Crisis? Que crisis?" titula el periódico oficial China Daily su artículo publicado hoy, 13 de octubre, sobre la lista Hurun. En China el pensamiento de que la crisis mundial no afectaría la economía nacional fue una voz impulsada desde los altos mandos. La confianza, basada en un crecimiento a dos cifras, llenaron de altas expectativas a los empresarios chinos. Sin embargo, cuando a finales de 2008 diversas fábricas en el sur de China tuvieron que cerrar por la baja de las exportaciones, Wen Jiaobao tuvo que afirmar, delante de la élite económica mundial en el foro Davos el pasado enero, que la economía china no era invencible y que se estaban enfrentando a " a retos graves: una disminución de la demanda interna, un exceso de capacidad de algunos sectores, mayor desempleo y una presión a la baja del crecimiento económico". Efectivamente el crecimiento de China en 2008 bajó al 9% y este año se anticipa, bajará a un 8%.
La Lista Hurun, llega como una confirmación -capitalista y reducida- de que la crisis aunque si se sintió en China, no llegó a ser tan fuerte para impactar a un gigante de 1,300 millones de personas. La lista revela que el número de magnates chinos creció. China pasó de tener 101 millonarios -poseedores de más de 1,000 millones de dólares- en 2008 a 130 millonarios este año, convirtiendo al dragón asiático en el segundo país con más millonarios del mundo, después de Estados Unidos que tiene 359. Rupert Hoogewerf, responsable de la consultora Hurun y compilador de la lista, afirma que el número real de magnates en China "puede ser hasta de 260. Aún hay un gran número de multimillonarios alejados de los radares".
La crisis si se sintió. Esto lo demuestra los 30 millones de desempleados que se calcula tendrá China a finales de este año, la reducción de gastos e incluso cierre de muchas fábricas. La economía china ha debido volcarse a su consumo interno para reducir su dependencia a las exportaciones y aunque las cifras de este año parecen alentadoras, la incertidumbre siempre queda en países protegidos por fuertes gobiernos. Un cambio en el bienestar económico del 0.0000001% de la población es una cifra irrisoria para determinar un real impacto de la crisis en China.
[Foto: Vendedor de muebles usados en el hutong Babaokeng de Beijing]