Cientos de trabajadores del Hospital Central de Wenling protestaron el lunes a causa de la inseguridad que médicos y funcionarios de la entidad han tenido que enfrentar. Días antes de la manifestación tres médicos fueron apuñalados por un paciente. Dos se encuentran en grave estado de salud mientras que el tercero murió.
“Justicia para defender” y “garanticen la seguridad del personal médico” fueron algunas de las consignas escritas en carteles que miembros del hospital de la provincia suroriental de Zhejiang sostuvieron durante todo el día. “Protestamos y exigimos al gobierno y a la dirección del hospital que garanticen la seguridad de los médicos”, dijo una mujer que se negó a dar su nombre al periódico británico The Guardian.
Fotos tomadas por los mismos manifestantes muestran a los funcionarios del hospital vestidos con batas blancas, agolpados afuera de las instalaciones de la institución denunciando la muerte del Dr. Wang, apuñalado el viernes pasado por un paciente que estaba siendo atendido en la sala de urgencias.
La policía antidisturbios acudió desde el domingo en la noche al lugar, pues un funcionario anónimo de la oficina de la dirección del hospital declaró que los manifestantes se empezaron a reunir ese día en horas de la noche. La misa fuente dijo a The Guardian que si bien en las imágenes parece haber bastantes personas, en realidad una porción pequeña de personal del hospital realmente acudió a la protesta.
Otro hospital de Zhejiang se unió a la protesta en apoyo al personal de Wenling. “Instamos a los médicos y a los pacientes a colaborar construir juntos relaciones armoniosas entre las partes”, decía un mensaje en el microblog del hospital de medicina tradicional china.
Estas manifestaciones se suman a las que se vieron en días pasados también en esta misma provincia. El martes 15 de octubre cientos de personas protestaron en la ciudad de Yuyao denunciando los pocos esfuerzos y la ayuda inadecuada que las autoridades locales brindaron a los miles de damnificados que dejó una de las peores inundaciones de los últimos años en la región.
La policía antidisturbios también hizo presencia en aquella ocasión, pues los manifestantes rompieron el lema instalado en el edificio del gobierno local. El cartel de “servir al pueblo” fue arrancado con herramientas, mientras los líderes de la protesta pedían la renuncia del alcalde de la ciudad y del secretario del Partido de la provincia.
“Condenamos enérgicamente los vergonzosos actos de la policía y la policía antidisturbios para utilizar cualquier pretexto para golpear a la gente” decía un mensaje en weibo publicado por un habitante local. También por esta vía fueron difundidas fotografías de manifestantes sangrando.
Las protestas en China son raras veces permitidas, y el gobierno sólo accede a ellas cuando el enemigo no es una institución china, como fue el caso de las protestas presentadas en varias ciudades del país a raíz la disputa territorial que actualmente enfrenta con Japón.
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