El viernes cerró el roadshow de turismo suramericano en China, impulsado por Colombia, Chile, Argentina y Perú. Tres ciudades -Beijing, Shanghai y Guangzhou- y tres días para acercar a los operadores turísticos chinos con los suramericanos y para seducir al mercado turístico más dinámico del mundo. Es la primera vez que cuatro países latinoamericanos se unen en China para promover de forma conjunta el turismo en la región.
La iniciativa, que nació como política a nivel ministerial de los países de la zona Mercosur, está pensada con el objetivo de posicionarse como región turística. “Gran parte de los turistas chinos ya conocen Europa y América del Norte, y están buscando nuevos destinos”, señaló a China Files Mariano Vila, coordinador para Asia Pacífico de Argentina Travel. Integrarse es una acción estratégica de los cuatro países, pues “así se fortalece la marca Suramérica y se fortalece cada uno de los destinos”, declaró Carolina Valenzuela, directora de Turismo Chile para la región. Colombia decidió unirse al grupo: “entendemos que es mucho más fácil promovernos en conjunto que solos”, afirmó Alejandro Ossa, director de ProExport en China.
El turismo chino se ha convertido en uno de los más apetecidos del mundo. Sus patrones de viaje en grupo y de gasto de lujos los hacen cada vez más un ingreso atractivo para cada país. En 2010, 50 millones de turistas chinos se desplazaron por el mundo, principalmente hacia Europa y Estados Unidos, gastando cerca de 48.000 millones de dólares. Se estima que para este año el número se elevará a 60 millones de personas y que en 2020 China ya se convertirá en la principal fuente de turistas en todo el mundo.
Suramérica, con sus imponentes paisajes naturales y ruinas arqueológicas, comienza a posicionarse como el destino mágico, extremo y de nuevo mundo para la mentalidad china. “Se está creando una moda de viajar a la región y el boca a boca está funcionando entre la élite china”, señaló Laura Ortiz, gerente de ventas de Quimbaya Tours. La compañía colombiana, que opera en doce países de la región y en Singapur, reportó un aumento de grupos de otros países asiáticos como Filipinas, Indonesia y Malasia.
Precisamente el turismo chino al que más se está apelando es el de alta gama, debido a los altos costos de ir a Suramérica. Si un viaje de diez días a Europa cuesta 20.000 RMB (3.144 dólares), uno de 15 días en América Latina podría alcanzar, como mínimo, los 60.000 RMB. Dada la distancia de 18 horas de vuelo, los turistas chinos tienden a incluir varios países en un solo viaje, un hecho que al final genera costos mayores.
“Suramérica no es un destino barato y Colombia es particularmente caro. El que quiera ir debe tener tiempo y dinero”, afirmó Ricardo Ramírez, director de Aviaexport, una de las compañías colombianas presentes. Los chinos están buscando destinos nuevos, exóticos y de alto nivel, según Ramírez, y Colombia tiene muchos elementos como calzar con la imagen exótica del nuevo mundo. Personalizar servicios para este grupo de turistas es una práctica que ya se lleva a cabo en Europa e incluso otros países latinoamericanos, como es el caso de los cruceros de lujo a la Antártida que ofrecen Antarpply Expeditions en Argentina y Antarctica XXI en Chile.
En el caso colombiano, las opciones podrían ir desde preparar toures cafeteros con cabalgatas por los cafetales y recoger café hasta experimentar la cultura de la salsa. “La salsa es una marca que está muy bien posicionada en China, incluso más que el café. Siempre me preguntan dónde se encuentra la capital de la shasha”, declaró Ramírez.
La falta de vuelos directos, los problemas de conectividad interna –tanto nacional como internacional- y los altos costos de desplazamiento son problemas que preocupan a los chinos. Sin embargo, el obstáculo principal es el de la obtención de visas. La mayoría de los chinos presentes en el roadshow citaron éste como el mayor obstáculo, especialmente para quienes viven lejos de Beijing y de las grandes ciudades. Colombia, que a diferencia de otros países suramericanos no cuenta con consulados activos en Guangzhou ni Shanghai, se convierte así en un destino más difícil que sus vecinos, pues obliga a los viajeros a desplazarse hasta la capital.
El turismo chino de ocio en Colombia es casi inexistente, ya que el que hay se limita principalmente a empresarios en viajes de negocios que suelen incluir algunos días en Cartagena. Diana López, una colombiana que trabaja con la empresa Beijing Meian Holiday Travel Service, lleva más de tres años organizando viajes empresariales para chinos. Para ella, el tema de las visas no es un problema pues maneja grupos de alto nivel empresarial, pero sí lo es la ausencia de guías especializados –preferiblemente nacionales chinos profesionales en ingeniería o administración- que conozcan de lleno el ámbito empresarial colombiano y sepan bien español.
Sin embargo, existe un reto mayor: definir a qué tipo de turismo se le va a apuntar en China y con cuáles emblemas nacionales se quiere entrar para seducirlos. En China, Perú usa a Macchu Pichu y Argentina, el tango, el fútbol y la Patagonia. Estos íconos sirven para atraer la atención y una vez deciden viajar, buscan otros lugares para conocer y explorar. En Colombia, la región cafetera, la Amazonía, el Parque Tayrona -que conjuga montaña nevada, mar y restos arqueológicos en un solo sitio- o la “capital de la salsa” tienen el potencial para convertirse en destinos preferidos.
Además, el turista chino que llegará a Colombia y a otros países de la región, es uno de alto poder adquisitivo. Esto permite a los países a apuntar a turismo de alta gama, que facilita la creación de plataformas exclusivas con opciones como cruceros, expediciones extremas, compras de lujo –oro, esmeraldas y cuero- y servicios como hoteles boutique y centros empresariales de talla internacional.
“Colombia tiene que decidirse a desarrollar un ícono para el turismo y esa es una decisión política”, concluyó Ramirez. “El turismo es una de las herramientas más poderosas para unir comercial, política y culturalmente a los países. Si nosotros como país queremos acercarnos a China, debemos hacer un esfuerzo especial”.
Publicado en Portafolio (Colombia)
[Fotografías de Andrés Bermúdez Liévano]