La muerte no contada

In by Andrea Pira

Un hombre de negocios de 44 años, quien se convirtió en una de las personas más ricas de China, forjando lazos con algunos de los principales líderes del Partido Comunista, muere en prisión.
La muerte el viernes del empresario Xu Ming fue reportada por varias agencias de noticias, entre ellas la revista financiera Caixin y Wen Wei Po, un periódico de Hong Kong. Sin embargo, poco se ha dicho sobre la muerte de Xu.

Caixin informó que Xu murió debido a un ataque al corazón en la ciudad de Wuhan, en China central, y el domingo sus cenizas fueron llevadas a la ciudad portuaria nororiental de Dalian, donde comenzó su carrera. Iba a ser liberado en septiembre próximo, según informan Wen Wei Po y Caixin.

Millonario antes de cumplir los 30, y multimillonario poco después, su más prominente padre político fue  Bo Xilai, un ex alcalde de Dailan, cuyo gobierno en la década de 1990 dio a Xu lucrativos contratos para “embellecer la ciudad”. Shide Group -de propiedad del Xu- se expandió al negocio de producción de materiales de construcción y bienes raíces. En 1999 compró el equipo de fútbol de Dalian, de propiedad de Wang Jianlin, presidente de Dalian Wanda Group, y actualmente el hombre más rico de China.  

Xu comenzó a hacer gran cantidad de dinero a medida que Bo comenzada a hacerse importante en las filas de la dirección del partido. Para 2005, Xu se convirtió en el octavo hombre más rico de China, según la revista Forbes, y se centró gran parte de sus inversiones en el crecimiento de la industria de seguros del país.

Pero no todo fue un cuento de hadas. La caída de Bo Xilai, en marzo de 2012, fue seguida rápidamente por la propia caída de Xu. Cuando Bo fue acusado en 2013, los fiscales argumentaron que había recibido millones de dólares en sobornos provenientes de Xu Ming, incluyendo una ostentosa villa en la Riviera francesa. Xu también fue acusado de pagar extravagantes viajes para el hijo de Bo.

Sin embargo, Xu siguió manteniendo estrechos vínculos con muchos líderes prominentes, incluyendo rivales políticos de Bo Xilai. En Beijing, Xu compartió un piso de oficinas con la esposa del ex primer ministro, Wen Jiabao, y fue co-inversionista en varias empresas con miembros de la familia Wen. Según se rumora, el empresario mantuvo una relación amorosa con la hija de Wen Jiabao, Wen Ruchun.

La encarcelación de Xu deja en evidencia la delicada posición de muchos ambiciosos empresarios en China. Para tener éxito, ellos intentan hacerse indispensables para los funcionarios del partido y sus familias. A menudo, estas relaciones implican corrupción, entonces, cuando los funcionarios del partido se meten en problemas, sus socios de negocios son arrastrados con ellos.

No se sabe si tras su muerte se realizó una autopsia, pero lo cierto es que sólo dos días pasaron entre la muerte del Sr. Xu y que sus cenizas fueran llevadas a Dalian. Estos hechos recuerdan la misteriosa muerte y la cremación apresurada de un socio de negocios británico del Bo, Neil Heywood. Su muerte, en noviembre de 2011, puso en marcha una cadena de acontecimientos que llevaron a la caída de Bo, pues su esposa, Gu Kailai, fue condenada por el asesinato del británico y está, al igual que su marido, encarcelada de por vida.

[Crédito foto: rfa.org ]

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