Una vida en la vida de China: la historia de Zhao Ziyang

In by Andrea Pira

La falta de interés por la historia y la reducida capacidad de imaginación, resultado de los límites impuestos por el Estado y sus instituciones, hacen que la memoria del hombre moderno sea demasiado corta. Es por ello que nos resulta tan difícil comprender la actualidad de la República Popular en sus diferentes dimensiones –política, económica, social y cultural, entre otras–, si es que acaso se genera el interés por hacerlo. Pocos saben, a pocos les interesa y pocos tienen la capacidad de comprender la magnitud y la rapidez de los cambios que se desencadenaron en el país durante el siglo pasado y que probablemente seguirán ocurriendo en el actual.
En menos de cien años, China pasó de ser un imperio milenario a una república fallida, seguida de un régimen autoritario con lo que algunos autores consideran tintes fascistas, a un país azotado por una guerra civil y posteriormente por una invasión extranjera, las cuales terminaron con la instauración de un régimen comunista que llevó a cabo experimentos inéditos en la historia y que actualmente se ha convertido en un sistema híbrido que continúa desafiando las clasificaciones de las ciencias sociales. Al ver ancianos caminando con naturalidad por las calles, es común preguntarse cómo hacen para mantener el sentido de realidad en sus vidas cotidianas.

Este es otro ámbito en el cual reside la riqueza e importancia de China, más allá de los números económicos y su influencia en política internacional, pues presenciar el acontecer de su actualidad nos permite convertir en familiar lo extraordinario y en extraordinario lo que vemos con familiaridad: en pocas palabras, ampliar nuestra capacidad de sentir e imaginar. Sin embargo, esto no es fácil de lograr y requiere, además de la práctica, apoyarse en información y ejemplos prácticos. Para ello, a continuación se presenta una breve síntesis de la vida de Zhao Ziyang, como una manera de representar y dar materialidad a las fascinantes transformaciones que han acontecido en China.

Zhao nació en 1919, poco después de la desintegración de la primera república. A pesar de ser hijo de un terrateniente, a los 23 años de edad se unió al Partido Comunista. Durante la guerra civil y la invasión japonesa se desempeñó en cargos principalmente. Alrededor de esos años, su padre fue asesinado durante un movimiento de reforma agraria en Henan. En la década siguiente, dos años después de la proclamación de la República Popular, formó parte del gobierno de Guangdong, en donde colaboró con campañas en contra de campesinos acusados de no seguir las direcciones del Gran Salto hacia Adelante (1958-1961).

En la provincia sureña, ayudó a introducir reformas agrícolas exitosas, basadas en desmantelar el sistema de comunas del GSA, y también colaboró con una campaña para purgar a funcionarios acusados de corrupción o de mantener vínculos con el Guomindang. En 1965, se convirtió en secretario general del Partido en la provincia. Sin embargo, tan sólo un año después, la Revolución Cultural se propagó por todo el país y Zhao fue criticado por sus orientaciones políticas, consideradas moderadas. En 1966, fue destituido y humillado públicamente por los Guardias Rojos, tras lo cual pasaría cuatro años haciendo trabajos forzados en una fábrica en Hunan.

Una noche de 1971, fue escoltado fuera de su domicilio a mitad de la noche, en dirección a Beijing. Ahí se reunió con Zou Enlai, quien le informó que había sido elegido para formar parte del gobierno de Mongolia Interior. A partir de entonces, ocupó varios cargos importantes, en Guangdong y Chengdu. En 1975, se convirtió en secretario general de Sichuan, entonces la provincia con más habitantes de China y una de las más devastadas económicamente tras GSA y la Revolución Cultural. Ahí, Zhao introdujo una serie de reformas que podrían interpretarse como liberalizadoras y orientadas hacia el mercado, con lo cual la producción industrial aumentó significativamente en muy poco tiempo.

Tras la muerte de Mao, en vista de sus logros en el ámbito económico, Deng Xiaoping lo asignó a cargos importantes dentro del Partido. En 1980, se convirtió en miembro del Comité Permanente, el órgano político más importante de la República Popular. También fue nombrado presidente del Grupo para Asuntos Económicos y Financieros, desde donde algunos autores consideran que diseño proceso de reforma y apertura que China habría de seguir. Posteriormente, también se convirtió en líder del Consejo de Estado, con la consigna de introducir reformas rurales en todo el país. Es importante mencionar, que Zhao nunca tuvo formación académica como economista.

Al mismo tiempo, comenzó a proponer reformas democráticas –como la lucha contra la corrupción, la transparencia y elecciones populares–, las cuales, para él, representarían la prueba de fuego del socialismo chino. Junto con Hu Yaobang, llegó incluso a proponer la designación del Comité Central por medio de votaciones. En 1987, tras la dimisión de Hu por su aparente permisividad ante protestas estudiantiles, Zhao se convirtió en Secretario General del partido. Todo apuntaba a que Zhao se convertiría en sucesor de Deng, el cual, además era su único apoyo dentro del Comité Permanente, ya que sus posturas económicas y políticas comenzaban a generar cada vez más críticas entre los demás oficiales.

En 1989, tras desafiar la línea oficial del Partido durante las protestas estudiantiles, fue destituido de todos sus cargos. La última vez que se le vio en público, caminaba entre los estudiantes al intentar convencerlos de desalojar la plaza por medio de un megáfono. Según algunos testimonios, presentó su renuncia la noche anterior, cuando el Comité Central acordó la intervención del ejército. Después del cuatro de julio, se le condenó a un arresto domiciliar indefinido. Pasó los últimos 15 años de su vida bajo estricta vigilancia y murió finalmente en enero de 2005, a los 85 años. Los medios impresos nacionales publicaron unas cuantas líneas anunciando el deceso del “camarada” Zhao Ziyang.

La vida de Zhao no sólo ejemplifica la magnitud de los cambios que se presentaron en China durante el siglo pasado, sino la velocidad y la violencia con las que irrumpieron. Hijo de un terrateniente asesinado por la repartición de tierras, colaborador en campañas coercitivas contra campesinos y miembros del Partido, pero defensor de estudiantes y de la libertad de expresión, supervisor y posterior desarmador del GSA, destituido durante la Revolución Cultural y luego encargado de reparar sus estragos, confinado a la pobreza y a trabajos forzados, arquitecto de la economía china, Secretario del Partido, posible sucesor de Deng y, finalmente, condenado a envejecer y a morir en reclusión y opacidad. Todo esto, multiplicado por millones, es la historia de China durante el siglo pasado.

Crédito foto [britannica.com]

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