Chen Kegui (陈可贵), sobrino del activista Chen Guangcheng, fue condenado a tres años y tres meses acusado de “causar heridas intencionalmente”. Chen Kegui fue detenido en abril pasado después de haberse defendido con un cuchillo de cocina de unos hombres sin identificación que habían ingresado a su casa sin autorización.
Antes de ser detenido, Chen contó que los asaltantes habían ingresado a su casa buscando a su tío, quien durante esos días se había fugado de la prisión domiciliaria a la que estuvo sometido durante 19 meses.
Luego de haber expulsado a los asaltantes, Chen se entregó a la policía, explicando que había actuado en legítima defensa.
Sin embargo, quedó detenido durante más de seis meses. El pasado 30 de noviembre fue sometido a un juicio express de apenas cinco horas de duración. Ni sus abogados ni su propia familia pudieron entrar al juzgado.
Su padre, hermano de Chen Guangcheng, Chen Guangfu, le fue comunicado que iría a juicio cuatro horas antes, y aún así, ni a él ni a su esposa les fue permitido presenciarlo, según informó The Guardian.
“Las acciones de Chen Kegui fueron en legítima defensa y de ningún modo representan un crimen. Ningún país civilizado lo consideraría de esa manera. Los funcionarios judiciales encargados del caso han torturado ciudadanos comunes en nombre de los intereses nacionales […], ¿de qué intereses nacionales hablan?”, comentó Si Weijiang, uno de sus abogados, en un post de su blog.
“El gobierno está abusando de la ley, porque la legítima defensa no fue tenida en cuenta. Trataron de golpearlo con un bastón de seis centímetros de grosor, que destrozó la televisión cuando pudo esquivarlo, así que uno puede imaginarse la violencia. El gobierno lo está usando para vengarse de Chen Guangchen”, dijó el activista chino por los derechos de los enfermos de SIDA/HIV, Hu Jia, al hablar con el diario The Telegraph.
La situación de Chen Guangcheng
El militante chino, ciego desde su primer año de vida, saltó a la fama mundial por la persecución a la que fue sometido a partir de su defensa de los derechos de las mujeres de su provincia natal. Chen protestaba fuertemente en contra de los abortos y esterilizaciones forzadas por parte de funcionarios gubernamentales, bajo la justificación del control demográfico.
“La capacidad para limitar el crecimiento demográfico sigue siendo una cuestión clave para ascender dentro de la jerarquía del partido comunista. En gran parte de China, si un funcionario no alcanza la tasa de crecimiento exigida, aunque cumpla con todos los otros objetivos, verá su carrera frustrada por los funcionarios de planificación familiar”, informa The Washington Post.
Trabajando siempre gratis como abogado de sus compatriotas en dificultades, a pesar de haber aprendido abogacía de manera autodidacta, ayudó desde personas ciegas como él, que sufrían elevados impuestos, hasta campesinos que debían soportar las consecuencias de desechos tóxicos en sus campos.
En 2005 atrajo la atención del gobierno chino y al mismo tiempo de la prensa mundial, cuando llegó a Beijing para iniciar un juicio a los funcionarios de su condado por la esterilización forzada de una mujer.
De ahí en adelante, su situación se volvería extremadamente frágil, hasta llegar al punto de pasar cuatro años de cárcel entre 2006 y 2010 por su activismo.
Luego estuvo más de un año de prisión domiciliaria junto a su familia, hasta que en abril de este año se escapó para refugiarse en la embajada de Estados Unidos en Beijing.
Semanas después emigró a ese país, donde vive junto a su esposa y sus dos hijos mientras estudia abogacía en la Universidad de Nueva York.
En una entrevista concedida al Financial Times, declara que planea volver a su tierra natal cuando obtenga su título de abogado. Durante la entrevista declaró: “Saben que si intentan evitar que vuelva [a China], yo no me daré por vencido”.
[ Foto: Voice of America ]
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