A Liu Xiaobo se le ha permitido volver a casa para llorar la muerte de su padre. Un año después de la concesión del Premio Nobel de la Paz, se le permitió abrazar a su hermano de nuevo. La libertad vigilada le duró media hora, en la que sin embargo no pudo ver a su esposa Liu Xia, que se encuentra bajo arresto domiciliario desde octubre del año pasado.
Al Premio Nobel de Paz del año pasado, Liu Xiaobo, que cumple once años de condena por cargos de subversión, se le permitió salir brevemente de prisión el mes pasado para llorar la muerte de su padre. Eso afirmó su hermano al South China Morning Post de Hong Kong, uno de los periódicos más importantes del país. "Ha estado en casa durante media hora", relató Liu Xiaoxuan.
A Liu se le permitió visitar a su familia siete días después de la muerte de su padre, como indica la tradición en China. Poco antes de esta inesperada "clemencia", a sus hermanos se les autorizó una visita a la prisión de Jinzhou, en la provincia nororiental de Liaoning. "Lo encontramos bien", señaló Liu Xiaoxuan.
Este sería el primer contacto entre Liu Xiaobo y su familia desde su condena hace un año exacto, de acuerdo con el Centro de Información sobre Derechos Humanos de Hong Kong.
Su esposa, Liu Xia, le vio por última vez el 10 de octubre del año pasado, justo dos días después de la concesión del Premio Nobel. Liu Xia se encuentra bajo arresto domiciliario desde entonces, en condiciones de aislamiento total, y –según afirmó Liu Xiaoxuan al South China Morning Post– se le habría permitido ver a su familia sólo dos veces al año. No tiene el teléfono habilitado ni conexión a Internet, no puede recibir visitas y debe ser escoltada por la policía cada vez que sale de casa.
La noticia de la breve visita a casa Liu Xiaobo se produjo apenas cuatro días antes del aniversario de su Premio Nobel de la Paz. El Comité Nobel concedió el galardón a Liu por "su larga lucha no violenta por los derechos humanos fundamentales", lo que provocó la reacción de Beijing contra muchos otros activistas y disidentes locales.
Jean-Philippe Beja, un investigador del Centro de Estudios Internacionales de París, describió al South China Morning Post la oportunidad concedida a Liu de visitar a su familia como "un bello gesto humanitario y confuciano" por parte de las autoridades chinas. Aún así, un año después de ser reconocido con el Nobel Liu Xiaobo sigue en prisión y su esposa bajo arresto domiciliario.
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