La periodista y escritora peruana Isolda Morillo acaba de publicar El Amante Ideal, un relato que escribió en chino. Conversamos con ella sobre su elección de lenguaje, la redacción del relato y el panorama mundial de la literatura contemporánea china.
Dentro de la casi infinita historia de la literatura no debe haber casos de escritores hispanoparlantes que hayan decidido tramar su obra en chino. Las razones son evidentes -la dificultad del chino, las distancias-. La periodista y escritora Isolda Morillo acaba de dar con éxito ese paso.
Es sin duda una de las periodistas extranjeras que mejor conocen este país, con el que tiene una intensa relación desde siempre. Llegó a China por primera vez a los doce años y después de largas peripecias se estableció nuevamente en Beijing.
Su relato El Amante Ideal fue publicado en la prestigiosa revista de la librería One Way Street -uno de los corazones de la cultura pekinesa- con una tirada de 10.000 ejemplares.
Una vez me dijiste que tu pasaporte es el lenguaje, y la frase me llamó la atención. ¿Podrías contar qué significa para vos sobre todo en este contexto en el que has decidido escribir en chino?
El pasaporte representa muchas cosas. Representa una identidad, pero también un documento de viaje. Creo que los idiomas nos permiten hacer lo mismo. Viajar a través de diferentes realidades, culturas, sensaciones, vidas… Es un documento que nos ayuda a atravesar fronteras.
A pesar de haber venido a China en los 80 por primera vez, y de haber vivido aquí muchos años (a veces con largos intervalos en otros países) siento que recién empiezo a llegar a China, ahora que empiezo a escribir en este idioma. Llego con este pasaporte bajo el brazo, que es poder comunicarme a través de los símbolos chinos.
¿Qué significa esta publicación para ti?
La revista donde aparece mi cuento es una publicación china, dirigida a lectores chinos, sobre todo a jóvenes urbanos. Hay algunos que la llaman el "Newyorker" de China, me imagino por el contenido que tiene este. Tanto el fundador de la revista como el director son jóvenes intelectuales y periodistas chinos.
¿Qué significa para mi? Pues, significa poder dirigirme a un público chino, tener un intercambio directo, sin tener que pasar por una traducción. Es además poder usar un idioma y cosas que he vivido en este país durante los últimos años. El lenguaje también nos hace, y no me imagino vivir en China y no poder comunicarme en este idioma.
Además, claro, también la oportunidad de tocar temas personales, no periodísticos, la posibilidad de compartir literatura (a pesar de que mi cuento es bastante autobiográfico).
Es una reivindicación de lo romántico. Porque como lo dice el titulo “El Amante Ideal”, es una historia de la búsqueda de una complicidad amorosa que nunca se da, una complicidad de ideales también.
¿Cuáles han sido las dificultades y facilidades específicas de la lengua?
Comparar el chino y el castellano es como comparar un Mac y un PC, son dos sistemas distintos. (Esto es broma…)
Quiero decir que el idioma que nosotros hablamos, ya sea con raíces latinas para el castellano, o germánicas para el inglés, es básicamente fonético, y tiene una estructura gramatical muy diferente al idioma chino. Por otro lado, nuestras historias son muy distintas, las referencias no tienen nada que ver entre sí. En América Latina tenemos una tendencia a mirar a occidente y pensar que compartimos el mismo bagaje intelectual, por ejemplo, conocemos mejor la mitología griega que la andina, etc. En todo caso, China tiene sus propias leyendas, mitos, arquetipos, tiene su propias tradiciones, existe otro inconsciente con otra estructura de pensamiento. Entonces, ¿eso cómo se compara?
¿Cómo lo puede uno aprender?
Es casi como entrar en otra dimensión que aparenta ser muy parecida a la nuestra, pero no lo es.
Hay muchos que dicen que el chino en si es un idioma-metáfora. Porque está basado en los símbolos. Es un idioma en el que cada ideograma tiene una infinidad de lecturas y representaciones dependiendo del contexto. Aprender todo esto me ha tomado años, meterme no sólo en el idioma, sino en la cultura, sumergirme en esto ha sido algo lleno de dificultades, pero también una aventura absolutamente alucinante.
