Una Feria de Arte de Shanghai con fuerte acento latinoamericano

In by Simone

Con una fuerte presencia de artistas latinoamericanos –especialmente colombianos y venezolanos- se llevó a cabo la última edición de la Feria de Arte de Shanghai. En el evento, uno de los más importantes de un país que ya es el segundo mayor mercado de arte en el mundo, se pudieron ver obras de reconocidos artistas como el colombiano Fernando Botero y la surrealista argentina Leonor Fini. China Files les presenta un recorrido.
Las ferias de arte en China siguen superando sus propios récords, confirmando que el gigante asiático pronto sobrepasará a Estados Unidos como mercado de arte. La decimoquinta edición de la Feria de Arte de Shanghai, que se llevó a cabo entre el 14 y el 18 de septiembre, dejó 50.000 visitantes y ventas por 130 millones de yuanes (21 millones de dólares), según los organizadores. Un dato sorprendente y más si se tiene en cuenta que la ciudad también organiza Art Shanghai cada abril.

Por primera vez en la feria las fundaciones de arte y los bancos figuran como importantes compradores, y no sólo los coleccionistas privados. Y aunque los artistas chinos representan el 80% del total de las compras, también se colocaron puntos rojos sobre obras de Salvador Dalí, Joan Miró y varios latinoamericanos.

Este año la feria contó por primera vez con un Pabellón Americano, que agrupó en un espacio a las galerías de arte de Estados Unidos –en su primera participación- y de América Latina, que le están apostando cada vez más al mercado chino y ya cuentan con un pabellón propio en Art Shanghai. De hecho, dos obras latinoamericanas de gran formato ocupaban espacios de gran visibilidad: en la entrada al pabellón americano estaba la instalación People’s garden, un jardín ornamental de flores esculpidas en piedra del artista colombiano Hugo Zapata, y en la entrada a todo el recinto ferial la escultura Visiones II, del también colombiano Gustavo Vélez.



El pintor venezolano Carlos Tirado con su serie de retratos pixelados. Cortesía de Bandi-Trazos.

Bandi-Trazos, la galería surcoreana que se ha dedicado a impulsar el arte latinoamericano en Asia, fue una de las más activas durante la feria. Entre las obras que presentó –y vendió- en Shanghai figuran los desolados espacios urbanos del uruguayo Ignacio Iturria, los gigantescos retratos pixelados y pop del venezolano Carlos Tirado y los billetes intervenidos de la venezolana María Fernanda Lairet. La galería, que cuenta con una oficina en Montevideo, también presentó los trabajos del colombiano Joaquín Restrepo, la argentina Yanina Monti y los venezolanos Pedro Morales y Alicia Meza.

La colombiana LGM Arte Internacional, una de las galerías de mayor presencia en Asia, vino a Shanghai con un par de óleos tempranos de Fernando Botero, con las esculturas cinéticas del venezolano Rafael Barrios y con una serie de naturalezas muertas de estilo hiperrealista del paraguayo Hernán Miranda. También trajo las obras de varios artistas colombianos, incluyendo las acuarelas y óleos selváticos de César Bertel, los retratos satíricos de Alfonso Álvarez, las pinturas de Darío Ortiz y las fotografías de la serie “Mitad ángeles, mitad demonios” de Mauricio Vélez, que generaron una fuerte controversia entre sectores conservadores colombianos cuando aparecieron en las páginas de la revista Soho.

Otra galería latinoamericana presente en Shanghai fue la costarricense Kunst Klub, que expuso las obras de dos pintores ticos con fuerte influencia del arte pop. La galería originaria de San José trajo los retratos de autos antiguos y envejecidos -Ladas, Fiat Topollinos, camiones Volkswagen- sobre fondos acrílicos multicolores de Luciano Goizueta y los fantasmagóricos espacios del ucraniano radicado en Costa Rica, Andriy Halashin, donde conviven -de manera algo pop, algo kitsch y algo soviética- figuras de militares, aviones y modelos de revista.

Cerraron la participación latinoamericana dos galerías que representan a un solo artista: Arte Montoya exhibió los óleos del argentino Víctor Montoya, que exploran en un lenguaje abstracto los colores y las formas del paisaje del noroeste del país, y AL Daza Art Gallery expuso las obras del pintor colombiano Álvaro Daza.


Bodegón de la serie "Birrealismos", del paraguayo Hernán Miranda. Cortesía de LGM Arte.

Varias galerías estadounidenses también apostaron por traer artistas latinoamericanos a China. Curator’s Voice Art Projects de Miami fue otra que optó fuertemente por artistas de habla hispana, exhibiendo en Shanghai los collages de la venezolana Magaly Otaola y los óleos geométricos del argentino Alfredo Esposito. Además, expuso obras de los venezolanos Andrés Michelena, Suzy Iglicki, Peter Mackie y Malena Assing, de la dominicana Rosario Bond y de los cubano-americanos Ena Marrero y Antuán.

A su vez, Elite Fine Art Galleries de Miami trajo obras de la peruana Anica Schpilman y de los venezolanos Carolina Rojas y Luis Kaiulani. Por su parte, Studio International Art & Design, también de Miami, expuso las obras de los colombianos Ronny Vayda, Luis Fernando Peláez, Carlos Tobón y José Muñoz. Y finalmente la exposición “10 Artists, 10 Spaces”, organizada por los curadores del pabellón, incluyó obras del venezolano Ben Bela Abounasiff y de los cubano-americanos Sergio García y Yovani Bauta.

A medida que crece el mercado artístico en China, está claro que el arte latinoamericano continúa a posicionarse. La próxima cita será en seis meses, cuando la nueva edición de Art Shanghai incluya una vez más un Pabellón Latinomericano.


Entre dos (1967), de la argentina Leonor Fini. Cortesía de CFM Gallery de Nueva York.


Óleos de Darío Ortiz. Cortesía de LGM Arte Internacional.

 
Collages de la venezolana Magaly Otaola. Cortesía de Curator’s Voice Art Projects.


Esculturas del colombiano Joaquín Restrepo. Cortesía de Bandi-Trazos.


Serie de autos viejos del costarricense Luciano Goizueta. Cortesía de Kunst Klub.


Patrones geométricos del venezolano Pedro Morales. Cortesía de Bandi-Trazos.


Detalle de obra del ucraniano radicado en Costa Rica, Andriy Halashin. Cortesía de Kunst Klub.


Visiones del paisaje norteño del argentino Víctor Montoya. Cortesía de Arte Montoya.