Comenzó el Festival de Cine de Berlín, uno de los tres más importantes del mundo y el primero del año. Entre los films que compiten por el Oso de oro figura White deer plain de Wang Qian’an, uno de los más reconocidos directores de la sexta generación del cine chino.
Wang Qian’an no es un extraño en la Berlinale. El matrimonio de Tuya, que narra la historia de una familia nómada en las estepas de Mongolia Interior, se alzó con el máximo galardón del festival en 2007. Su quinta película, Apart together, se llevó el premio al mejor guión hace dos años por su historia de un soldado nacionalista que regresa tras haber huido en 1949 para encontrar a su esposa casada de nuevo y a un hijo que nunca había conocido. En esta ocasión estrena White deer plain, una película basada en la novela del mismo nombre de Chen Zhongshi que narra la historia de dos familias enfrentadas en una aldea de Shanxi durante la primera mitad del siglo XX y que fue vetada durante años por sus escenas de sexo.
Competirá, entre otros, contra las últimas películas del filipino Brillante Mendoza, los hermanos italianos Paolo y Vittorio Taviani, el estadounidense Billy Bob Thornton y el francés Benoit Jacquot. Hasta el momento tres películas chinas se han llevado el Oso de oro en Berlín: aparte de la tercera película de Wang lo hicieron Woman sesame oil maker de Xie Fei en 1993 y Sorgo rojo, el debut de Zhang Yimou, en 1988. A esos triunfos chinos hay que añadir una Palma de oro en Cannes –Adiós a mi concubina de Chen Kaige – y cuatro Leones de oro en Venecia, para La historia de Qiu Ju y Ni uno menos de Zhang Yimou, Still life de Jia Zhangke y Lust, caution de Ang Lee.
El jurado de la sección oficial lo lidera el realizador británico Mike Leigh, que estará acompañado por el director iraní Asghar Farhadi -cuya Nader y Simin: una separación ganó aquí el año pasado -, la actriz francesa Charlotte Gainsbourg y el director francés François Ozon. El Oso de oro honorario le correspondió este año a Meryl Streep.
También regresa a la Berlinale, aunque fuera de competencia, Zhang Yimou. Esta vez proyectará su épica Las flores de la guerra, que explora la masacre de Nanjing perpetrada por los japoneses en 1937 a través de los ojos de una niña de 13 años que toma refugio en una iglesia. Allí coincide con un grupo de niñas de un convento y con otro de prostitutas y con un sepulturero estadounidense que se hace pasar por cura, interpretado por Christian Bale. Con un presupuesto de 90 millones de dólares, la mayor superproducción de la historia del cine chino busca conquistar públicos más allá de sus fronteras.
Fuera de competencia también estará la superproducción en 3D de Hong Kong Flying Swords of Dragon Gate, dirigida por el veterano realizador de acción Tsui Hark. La película, que compite con la de Zhang en los premios asiáticos de cine- explora dos viejas leyendas chinas de la dinastía Ming. En la sección competitiva Panorama se proyectarán Love del actor y director taiwanés Doze Niu y el film colectivo taiwanés 10+10, cuyos realizadores incluyen a Hou Hsiao-hsien.
La presencia latinoamericana en esta edición del festival de Berlín es bastante reducida. El único latino en la selección oficial es el colombo-griego Spiros Stathoulopoulos, con su película Meteora. En Panorama sólo estará Xingu, del brasilero Cao Hamburger. Y en Forum Escuela normal de la argentina Celina Murga, La demora del uruguayo-mexicano Rodrigo Plá y Salsipuedes del argentino Mariano Duque.