Has relatado en tu cuento episodios de tu propia vida. ¿Cómo eliges qué partes contar y qué partes no?
Es un cuento autobiográfico, pero hay una diferencia entre contar la vida de uno y escribir una ficción basándose en experiencias propias. En realidad, muchas de las cosas que cuento no sucedieron, o sucedieron de otra manera. Los hechos son excusas para hablar de otros temas. Por ejemplo, el tema de la memoria. En el cuento la chica, una peruana que viene a China con sus padres, pierde la memoria, y no recuerda partes de su vida. Luego, ella intenta recuperar la memoria, o reconstruirla, y es algo con lo que juego en el cuento.
Hay varios momentos en los que me refiero a un “padre” y “madre” de esta chica. El “padre” sufre de ataques de ansiedad en el avión cuando vuelve del Perú a China, donde esta trabajando en Pekín como profesor. En el cuento digo que la ansiedad era causada por la nostalgia, por el miedo de dejar su país, su cultura, su familia y amigos. La “madre” se sienta por las tardes a “conversar” con las plantas que han brotado de las semillas de ingredientes peruanos que ella ha plantado en el balcón de la casa de Pekín de esta familia peruana. La madre habla en español con las plantas, y la hija le pregunta: "cómo sabes que esas plantas hablan español y no chino?".
¿Estas cosas sucedieron en mi propia vida? No lo sé. En todo caso, todo esto, real o no, me sirve para narrar un cuento.
¿Nunca escribes ficción o poesía en español?
He publicado cosas en el Perú y en español, pero hace mucho. A pesar de que parece que fue ayer que me fui del Perú, creo que fue hace casi 20 años que no vivo allí. Yo quiero que me lean las personas que ahora tengo más cerca, estas personas son ahora el público chino. He vivido de manera ininterrumpida en China en los últimos diez años, las cosas que aquí suceden me afectan e influyen, claro, de manera personal… a pesar de que quizás sea lo más natural para mí escribir en español, ahora prefiero escribir en chino.
¿Cómo ves el panorama actual de la literatura china?
Lo que veo es gente con muchas ganas de crear, de escribir, tanto poesía, crónicas, ficción. Hay muchas revistas, muchos eventos literarios. Las cosas más interesantes suceden en la esfera popular, en este ámbito los encuentros literarios son organizados por el sector privado, por iniciativas de la gente, subvencionados de muchas maneras, ya sea por especie de “mecenas” o sino empresas que ven en la literatura una manera de mejorar su imagen, o sino los escritores mismos que buscan la manera de financiar sus proyectos. Por otro lado, está la literatura “oficialista”, escritores y eventos financiados por el Estado que es algo completamente diferente, mucho más formal, y mucho más en una línea oficial, o de lo políticamente correcto.
Muchos escritores tienen que vivir en estos dos medios al mismo tiempo, porque para muchos es muy difícil prescindir del apoyo del Estado, sin los premios o subvenciones que da este para promover la literatura, sin las grandes casas de edición estatales. Pero hay otros que prefieren no tomar el riesgo de verse atados a esta línea oficial e intentan acceder al público a través de otras vías. Hay muchos escritores independientes y lamentablemente esta es la literatura que menos se conoce, y digo lamentablemente porque al conocerse menos también son lo que tienen menos acceso a las actividades de intercambio que suelen ser oficiales, o tienen menos oportunidades de promoverse fuera.
La censura es algo que afecta muchísimo a los escritores, no sólo por lo que está permitido o no publicarse dentro de China, sino también por las barreras para acceder a la información, ya sea a través de Internet, o de las publicaciones que llegan a China. Y luego el temor, el temor de que un libro sea censurado y no sólo haya riesgos personales sino económicos. En fin.
Ahora se vive un periodo de crecimiento económico, pero es evidente que la gente en China no sólo piensa en dinero. He participado en eventos literarios repletos de jóvenes que incluso en muchos casos viajan desde otras provincias para asistir a estas reuniones.
