Sobre la mesa hay montones de libros, entre ellos la última enciclopedia de la cultura china que acaba de publicar en Beijing y un libro de proverbios chinos traducidos por él. Está al frente de la computadora en la que se encontraba trabajando cuando nuestra llegada lo interrumpió.
-Usted parece trabajar todo el tiempo. Se encoje de hombros y recuerda uno de los mil proverbios chinos que tradujo y publicó en La Abeja Diligente, allá por el 2003: La práctica hace al maestro. Aunque aclara que no se considera un maestro. Tiene una humildad y tranquilidad confuciana.
Es miembro de la Congregación de los Hermanos de La Salle y dedicó toda su vida a la docencia. Una tarde soleada de los primeros meses de 1979 lo llamaron en su habitación en Trujillo. Quien le pasó la llamada le dijo “es alguien que tiene un acento raro”.
Era “alguien” de la Embajada de China y le pidió una cita. Guillermo pensó que los chinos de la embajada necesitarían que les ayudara a corregir alguna traducción o que diera alguna charla. Pero cuando acudió la cita lo esperaba una sorpresa. Cada vez que cuenta esta anécdota recuerda la tacita de té que tenía entre sus dedos. “En nombre del gobierno de mi país, queremos pedirle un servicio, que viaje usted a Nanjing donde queremos darle un puesto de profesor allí”, dijo el hombre que lo había recibido.
Fue entonces cuando la tacita de café empezó a temblarle y algunas gotas cayeron en la rojísima alfombra. Dice que la imagen que se tenía de China en ese momento en Latinoamérica era el de un país “peligroso, el gigante comunista”. Supo de inmediato que debía aceptar. Y esa misma tarde fue a pedir permiso a su superior quien le dio rápidamente la autorización y entonces se preparó. Pocas semanas después estaba en un avión Beijing.
[Crédito foto: http://www.chinatoday.mx/]
Al llegar, lo esperaba uno de los profesores que serían sus colegas en la universidad para acompañarlo en el avión hacia Nanjing. La primera cosa que hicieron sus anfitriones una vez que se hubo instalado en su departamentito de profesor fue buscarle un nombre chino. Primero le propusieron traducir al chino el sentido de su apellido, pero desistieron rápido de traducir ese “Dañino” que no parecía bien para el nuevo fichaje de la universidad. Después tradujeron su nombre a caracteres por aproximación fonética. Le acercaron el nombre chino que más se parecía a Guillermo. Ji Yemo: JI, "Afortunado", YÈ "Papel", MÒ "Tinta". Que según le dijeron puede traducirse como “escritor afortunado”. Fue una pura casualidad de la fonética. Pero lo cierto es que Guillermo, que hasta ese día no había escrito una línea, empezó a imaginarse un destino de escritor.
Hoy es uno de los latinoamericanos que más libros han escrito sobre China -contando traducciones y libros propios-, con más de veinte publicados, entre ellos Desde China (1990), El abanico de otoño (1993) , Esculpiendo dragones (1996), La pagoda blanca (1996), Sobre un sauce, la tarde (1998) varios inéditos y una Enciclopedia de la cultura china que sale a la venta esta semana, editada por la Editorial del Pueblo de China. Cuando llegó a Nanjing, como profesor para los profesores de español se encontró con un grupo de discípulos sedientos que habían pasado diez años casi sin tocar un libro durante la Revolución Cultural. Él les dio clase de literatura, de lingüística, de cristianismo y hasta de mitología griega.
En Nanjing se quedó seis años en los que compartía su tiempo entre la enseñanza y el estudio del chino. Después pasó seis años en Beijing y desde allí ha visitado toda China. Luego de regresar a Perú no ha dejado de viajar a China ni un sólo año. Actualmente es profesor del Centro de Estudios Orientales de la Universidad Católica, donde imparte los cursos de filosofía y literatura china.
Se encuentra en Beijing por tres meses, como cada año, para continuar sus estudios sobre la cultura china. Pero en esta ocasión también está presentando una voluminosa Enciclopedia de la cultura China,que desde esta semana podrá conseguirse en las librerías más importante de China.
