La fortuna de los dirigentes, un dolor de cabeza para el Partido

In by Andrea Pira

En momentos en los que la lucha contra la corrupción es uno de los estandartes de la nueva dirigencia china y en donde ya han caído muchos pesos pesados por casos de malversación, sobornos y tráficos de influencia como Bo Xilai o Liu Zhijun,otro importante informe ha mostrado una cara que molesta al Partido. 

La semana pasada Boxun News, la página web periodística de los chinos de ultramar , con servidores en los EE.UU informó que ex zar de seguridad de China Zhou Yongkang habría sido puesto bajo arresto domiciliario la semana pasada, por haber intentado agredir contra la vida del presidente y por graves casos de corrupción. Zhou fue uno de los principales impulsores de la lucha contra la corrupción, pero ahora esta campaña se vuelve en su contra. Junto con Bo Xilai sería otro importante miembro del Partido en caer ante la justicia.

A mediados del mes pasado, otro importante informe ha mostrado una cara que molesta al Partido. No se trata exactamente de corrupción, o por lo menos no ha sido demostrada sino de la fortuna de un importante hombre del Partido y la de sus vínculos. El New York Times publicó el mes pasado una investigación según la cual el banco de inversión americano JPMorgan, -acusado de haber participado en el caso Madoff por no haber denunciado sus operaciones- empleó como consultora a Wen Ruchun, hija de Wen Jiabao cuando este era primer ministro de la república. Wen Ruchun habría recibido de JPMorgan 75.000 dólares por mes desde el 2006 al 2008, según la investigación, basada en documentos confidenciales y públicos y una serie de entrevistas a personas cercanas al caso.

El JPMorgan pagó un total de 1,8 millones de dólares a la empresa de Wen Ruchun, quien operaba bajo el seudónimo de Lily Chang. Si bien contratar a una persona cercana al gobierno no es un acto ilegal, se sospecha que JPMorgan consiguió contratos a través de las conexiones de Wen Ruchun lo que constituiría un caso de tráfico de influencias y sobornos. La Foreign Corrupt Practices Act de Estados Unidos está examinando las relaciones de JPMorgan y Wen Ruchun para determinar si hay ilegalidad en ellas. También se investiga el rol del esposo de Wen Ruchun, e incluso, determinar si el cargo de su padre influyó en su gestión. El banco no ha sido acusado de ningún delito, sino que se investoga su vínculo a la familia Wen y du accionar en China, en donde se sospecha que ha pagado sobornos para conseguir contratos con empresas estatales. Más allá de la ilegalidad de las operaciones, la cantidad de dinero de por medio despierta la sospecha. El salario corriente de un banquero de inversión en Hong Kong ronda los 250.000 dólares al año, mientras que JPMorgan pagaba a Wen 900.000 dólares anuales.

La legislación norteamericana impide a las empresas de ese país dar algo a cambio a personas u organismo para obtener contrataciones o compras, por lo que podría ser imputada. No es la primera vez que los Wen son acusados debido a su patrimonio. Desde que Wen Jiabao se convirtió en el vice primer ministro en 1998, la familia amasó una fortuna secreta a través de una serie de asociaciones y vehículos de inversión, que igualmente fue denunciada por primera vez por el New York Times en una investigación del año pasado. Poco después de la publicación de esta investigación su sitio de internet fue bloqueado en China y sus periodistas han sido limitados en su trabajo periodístico en el país.

La fortuna que la familia Wen ha acumulado más de 2.700 millones de dólares. A pesar de ser de origen humilde, la madre del ex primer ministro chino invirtió 120 millones de dolares en la agencia de seguros Ping An en 2007. Al mismo tiempo, la esposa del Wen Jiabao, apodada “la reina de los diamantes” ha invertido en la industria de las minas y las piedras preciosas, sector controlado por el estado. Es vice presidente de la Asociación china de joyas y ex presidenta de la compañía Diamantes y Joyas de Beijing. El primer hijo de la pareja Wen Yunsong es dueño de una importante empresa de capital de inversión y hace poco vendió una empresa de tecnología en varios cientos de millones de dólares.

El artículo del New York Times también denunció los métodos de la familia para operar sin dejar rastros, contratando a través de amigos o socios y cambiando sus nombres, practica muy común entre las familias más importantes de China. Algo común dentro de los líderes del Partido Comunista. Sin embargo, la familia Wen no es la única en haber sido acusada por medios extranjeros de tener una fortuna de origen dudoso. Las denuncias de diarios extranjeros ha alcanzado hasta la familia de Xi Jinping, quien fue acusada por Bloomberg en 2012, descubriendo diversas inversiones de hasta 180 millones de dólares en ese año, y de ocupar cargos influyentes, gracias a sus contactos. Después de la publicación, Bloomberg también pasó a la lista de los sitios de internet bloqueados en China. De igual forma, Wikileaks filtró un cable en 2011 en el que se revelaba que el cuñado del entonces presidente Hu Jintao estaba involucrado a la empresa Sina -una de las más grandes del país- mientras que su hijo Hu Haifeng dirigía Qing Hua, pionera en tecnología.

Las denuncias frente a cómo los grandes líderes del Partido se repartieron entre ellos las principales industrias del país, según lo establece Richard McGregor en su libro El Partido. Según su investigación, la familia Li controla el sector de la energía, Jiang Zemin de la tecnología, el clan familiar de Zhu Rongji el financiero, Zhou Yongkang el del petróleo y Jia Qinglin el inmobiliario. “La corrupción en China, entendida como el uso de los recursos públicos para beneficio privado, los ricos ocupando los cargos políticos más importantes y el tráfico de influencias, es fundamental para el funcionamiento del país. Ha tratado de combatirse desde 1942 pero hasta ahora no ha logrado vencerse”, dijo a China Files David Goodman, director del Centro de Estudios Chinos de la Universidad de Sydney.

El gobierno chino aún no se ha expresado sobre el caso de Wen Ruchun, pero cuando apareció en el New York Times la primera investigación sobre la fortuna de la familia Wen no solamente no se investigó sino que se amenazó al diario.

En días pasados el New York Times también publicó un reportaje en el que afirmaba que Bloomberg, después de todos sus problemas en China, decidió no publicar nuevos artículos investigativos sobre los líderes del Partido Comunista Chino para evitar represalias en suelo chino, aunque la agencia de noticias negó esta versión. “Este tipo de acusaciones causan mucho daño al Partido", comentó a China Files Michael Sheffield, periodista especializado en política china y director de La Follette School of Public Affairs de la Universidad de Toronto. "Lo que verdaderamente les importa a los políticos chinos es la reputación interna y son muy eficientes bloqueando toda la información que a ellos pueda perjudicarlos. Por esto el caso de la familia pasará rápidamente al olvido en China”, concluyó.



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