Luego de un mes de su estreno en el resto del mundo, "Star Wars Episodio VII: La Fuerza despierta", la séptima entrega de la saga original de George Lucas, tiene grandes expectativas después de su llegada a las salas de China el pasado sábado, 9 de enero.
"Estamos encantados de traer Star Wars: La Fuerza despierta a China", dijo John Hsu, gerente general de Disney China (hoy dueño de la franquicia), en un acto promocional. El estudio realizó varios trucos publicitarios antes del estreno de la película, incluso, colocó 500 Stormtroopers (soldados de asalto) en miniatura sobre la emblemática Gran Muralla de Pekín. Allí asistieron 200 fans locales expectantes del lanzamiento global del tráiler oficial.
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Por su parte, algunos fanáticos locales también manifestaron su interés antes de la llegada del filme. “La espera de un mes valdrá totalmente la pena”, dijo un aficionado a través de Weibo, el “Twitter” de China. Otra fan comentó que esta vez el Gran Cortafuegos chino había jugado a favor. "¡No hay spoilers, los aficionados como yo no habíamos podido ver la película hasta el 2016 por lo que esta es la única vez que estoy agradecida por la censura de Internet en China!".
En contraste con las largas filas de fanáticos que ansiaban el estreno en Estados Unidos, Reino Unido y otros países de occidente, tal escena en las salas en Pekín careció de multitudes expectantes. Pese a los intentos de difusión de Disney, la fuerza no es tan fuerte con los espectadores chinos.
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El retraso de su estreno en el país asiático se debió principalmente al hecho de que los estudios extranjeros ya habían agotado la cuota anual de 34 películas extranjeras. China concede cuotas estrictas sobre éxitos de Hollywood para evitar la competencia con los lanzamientos nacionales, aunque un funcionario de la industria dijo que la fecha podría beneficiar a la película, dado que está más cerca al año nuevo chino.
Durante la Revolución Cultural
La cima de la popularidad de las películas originales de Star Wars en el resto del mundo fue a finales de la década de los 70, cuando China estaba saliendo de la Revolución Cultural. Claro está que el entretenimiento cultural occidental se encontraba prohibido. Como resultado, los adultos aquí no han podido compartir la nostalgia de las películas como sí lo han hecho sus homólogos extranjeros. Los chinos no se encariñaron en su niñez con personajes como Chewbacca y Han Solo.
"Sé que Star Wars no es muy popular en China, pero cada estadounidense lo sabe", manifestó Jia Li, una fanática pekinesa de 36 años que colecciona juguetes de la saga, y estuvo esperando ansiosamente el lanzamiento de la película. "Star Wars es como la infancia de América. No creo que los chinos puedan entender esta película como lo hacen los americanos. Para la mayoría de ellos, Star Wars es sólo una película".
La película recaudó 53 millones de dólares durante el fin de semana del estreno en las salas de China, la mayor cifra de un estreno en toda la historia del país.
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