¿Fue en Nanjing donde tradujo su primer poema del chino?
No, fue en Beijing. Yo estaba en un pequeño hotel para chinos, al frente llamado Museo de la Campana. El portero del hotel solía estar desocupado y yo aprovechaba para hablar chino con él y nos hicimos amigos. Un día me regaló un libro de poemas que había sido de su esposa. Ella había sido muy lectora y poeta pero para ese entonces estaba totalmente dedicada a su trabajo en una fábrica de televisores.
Al abrir el libro me quedé aterrorizado, no entendía nada. Pasaba las páginas pensando si algún día podría decodificar aquello. Cuando me calmé un poco empecé a mirar mejor. Estaba en chino antiguo, chino simplificado y pinyin. Tomé una poesía de tan sólo cuatro líneas de cinco caracteres cada uno y probé de empezar a traducir.De los veinte caracteres yo conocía unos ocho o diez, los otros los fui buscando en el diccionario. Al cabo de varios días di con el sentido del poema y no lo podía creer. Entonces me propuse traducir todo el libro. Cuando terminé de traducir todo el libro se lo entregué a un profesor muy amigo, el traductor del Quijote, el señor Dong Yansheng. Él lo leyó cuidadosamente y me dijo “es una buena interpretación”. Me quedé pensando en su sentencia y me di cuenta que al no haber pronombres ese tipo de poesía poesía podía leerse en primera, segunda o tercera persona. Fue mágico. Pensé “que extraño que estos poetas que escribieron cuando ni nuestros países ni nuestra lengua existían, ahora estén siendo leídos en español”. Después publiqué ese libro y mi vida cambió porque ahí empezó mi carrera de traductor del chino.
¿Y cómo dio el paso de traducir poesía a escribir sus propios poemas?
Estaba traduciendo a Du Fu y me di cuenta que estaba perdiendo la cabeza. Tenia la idea fija Du Fu Du Fu Du Fu. Sabía que la locura suele empezar con una idea fija y yo no podía pensar en otra cosa que en Du Fu . Entonces me senté en mi cuarto y me dije “¿qué puedo hacer que no signifique molestar a los demás y que me distraiga de mi ocupación?”. Entonces me dije que iba a escribir poesía china, en lugar de traducirla. Me propuse inspirarme en temas chinos, ya que vivía en China y utilizar los recursos poéticos que había aprendido de la dinastía Tang. Entonces me senté y la primera poesía me salió de un tirón: cuatro páginas. La primera poesía que escribí se llamó China. Continué y la segunda se llamó bicicleta dormida, inspirada en esas bicicletas que uno ve tiradas en Beijing y no se sabe bien qué están haciendo. Casi sin parar compuse mi primer libro, con 78 u 80 poemas, se llama “puente de porcelana”.
¿De qué manera utilizó los recursos poéticos de la dinastía Tang en español?
Por ejemplo utilizando secuencias de imágenes armónicas, antes de exponer el sentimiento del poeta; o usando los versos de cuatro líneas (jueju) o de ocho (lüshi), o en el modo del yuefu. A veces la temática era propia de esos poetas tal como cuando se escribían cartas-poesía, que yo a mi manera imitaba. Du Fu, Li Taipo y Wang Wei. los mejores de la literatura china en poesía, representan lo mejor de la poesía confuciana, taoísta y budista respectivamente, fueron contemporáneos y se escribían estas cartas, lo que yo he imitado y les he escrito a los tres dos cartas en verso a cada uno.
Usted ha viajado a muchos países, ¿por qué ha decidido dedicarle su vida a China?
China marcó mi vida, me dio nuevos valores y cambió mi visión del ser humano. Lao Zi me enseñó la humildad y la mesura. Creo que es muy importante que todos conozcan los valores y la filosofía de la tradición china, como el confucianismo y el taoísmo.
Y ahora, usted es “chino honoris causa”
Así es. Desde hace 22 años pertenezco a la Asociación Peruanochina, que reúne a centenares de peruanos descendientes de chinos. Después de presentar mi libro "Desde Chila, un país fascinante y misterioso" , publicado por Petroperú, ediciones Copé, me llevaron a la calle Capón, centro del barrio chino de Lima, y en sencilla ceremonia develaron una loseta de la calle, en blanco y letras negras, que decía; A Guillermo Dañino, Chino Honoris Causa. Fue la mejor definición que me han dado de lo que más quiero.
