A menudo viajan por primera vez y no saben cómo comportarse. Si por un lado afectan la imagen de China en el mundo, por el otro son víctimas de estafadores y carteristas. El gobierno francés publicó un folleto sobre cómo visitar París, con el fin de que estas vacaciones resulten menos complicadas y más seguras para los chinos que pueden permitírselas.
Incluso Wang Yang, uno de los cuatro viceprimer ministro del gobierno chino, condenó “la costumbre de hablar en voz alta en lugares públicos, los escupitajos y el vandalismo en los monumentos nacionales”.
Estos comportamientos “incivilizados” por parte de los turistas chinos “han dañado la imagen de los chinos en el mundo, con resultados muy negativos para el futuro del país”, afirma el Diario del Pueblo –órgano oficial del Partido Comunista Chino.
El turista chino es una persona que, a menudo, viaja por primera vez en su vida y tiene dificultades para entender que sus propios códigos de conducta no son necesariamente reconocidos como algo universal.
Hace unos meses la aventura del chico que escribió su nombre en el templo de Luxor en Egipto causó sensación en China, y fue criticado desde el gobierno, pasando por la prensa, hasta gran parte de la comunidad internauta.
Esta es la razón por la que muchos operadores turísticos nacionales van a adicionar a los kits de viaje “guías educativas”, en donde se trata de explicar al turista chino los hábitos de comportamiento de los países que visitan.
Las quejas en contra de los viajeros chinos son muchas, sin embargo hace poco surgió otra controversia en China sobre el trato que se les da en algunos países extranjeros.
Los chinos tienen una especie de “síndrome” por el cual son tratados de peor manera que el resto de los turistas internacionales en países foráneos. Sin embargo, en algunos lugares los turistas chinos son cada vez más víctimas de robos, hurtos y estafas.
Debido a su costumbre de alardear sobre su riqueza, deambulan por las calles con excesivo dinero en efectivo en el bolsillo, pues prefieren el efectivo a las tarjetas de crédito. Por otro lado, según el diario de Hong Kong, South china Morning post, “los chinos son más fáciles de engañar por estafadores inteligentes de Europa”.
París se ha convertido en uno de los lugares preferidos por los chinos a la hora de visitar el extranjero, ciudad en el que el turista promedio chino gasta unos 170 euros al día y se queda de seis a siete noches.
Últimamente la atención de los carteristas parisinos se ha tornado hacia los visitantes chinos, razón por la cual la policía francesa ha destinado el aumento de 200 unidades de policía en los lugares más turísticos de la ciudad, según informa la prensa local.
Además, el folleto titulado “Cómo visitar París de una manera segura”, contiene una traducción al mandarín, en la que se da consejos a los chinos para evitar ser estafados durante su estadía en la capital francesa.
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