS en 2003.
Además, Wen contaría con información preferencial de empresas estatales y privadas. Toda empresa china que quiera enlistarse en bolsa debe tener la previa autorización de las agencias coordinadas por el primer ministro y si alguien conoce de antemano esta información, especialmente si se es empresario, puede lucrarse ampliamente.
El Partido Comunista solicita a sus miembros presentar su patrimonio y la de sus familiares cercanos. Pero no hay reglas que les prohíba entrar en negocios o ser intermediarios. De hecho, precisa el diario, el que las élites políticas y su familia sean grandes negociantes e inversionistas es visto por algunos empresarios chinos como algo positivo, pues ha sido el catalizador para que el gobierno apruebe políticas de apertura económica orientadas al mercado.
Al revisar los documentos públicos, el Times se encontró con que la familia intencionalmente había buscado las mejores formas de no salir registrados en las grandes transacciones o ser enlistados como socios. Hay documentos en donde se debe rastrear la cadena hasta cinco empresas atrás para poder llegar al verdadero origen del capital inversor.
Esposa brillante
Zhang Beili, esposa de Wen, es llamada “Reina de diamantes”, por su experiencia en piedras preciosas y su trabajo como gemóloga y promotora de la industria joyera de China. Su experiencia le sirvió para llevarla a la dirección de la compañía estatal Corporación china de minerales y joyas, de donde desvió fondos para invertir en empresas privadas.
Wen fue citado por un conocido en un cable de Wikileaks diciendo que se sentía “disgustado con las actividades de su familia, pero no podía o no quería frenarlos”. En el cable se menciona también que Wen había pensado divorciar a su esposa por sus actividades comerciales. Pero aún no lo ha hecho y al contrario, sus relaciones le han servido a Zheng para tener el control absoluto de toda la industria de diamantes en China.
Por ella, han pasado las grandes decisiones de cuáles empresas están autorizadas para vender y trabajar diamantes en China, cómo se debe controlar el origen de las piedras y hasta los precios del mercado. Todo esto sin importar que tanto ella como sus hermanos y los de su esposo, son propietarios o inversionistas de las compañías líderes en el sector.
Y su único hijo, Winston Wen, también ha logrado beneficios con su apellido. Winston se comporta como los demás principitos de China, que no temen mostrar sus contactos y su esfera de influencia. Sus negocios se han comprobado extremamente rentables e incluso han sido vendidos a grandes magnates de Hong Kong. Varios millonarios chinos y hongkoneses han iniciado empresas con él, según el diario, para beneficiarse de la información preferencial de los Wen.
En la sociedad china las buenas relaciones y contactos son claves para ser exitoso en un negocio. De hecho hay un concepto en mandarín que lo explica: Guanxi. Las inversiones retornan aún más jugosas cuando hay una conexión directa con el Partido y el gobierno.
El Times afirma que el 80% de los activos de la fortuna se encuentran a nombre de la familia cercana de Wen. Pero la dimensión real de su patrimonio puede ser aún mayor pues los negocios se extienden a los amigos cercanos y compañeros de estudios de la esposa de Wen, de su hijo o de sus hermanos.
Wen Jiabao en sus discursos siempre ha exhortado a sus compañeros comunistas a ser claros y honestos en su comportamiento. “Ellos deben asegurarse estrictamente que sus miembros familiares, amigos y subordinados cercanos no abusen de la influencia en el gobierno” dijo en un reciente discurso en una reunión del Partido.
El premier era uno de los pocos miembros de la cúpula china que no habían sido manchados por los escándalos previos a la transición de poder, que comienza en menos de dos semanas y que ha revelado malentendidos al interno del Partido y cuando se espera total rectitud después de la monumental caída de Bo Xilai.
A puertas del XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista, la investigación de la fortuna de Wen podría ponerlo en grandes aprietos, afirmaron los analistas consultados por el Times. De hecho, algunos analistas han comentado, después de la publicación de este artículo, que el diario sirvió de marioneta a una facción del Partido, que busca empañar la imagen de una facción, como otros habrían hecho con Bloomberg en el caso de Xi. El mensaje parecería ser: o conciliación interna o guerra.
En varias ocasiones el Primer Ministro afirmó que nunca se benefició directamente de su posición, y en efecto, es posible que ni siquiera conozca la extensión del capital amasado por su familia.
Aún se recuerda el discurso de Wen durante el congreso nacional este año en el que abogó por la honestidad y el no abuso del poder –discurso que fue entendido como unas palabras contra Bo Xilai-. Pero su rectitud podría costarle su influencia política, no precisamente por sus acciones sino por las de su familia joyera, empresaria y sagaz.
Publicado en La Nación (Argentina)