La carne de puerco mexicana pone una pata en China

In by Andrea Pira

Después de cinco años, México finalmente podrá iniciar sus exportaciones de carne de cerdo a China. El mercado se ofrece como uno muy atractivo para los productos porcinos mexicanos, pues además de ser uno enorme ofrece un amplio rango de posibilidades que van desde el posicionamiento de cortes de lujo hasta el de atacar a la clase media con productos más económicos y que son comúnmente consumidos en China. Las primeras exportaciones serán de 10 mil toneladas, por un valor aproximado de 35 millones de dólares.

En China, el cerdo es un símbolo de bienestar. Tanto así que la unión de los caracteres para techo y cerdo dan como resultado el de casa (家). El animal se encuentra desde los grandes clásicos de la literatura hasta en el zodíaco chino. Y no solo eso: es la principal fuente de proteína cárnica de 1.347 millones de chinos. Se calcula que un chino consume 40 kilos de puerco al año, comparados con los 14 que come un mexicano.

Para sostener esta demanda, China se ha convertido en el mayor productor mundial: 455.260 millones de cerdos -la mitad del total en el mundo- viven en este país. A pesar de que 338.370 cerdos fueron sacrificados en 2011 para satisfacer la demanda local, los productores no dan abasto. El cerdo es tan importante para la dieta china que Beijing mantiene reservas de carne porcina, tal como lo hace con el petróleo o los cereales. Y aunque no son demasiado grandes -200.000 toneladas métricas para un país que consume anualmente 52 millones- refuerzan la importancia en la dieta nacional.

China importa hoy más de la mitad del cerdo que consume. En 2011 el sector importó alrededor de US $1.500 millones. A pesar de un aumento del 5,6% en la producción nacional, se estima que este año las importaciones crecerán en un 7,8% hasta las 480.000 toneladas métricas, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

La pata mexicana en China

Después de más de cinco años de espera, México finalmente recibió el visto bueno para exportar a un mercado que tradicionalmente monopolizaba Estados Unidos y que recientemente fue abierto a otros jugadores. Después de varios enfrentamientos por temas de dumping, China prohibió las compras a Washington y hoy Dinamarca, Canadá y Francia le siguen en volumen de ventas. Bélgica, Inglaterra, los Países Bajos y Brasil recientemente recibieron el permiso e incluso algunos ya están enviando de forma constante.

Ahora México será parte de este selecto grupo. Originalmente se presentaron nueve compañías, pero sólo cinco -todas de Sonora- recibieron el aval chino: Sasa, Ojai, Kowi y dos plantas de Norson, una dedicada a la producción de cerdo deshuesado y otra de embutidos de carnes frías. El inicio formal de la entrada dependía de la respuesta china a la propuesta mexicana del certificado de exportaciones -un documento bilateral requerido para iniciar transacciones- y de la autorización formal a las cinco compañías después de la comprobación mexicana de que han cumplido con los últimos requerimientos chinos. Finalmente la Sagarpa anunció la aceptación del certificado y los planes de oficializar los primeros ingresos con 10 mil toneladas de carne de puerco, por un valor aproximado de 35 millones de dólares. 

Junto a esos documentos, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) -adscrito a la Secretaría de Agricultura, Sagarpa- solicitó también la revisión de la autorización para Soles y Kekén, pues las dos compañías recibieron comentarios menores y exportan ya a otros países asiáticos. Aún se espera respuesta. 

Según fuentes consultadas por China Files, las autoridades chinas tardaron mucho tiempo en responder, postergando los primeros envíos hasta finales de 2012 o inicios del próximo año. Para acelerar el proceso, se organizó una nueva misión comercial liderada por el secretario de Agricultura, Francisco Mayorga, y Enrique Sánchez Cruz, director jefe de Senasica y que se llevó a cabo a finales de Octubre. En efecto, casi un mes después de esta visita, se confirmó la aprobación final. 


Buscando un nicho


“Las importaciones se han vuelto más competitivas en China en la medida en que los costos de producción se incrementan en ese país y que los brotes de enfermedades, las amenazas ambientales y la seguridad alimentaria son obstáculos para el crecimiento de la actividad porcícola en China”, señaló a Expansión Víctor Olea, presidente de la Asociación de Exportadores de Cerdo de México y representante de Soles.

México podría hacerse su nicho, sin competir directamente con otros países, si estudia bien el patrón de consumo. “La clave para los productos agrícolas mexicanos para ganar el mercado es ingresar productos con ventaja competitiva y encontrar los mejores canales de distribución”, dijo a China Files Ma Zengjun, gerente de la Asociación china de mercados Agrícolas al por mayor (Cawa), que representa a potenciales clientes en el país.

