Transformers 4 se ha convertido en la película más vista en la historia de China. Este éxito de taquilla no se debe solamente a las preferencias de los espectadores chinos, sino que responde a una clara estrategia de mercado.
Parecía ser el peor fracaso en la carrera del director Michael Bay. La revista Rolling Stone escarmentó a Transformers 4: La era de la extinción, y se negó a darle siquiera una estrella. El redactor de la reseña, Peter Travers, dijo que al ver la película pensaba: "Por favor mátenme". En Estados Unidos, la última entrega de la saga robótica de Bay rompió el récord a la caída más pronunciada en taquilla de una semana a otra desde el año de 1986. La revista estadounidense Wired publicó un artículo titulado: "Cinco formas de olvidar lo mala que es Transformers 4: La era de la extinción".
No obstante, en China, Transformers 4 rompió todos los récords de audiencia, para convertirse en la película más taquillera de su historia. Este colmo de las antípodas en la cultura pop tiene una explicación que va más allá de una diferencia extrema de gustos entre la audiencia china y la estadounidense. Hace parte de una estrategia de mercadeo que los ejecutivos de la industria del cine están observando detalladamente.
El ejemplo de qué no hacer como director de cine se convirtió en una lección de economía.
La película fue lanzada el 26 de junio en Hong Kong, ciudad donde se desarrolla buena parte de la trama. Desde su guión, la película estaba dirigida a la audiencia de China. Las escenas más importantes se desarrollan en locaciones como la Gran Muralla, cuatro de los actores principales son chinos (entre ellos la superestrella nacional, Li Bingbing), sus héroes emplean cajeros automáticos del Banco de Construcción Chino, y los personajes consumen productos populares, como la leche Yili y el polvo de proteína Anli NiuCuiLai.
El filme, además, se aseguró de que iba a superar los controles de la censura estatal. En su afán por agradar a las autoridades de la República Popular, un personaje dice, cuando los villanos están por arrasar a Hong Kong, si no sería conveniente solicitar la ayuda del gobierno central para evitar el apocalipsis.
Irónicamente, de cierta forma fue el gobierno central de China el que salvó a Transformers 4 de ser un catástrofe de taquilla. La película se ha catalogado en China como una "producción con asistencia oficial", pues se hizo con ayuda de Jiaflix Enterprises y el canal China Movie Channel, que es propiedad de la cadena oficial CCTV. Aportaron parte del presupuesto para hacer la película y, como consecuencia, recogerán parte del dinero de las ventas en boletería.
Es una suma enorme de dinero. En la segunda semana de proyección, que terminó el 6 de julio, Transformers 4 logró ventas de 1.370 millones de yuanes renminbi, que equivalen a aproximadamente 221,9 millones de dólares. Ya superó a Avatar, la película dirigida por James Cameron, que hasta el domingo pasado tenía el récord de la película más taquillera en la historia de China (y que además fue filmada en su mayor parte en los bosques del parque natural Zhangiajie).
China es el segundo mercado cinematográfico del mundo, y con su estrategia de fortalecer la difusión en este país de 1.300 millones de habitantes, Paramount Pictures se ha asegurado un mercado casi tan grande como el de Estados Unidos.
Al tiempo, la estrategia ha despertado críticas por parte de quienes afirman que Michael Bay y sus socios se vendieron al gobierno del Partido Comunista Chino. David S. Cohen, editor de la revista Variety, escribió en una columna de opinión: "El productor ejecutivo de la película es Steven Spielberg. ¿Dónde está el hombre que hizo ‘Lincoln’ y ‘Salvando al soldado Ryan’? ¿O acaso sucumbió a la mezcla de presiones políticas y económicas de Beijing?"
Pero en China no todos están contentos con el resultado de la película. La compañía de turismo Chongquing Wulong Karst anunció que iba a demandar a Paramount Pictures en una corte de Chongqing. Exigirá reparación de daños que no especificó porque los productores no mostraron de forma lo suficientemente clara el logo de la compañía, como habían prometido que harían.
Paramount no ha respondido a esta amenaza, pero Transformers 4 sigue generando ganancias, y los ejecutivos de la industria del cine vuelcan los ojos sobre el público ávido de películas de acción en el gran dragón asiático.
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