La fuga de “El Chapo” Guzmán, el Cártel de Sinaloa y sus vínculos con China

In by Andrea Pira

Según expertos, el Cártel de Sinaloa es la organización delictiva más extensa y violenta del planeta, con presencia en más de 50 países. Ximena García, nuestra colaboradora mensual, al tiempo que explora los crecientes vínculos del cártel mexicano con las mafias de China, explica que tras la fuga de "El Chapo" Guzmán, el grupo criminal podría expandir aún más su poder y alcance mundial.    
En la actualidad, las instituciones comerciales y financieras defienden a capa y espada las bondades de la globalización y el libre comercio. Sin embargo, con esta tendencia internacional, no sólo se expanden las empresas y servicios financieros, sino también las actividades y alcances de los grupos delictivos. La fuga de “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, no sólo representa un golpe para la legitimidad del gobierno de Peña Nieto, sino que tendrá repercusiones importantes en América, Europa, África y Asia.

Debido a la clandestinidad, la mayoría de los procesos y dinámicas del crimen organizado y su relación con acontecimientos internacionales pasa desapercibida por la gente común. Sin embargo, aún a miles de kilómetros de distancia y varias fronteras de por medio, lo que pase en un país remoto puede tener consecuencias de gran magnitud al otro lado del mundo.

Tal es el caso del Cártel de Sinaloa. Aunque la organización surgió y creció en México, debido a factores internos, su expansión durante la primera década del siglo XXI se debió también a la invasión de Afganistán –que disminuyó su producción de heroína, abriendo un nuevo mercado para el cártel– y el aumento en la demanda de drogas sintéticas en Estados Unidos.

Ahora, el Cártel de Sinaloa es considerado por expertos como la organización delictiva transnacional más grande y violenta del mundo, con ganancias calculadas en tres mil millones de dólares anuales y presencia en más de cincuenta países de América, Europa, África y Asia. En el caso específico del Sudeste Asiático, el grupo liderado por “El Chapo” tiene vínculos con dos de las mafias chinas que se han convertido en los mayores productores de precursores químicos para la fabricación de metanfetaminas. Estas organizaciones operan tanto en China continental como en Taiwán y Hong Kong. La primera, conocida como 14K, cuenta con aproximadamente 25.000 miembros; la otra, Sun Yee On, con más de 50.000.

Como consecuencia de su expansión, la presencia del Cártel de Sinaloa en el Sudeste Asiático es cada vez es más visible. En 2011, tres mexicanos fueron sentenciados a muerte en Malasia por operar un laboratorio de metanfetaminas. Los tres eran originarios de Sinaloa y estaban presuntamente relacionados con el cártel. Posteriormente, en Manila, fuerzas de seguridad filipinas y estadounidenses capturaron a tres sujetos involucrados con el tráfico de metanfetaminas, vinculados también con el Cártel de Sinaloa. En Guangdong, China continental, en enero de 2014, agentes de seguridad arrestaron a 182 sospechosos y confiscaron más de tres toneladas de metanfetamina, propiedad de grupos que supuestamente también trabajan con el Cártel de Sinaloa.

Sin embargo, la relación entre el Cártel de Sinaloa y mafias chinas no sólo se manifiesta en el continente Asiático. Para empezar, se calcula que 80% de las metanfetaminas que se consumen en Estados Unidos se preparan con precursores químicos provenientes de China –ya que la regularización de su comercio es más laxa– mientras que los laboratorios se encuentran principalmente en Centroamérica. En el caso de México, esta relación se hizo visible cuando en 2007 fuerzas de seguridad del Distrito Federal confiscaron más de cinco millones de dólares en efectivo y armas en la casa del ciudadano chino Zhenli Ye Gon, dueño de varias empresas farmacéuticas y supuesto proveedor de precursores químicos del Cártel de Sinaloa.

A menos de un año de su segunda captura –la primera fue en 1993– el pasado domingo 12 de julio, al gobierno mexicano no le quedó otra opción más que anunciar que Joaquín “El Chapo” Guzmán había escapado de la prisión “más segura” del país. Con esto, el líder del Cártel de Sinaloa se consolidó como el narcotraficante más poderoso del mundo –según la DEA– y demostró la debilidad del Estado mexicano tan sólo diecisiete meses después de que el presidente Peña Nieto garantizara públicamente, y ante todo el país, que no se les volvería a escapar. Varios expertos coinciden en que con su libertad el Cártel de Sinaloa expandirá aún más su poder y alcance de sus operaciones. Después de todo, poco importan las fronteras para el crimen internacional.

[Crédito foto: elsoldelaflorida.com]

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