En la provincia de Guangdong (Cantón), ha quedado prácticamente sin efecto la política del hijo único. El cambio ha generado poco ruido, pero podría ser uno de los más importantes en el fin de la política del hijo único.
China está, lentamente, dejando atrás su política del hijo único y el paso más reciente en esa dirección se tomó en julio en la provincia de Guangdong, donde quedó prácticamente sin efecto esta política, si bien todavía aplican las multas para quienes tienen más de un hijo sin autorización estatal.
El gobierno provincial dejó de exigir a los padres sus certificados de cumplimiento de planificación familiar, para registrar a su a bebé en el sistema de hukou, el omnipotente permiso de movilidad y residencia que permite a un ciudadano chino acceder a salud y educación, viajar, casarse y tener empleo.
La noticia no ha generado mayor ruido. Es, como suele suceder con las grandes reformas en China, un pequeño paso provincial que se suma a la reforma macro; una revolución en el largo camino de la bola de nieve.
La decisión es particularmente trascendental para los niños que hasta este momento el sistema se negaba a reconocer, y para las personas que nunca fueron registradas, los llamados "bebés fantasma". En China, los segundos hijos que no son autorizados, y cuyos padres no pagaron la multa por quebrar la ley, simplemente no son reconocidos por el sistema, y por lo tanto no pueden acceder a nada que implique un trámite estatal. Claramente, la vida de estas personas está plagada de dificultades, en especial porque viven al margen del sistema en un país donde el ciudadano está continuamente solicitando permisos estatales.
Sin embargo, la revista financiera Caixin publicó esta semana que en la provincia se ha vivido una situación ambigua. Si bien desde julio muchos padres se han presentado para registrar a los segundos (o terceros) hijos que no tenían hukou, muchos otros están temerosos de que se estén exponiendo a tener que exponerse, y que les obliguen a pagar una multa todavía más alta. Hay desconfianza.
Algunos prefieren esperar a que se relaje más la política, que es probable dado la dirección que está tomando el sistema. Es una apuesta sensata, pues el gobierno de China debe lidiar con la reducción en la población en edad de trabajar y el agudo aumento en la proporción de viejos.
Se estima que de los 13 millones de personas que no tienen hukou en Guangdong, la mitad son personas que nacieron por fuera de la política del hijo único.
[Crédito foto: Espacio 360º]
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