La verdad sobre China: ¿Hay fuegos artificiales en exceso durante el Año Nuevo Lunar?

In by Andrea Pira

Se dice que es el país donde se inventó la pirotecnia. Sin embargo, la contaminación y el riesgo de accidentes son factores que han influido en que hoy sea más difícil disfrutar de esta tradición. En la China continental, más de 600 ciudades han impuesto restricciones sobre la venta de pólvora. Los chinos atribuyen la invención de los fuegos artificiales a un monje de la dinastía Tang (años 618 – 907 ) llamado Li Tian, quien usó ramas de bambú rellenas de polvo negro. Tradicionalmente, se creía que el sonido servía para ahuyentar a la mala suerte y a los malos espíritus, específicamente a un monstruo llamado ‘Nian’, palabra que tiene la misma pronunciación que ‘año’ en mandarín.

El lugar de estas leyendas es Liuyang, en la provincia de Hunan (sureste), que hoy se autodenomina la ‘capital mundial de los fuegos artificiales’ e incluso cuenta con su propio museo sobre la historia de la pólvora.

Mito:

Tendría sentido común creer que el país que inventó los fuegos artificiales haga honor de esta herencia durante su celebración más importante: el Año Nuevo Lunar. ¿Todos en China se exceden en los espectáculos pirotécnicos?

Realidad

Lo cierto es que el incremento de la densidad en las metrópolis, los casos de accidentes y la contaminación atmosférica han hecho que el gobierno chino haya comenzado a regular -e incluso prohibir- la compra y uso de la pólvora por parte de los ciudadanos. Cada ciudad ejecuta su propia normatividad.

El pasado 3 febrero, el Ministerio de Protección del Medio Ambiente de China pidió a todas las autoridades regionales implementar restricciones durante estas fechas. En respuesta, informó la agencia oficial Xinhua, 138 ciudades prohibieron el uso de la pólvora mientras que otras 536 lo permitirán con ciertas restricciones.

Por ejemplo, la ciudad de Nanjing (provincia de Jiansu) prohibió la pólvora por completo. Los ciudadanos que violen la norma pueden ser multados o incluso encarcelados y, según reportes de la prensa local, los residentes que reporten a vecinos no cumplan con la restricción pueden recibir una ‘recompensa’ de 100 yuanes (unos 16 dólares).

Como fuente de contaminación atmosférica, los fuegos artificiales son vistos con preocupación por ciudadanos y gobernantes locales como uno de los elementos que contribuyen al denso smog que cubre algunas ciudades como Beijing durante el Festival de Primavera.

Entre más se deteriora la calidad del aire, más aumenta la presión para que se implemente una protección ambiental más estricta. Un reporte del Ministerio de Protección del Medio Ambiente publicado este mes indica que el año pasado, 66 de las 74 ciudades más grandes del país fracasaron en su intento de cumplir con los estándares básicos de calidad del aire. La lista, como era de esperarse, incluye a la capital.

Un estudio de la Universidad Jiao Tong de Shanghái estimó que una explosión de pólvora puede llegar a contaminar hasta 10 metros cúbicos de aire con elementos peligrosos como metales pesados, azufre, dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono.

Aunque ya hay compañías que fabrican pirotecnia ‘verde’, el precio es entre 10 y 15 más alto que el de los fuegos artificiales convencionales, según el portal oficial de la provincia de Anhui. Eso quiere decir que no estará disponible para todos los bolsillos.

La seguridad es también una preocupación durante el Año Nuevo Chino. Miles de personas quedan heridas cada año debido al mal uso de la pólvora, indica Xinhua. En el 2014, durante esta temporada, solo en Changchun (provincia de Jilin) más de 80 personas tuvieron que ser hospitalizadas y 13 edificios quedaron severamente dañados a causa de incendios y mala manipulación de la pólvora.

Informes de Xinhua reportan que las prohibiciones a la pólvora a nivel municipal comenzaron a finales los 80 e inicios de los 90. Sin embargo, los residentes nunca tomaron esas medidas en serio y tampoco hubo vigilancia policial. A partir del 2000, varias ciudades comenzaron a regular los horarios y fechas para la detonación de pólvora.

El South China Morning Post informó que Beijing acabó con una prohibición de 13 años en el 2006, lo que después llevó a una descomunal muestra pirotécnica escasamente regulada y, tres años después, al polémico incendio de un edificio de 34 pisos de la cadena oficial de televisión CCTV. Un bombero murió y siete personas resultaron heridas en ese incidente.

Desde entonces, Beijing es una de las ciudades más estrictas en el uso de pólvora. Sí es posible comprarla con anticipación en 942 puntos de la capital, pero los pedidos se redujeron en un 20 por ciento este año, de acuerdo con informes de Xinhua. El gobierno municipal también redujo el tiempo en los que se puede vender a solo 11 días (antes eran 20) y aprobó 100 licencias de venta menos que el año pasado.

A pesar de las regulaciones, es normal caminar por Beijing esta semana y verse sorprendido por el sonido de petardos en las calles, en especial en los distritos por fuera del quinto anillo.

En Shanghái, luego de la estampida que dejó 36 muertos durante los fuegos artificiales del pasado 31 de diciembre, este Año Nuevo Lunar será más sobrio que los anteriores. En esta ocasión la ciudad canceló su festival de lámparas del Jardín Yu, el cual convoca a unas 3 millones de personas durante siete días. Además, el uso de pólvora está prohibido en más de 15 zonas de la ciudad.

Veredicto

Si bien la mayoría de las ciudades chinas esperan el Año Nuevo Lunar para lucirse en los espectáculos de pirotecnia, el fenómeno no es tan excesivo como en el pasado. Es cierto que muchos ciudadanos todavía se aferran a esta tradición, pero no todas las ciudades chinas se convierten en una fiesta de luces.

Aunque para algunos chinos restringir la pólvora en estas fechas implica también la pérdida paulatina de su herencia cultural, las densas mega-ciudades son todo menos los lugares ideales para salir con toneladas de pólvora a la calle y ‘ahuyentar la mala suerte’.

Si todas las restricciones a la pólvora son efectivas es algo discutible. Los medios chinos reconocen que muchos ciudadanos pasan por encima de la prohibición recurriendo a ventas clandestinas. Zhang, un residente de Beijing, le dijo a Xinhua esta semana: “La gente enciende la pólvora en muchas áreas grandes y después se van corriendo, ¿cómo se puede controlar eso?”

Crédito foto [AFP]

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