¿Qué opina de la visión que a veces se tiene de China como un país amenazante?
Muchos consideran que será el nuevo imperialismo. La considero una visión equivocada. China nunca se ha metido con nadie y hoy en día se está comportando como un país valioso y responsable. De acuerdo a lo que yo conozco de los valores tradicionales chinos no hay posibilidades de que este país se convierta en una superpotencia agresiva y dominadora de los otros países. Pero claro, puedo equivocarme, los mongoles eran unos campesinos tranquilos y tuvieron sueños imperialistas. Los alemanes eran el pueblo más educado del mundo y perpetraron uno de los peores genocidios de la historia de la humanidad.
Con Estados Unidos perdiendo lugar, China parece encaminarse a ocupar su lugar…
Es claro que China ganará terreno, pero eso no quiere decir que se vea como a una amenaza. Seguramente habrá muchos focos de poder y China será uno, quizás el más importante.
Usted trabajó aquí en 30 películas aquí. Cuenta sus experiencias en el cine en su libro ¿Y ahora quién soy yo? ¿Piensa usted que habría actuado en otro país?
Nunca he hecho cine fuera de China, salvo una pequeña película que hice para un amigo. No sé si en otro país hubiera hecho cine. Hice teatro cuando era profesor en Perú y cada año hacíamos una obra con mis alumnos, que escribíamos y les hacíamos la puesta en escena.
Pero acá comenzó por casualidad, en Nanjing.
Sí, fue cuando llevaba un año en Nanjing. Pasó un grupo de Sichuan que estaba filmando la vida de una esgrimista que había ganado un importante campeonato mundial en Madrid. Para las escenas del campeonato necesitaban extranjeros por lo que fueron a la universidad y yo me ofrecí. Apenas me vio el director de la película me dijo “tu eres de ahora en adelante el presidente de la asociación mundial de esgrima”. Yo, que no distinguía una cuchilla de una espada….Esa fue mi primera experiencia en cine. A partir de allí comenzaron a llamarme para distintos papeles.
Está en Beijing presentando una enciclopedia en donde reúne todo su saber sobre la cultura china, ¿cuál fue el estímulo para editar este libro?
Después más de 20 libros publicados sobre China y unos 35 años relacionado con su cultura, después de tantos años viviendo aquí y de tantos viajes la idea surgió como algo obvio. Es una enciclopedia de mis intereses con respecto a China y un pantallazo general sobre cada tema. La selección de cada uno de ellos fue espontánea pero intenta abarcar un abanico general sobre la cultura China. Fui haciendo este libro de a poco. Cuando terminaba un tema me planteaba cuál sería el siguiente, y seguía.
¿Cuál es, además de su experiencia aquí, la base teórica sobre la que se sustenta el libro?
Hace 35 años que compro libros sobre China aquí y otros países en español, italiano, francés, inglés y chino, que son los cinco idiomas que domino. Es una enorme biblioteca y no podría nombrar un sólo libro.
¿En qué está trabajando en estos momentos?
Estoy haciendo un catálogo de todos mis libros que están libres de derecho pues la universidad de la UNAM, la Universidad Nacional Autónoma de México, me ha dicho que desea publicarlos. Eso me tiene muy entusiasmado. Además estoy trabajando en un nuevo libro que se llamará “Diccionario de curiosidades chinas”. Eso me tomará algunos años. Ya llevo más de 100 páginas que tengo que corregir y no sé cuantas más llevará el libro final.
El libro de Guillermo Dañino estará disponible a partir de este viernes en algunas de las librerías más importantes de Beijing como el Beijing Book Building (www.bjbb.com 北京市西城区 西长安街17号 86 10 6607 8477) o la librería de la Universidad de Beijing.
También puedes leer:
– Voz latina: Osmani Castillo y Denisse Hernández traen el sabor latino a Beijing
– Capoeira Mandinga Beijing es más que una escuela de Capoeira