El jueves 10 de julio terminó la sexta ronda del Diálogo Económico y Estratégico entre China y Estados Unidos, que hoy es una de las conversaciones bilaterales más importantes del mundo. Los resultados diplomáticos no fueron significativos y pusieron de relieve profundas diferencias entre ambos países; mientras en el campo económico hubo importantes avances y anuncios.
En diplomacia mal y en economía bien, es el balance más breve posible de la sexta ronda del Diálogo Estratégico y Económico entre China y Estados Unidos. La ronda, que podría llamarse informalmente la cumbre G2, fue encabezada en el campo diplomático por John Kerry y Yang Jiechi, secretario de Estado de EEUU y consejero de Estado de China, respectivamente; y en el económico por Jack Lew, secretario del Tesoro de EEUU, y Wang Yang, el vicepresidente de China.
Las agendas diplomáticas de China y Estados Unidos chocaron por temas como el espionaje, las disputas territoriales en el mar del Sur de China, y las diferencias con respecto a la visión que ambos países tienen de la influencia que cada uno debe tener en la región asiática. El ambiente de las conversaciones diplomáticas se tornó sombrío desde el miércoles 9 (el primer día de la ronda), cuando el diario estadounidense New York Times publicó que hackers chinos habían infiltrado las bases de datos de la Oficina de Administración de Personal de Estados Unidos, que es la agencia que reúne toda la información privada de los empleados federales, como sus direcciones domiciliarias e información relacionada con su salud, sus cuentas bancarias, sus familias, y asuntos similares. "Afortunadamente no fue afectada ninguna información", le dijo un funcionario estadounidense al diario neoyorquino.
Durante la rueda de prensa que ofrecieron los altos funcionarios de ambos países al cierre de la ronda, John Kerry, el secretario de Estado de EEUU, se refirió al cíber-espionaje empresarial, que China ha negado varias veces realizar: "La pérdida de propiedad intelectual a través de la red tiene un efecto aterrador sobre la innovación y la inversión", advirtió. Aunque luego añadió: "tuvimos un intercambio franco con respecto a temas de seguridad virtual […] y es importante que sigamos discutiendo en este campo".
Las conversaciones en torno a la influencia cada vez mayor de China en la zona del Pacífico, y en especial con respecto a las disputas territoriales que el país tiene con sus vecinos por diversas zonas del mar del Este de China y del Sur de China, llegaron aparentemente a un punto muerto. Es lo que sugiere la declaración del consejero de Estado Jang Yiechi: "El lado chino reafirmó su posición más importante con respecto al mar del Este de China y al mar del Sur de China. Reafirmó que China está comprometida con mantener su soberanía territorial y sus derechos marítimos […]. El lado chino le urgió a los Estados Unidos que tomara una posición objetiva y justa, y honrara su compromiso de no tomar bandos y de jugar un papel constructivo en la región".
Irónicamente, al tiempo que en las rondas los diplomáticos se distanciaban, o en el mejor de los casos mantenían sus posiciones iniciales, los ejércitos de China y Estados Unidos estrechaban sus lazos como consecuencia de un ejercicio militar conjunto en el Océano Pacífico, que se proyectó para este año durante la ronda Estratégica y Económica del 2013, en Washington.
Desde el 9 de julio, mientras los altos funcionarios se reunían en Beijing, ambas fuerzas navales realizaron simulacros conjuntos. Según publicó la agencia de noticias del estado chino Xinhua, "durante los ejercicios marítimos […] los barcos chinos participarán [con los estadounidenses] en operaciones de prueba de armas, rescate de suministros en el mar, control de daños, anti-piratería, habilidades de atención a desastres, interceptaciones coordinadas y aterrizajes, y ataques conjuntos por parte de buques de guerra y helicópteros transportados sobre naves".
Los avances en el frente económico son más alentadores que los diplomáticos. El anuncio más importante de la ronda fue que china planea liberalizar por completo sus tasas de interés de aquí a dos años. En el marco de la ronda, Zhou Xiaochuan, el presidente del Banco Popular de China (el banco central), dijo durante una rueda de prensa: "El cronograma para liberalizar las tasas de interés probablemente se dará según las condiciones de la economía doméstica y la economía mundial, pero creemos que podría completarse de aquí a dos años".
Un punto que interesaba profundamente a Estados Unidos era que china permitiera la apreciación del yuan renminbi. Sin embargo, este tema de las conversaciones concluyó en un punto muerto.
Al final de la reunión, el vicepresidente de China, que encabeza la política económica del país y quien es uno de los líderes que más impulso le ha dado a las reformas liberalizadoras, dijo: "Ambos lados acordaron fortalecer la cooperación financiera, incluyendo cooperación en las áreas de banca de sombras, derivados financieros informales, supervisión transfronteriza y estándares de contaduría. Ambos lados le dan la bienvenida a las conclusiones del acuerdo intergubernamental con respecto a la Ley de Cumplimiento de Impuestos en Cuentas Extranjeras, y los Estados Unidos se comprometen a tratar a las instituciones financieras chinas como parte de las que cumplen esta ley".