Hace poco me invitaron a una especie de maratón de poesía donde cada uno tenía que leer tres poemas, y luego comentarlos con los asistentes. Esto no estaría tan mal si los poetas invitados no fuésemos casi 30. Sólo en la lectura estuvimos más de tres horas, y en el debate otras tres horas. Aquello empezó a las seis de la tarde y terminó a la medianoche. Y no estoy hablando de recitales de novatos, ese día asistieron a este recital maratónico algunos de los mejores poetas de la escena pekinesa. Al final del evento, el organizador, un poeta y editor me dijo sonriendo, “es que China es un país de poetas”.
Para mi eso muestra algo. Por un lado seriedad, y al mismo tiempo una energía creativa con un vínculo fuerte con la literatura. Creo que la poesía y la literatura están aún muy vivos en China. Esta energía necesita quizás airearse un poco de lo que pasa fuera, no sólo en Europa, Estados Unidos, sino airearse, toparse con lo que sucede en África, en América Latina, en el mundo. Necesita quizás ser menos insular.
Los autores chinos son muy curiosos, y siempre te comentan sobre autores de América Latina, ya sea Borges, Llosa, García Márquez, Bolaño, entre muchos otros que han influido en la literatura contemporánea china, y eso con escaso intercambio. Hay que imaginarse lo que podría pasar si la literatura china (tanto la clásica como la contemporánea) se da a conocer más en el mundo.
Además, China es un país muy diverso, con muchas etnias, o culturas que viven dentro de lo que hoy es la República Popular, y eso se conoce aún menos.
Decís, "creo que la poesía y la literatura están aún muy vivas en China". ¿Por qué decís "aún"?
Por los cambios que han tenido lugar en este país en las últimas décadas, muchos tan fuertes y de alguna manera desconcertantes. Es como si cada movimiento estuviese negando al anterior, esto ha generado un estado de desorientación, confusión en temas de valores, de conocimiento de la tradición, en los referentes culturales, etc. Aparte de esto existe una censura que también tiene un peso importante en el proceso creativo. Lo que puedo observar es como la gente encuentra sus propios espacios para seguir creando, sus propios cafés, revistas, y eventos donde presentar sus obras.
Lamentablemente la censura impide un mayor flujo de ideas, pero es a pesar de esto que la gente sigue escribiendo poesía y haciendo literatura, y hay cosas muy originales y auténticas.
Una prioridad del gobierno chino es publicar más autores chinos afuera. ¿Te parece que la literatura china tiene oportunidades de difundirse más en el extranjero? ¿Cuáles serían sus oportunidades y sus obstáculos?
Creo que existe un gran desconocimiento de la cultura china en general fuera de este país, sobre todo fuera de Asia. Ahora, para poder darse a conocer se necesita de todo un sistema que ahora no existe: más traductores, mejor marketing, incluso mejores periodistas que puedan difundir la obras fuera.
Una vez hablé con una revista en Estados Unidos que se dedica a hacer críticas literarias, y me dijeron que era imposible para ellos escribir sobre autores chinos porque ellos sólo escribían críticas de obras traducidas, y no de lo que está en chino. Por todas estas razones, la literatura china es bastante desconocida fuera de los círculos de sinólogos.
Por otro lado, el gobierno chino tiene ciertos criterios de promoción literaria, por ejemplo, promueve autores que pertenecen a la Asociación de Escritores (asociación oficial que pertenece al Estado), o autores que se encuentren dentro de una línea. No quiero decir que dentro de estos grupos no pueda haber buenos autores, los hay muy buenos dentro de la Asociación de Escritores, pero también hay muchos fuera de ella, pero que están bastante marginalizados. Todo esto hace que no se conozca la diversidad de lo que se produce en el país, al ser casi todas las iniciativas de promoción estatales. Las editoriales privadas son pequeñas y no tienen ni los medios ni recursos para promover autores no-oficiales fuera. Entonces, tenemos el panorama que tenemos actualmente.
¿Qué estás escribiendo ahora?
Varias cosas, poesía sobre todo, y otros cuentos, siempre en chino.
[Crédito foto: Archivo de Guillermo Bravo] También puedes leer:
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