Entrar a China significaría para México el acceso al mercado más dinámico del mundo e implicaría un aumento considerable para la producción mexicana. Las instituciones oficiales buscan incrementar la presencia del país en China y para esto están buscando integrar las empresas aprobadas para posicionarse mejor en el mercado, en lugar de competir internamente. “La Sagarpa ha coincidido con la Asociación de Exportadores de Carne de Cerdo de México en que la penetración debe ser de forma coordinada e integrando un sólo esfuerzo de comercialización para las empresas autorizadas y para las que se están enlistando” afirmó Gabriel Padilla Maya, Coordinador general de la Promoción Comercial y Fomento a Exportaciones de Aserca, también adscrita a la Secretaría de Agricultura.

Sin embargo, las expectativas del sector han menguado debido a las demoras en el proceso y al limitante de cinco establecimientos. “Nuestra iniciativa era incrementar en un 30% las exportaciones, pero con esta situación el crecimiento será bastante marginal. Las plantas exportadoras aprobadas tienen un mercado muy claro, que es el japonés, y este es un mercado que hay que mantener”, afirma Alejandro Ramírez, director de la Confederación de Porcicultores Mexicanos.

¿Más vale viejo conocido que bueno por conocer?

Las exportaciones de cerdo a Japón alcanzaron las 70.134 toneladas el año pasado -duplicando las ventas de 2010- y continúan creciendo. China podría convertirse en el nuevo foco de acción, especialmente por su creciente demanda de cortes especiales con un origen certificado. “Con la mejoría de los estándares de vida del pueblo, la demanda de cerdo orgánico de alto valor aumentará. Por lo tanto, las importaciones de puerco crecerán constantemente en los próximos años”, dice Ma Zengjun de Cawa.

Como Japón copa una parte considerable de la oferta mexicana, sobre todo aquella de las empresas autorizadas, el sector debe plantearse cómo asumir el reto chino y en una primera etapa desarrollarlo como un mercado complementario. De ahí el deseo de abrir las opciones de exportación a otras plantas, para así abastecer ambos países asiáticos desde distintos focos de producción. En Jalisco, Michoacán o Guanajuato habría 300 mil toneladas listas para exportar, afirma Alejandro Ramírez de Porcimex.

Por ahora, al ser una etapa tan temprana, las compañías se encuentran aún definiendo su estrategia de ingreso en términos de productos, volumen de oferta y zonas geográficas donde posicionar sus productos. Algunas ya han identificado que los pedidos chinos serán, en definitiva, distintos a los japoneses. “Hasta el momento los requerimientos de los clientes potenciales nos hablan de costilla, paticas, trompa, lengua y vejiga”, afirma Rubén Murillo, director comercial de Ojai, añadiendo que  son “productos diferentes a los destinados al mercado japonés y coreano”.

Luis Valenzuela, gerente de exportación de Kowi, confirma que en primera instancia, las ventas no serán competencia de las de Japón. “No buscamos utilizar el mercado de China para desplazar volumen a precios por debajo de otros países. Nuestro proyecto es encontrar nichos de mercado donde se busque una calidad diferenciada que sólo los productos mexicanos puedan ofrecer”, dice.

Además de los mercados al por mayor, que funcionan como plazas comerciales, existen nichos interesantes para México en los autoservicios o los restaurantes industriales, señala Alejandro Ramírez. Para especializar la oferta, otro objetivo ya identificado a largo plazo es el de los supermercados de lujo, que buscarían cortes exclusivos de un precio superior. “Este tipo de establecimientos buscan calidad. El precio va de la mano pues ellos quieren asegurar que tienen productos triple A para su mercado triple A”, señala Efrén Calvo, presidente de la Cámara de Comercio México-China y director de Beijing Openmind Services, que gestionó parte de las misiones comerciales del sector a China.

Los productores coinciden en que China es un mercado a desarrollar para luego ir identificando las oportunidades claras. “Empezaremos en el mercado chino paso a paso. Y conforme se vaya dando la demanda y crezcan las peticiones del mercado, veremos la posibilidad de crecer también nuestra producción”, dice Marco Sánchez, gerente de exportación de Norson.

Los desafíos de México en China

El ingreso al país asiático se torna aún más complicado por una prohibición particularmente china. Beijing no permite el ingreso de carne de puerco con rastros de ractopamina, una hormona que ayuda en la alimentación de los cerdos ampliamente usada en México. El retiro del fármaco implicaría crear una línea de producción independiente para China, mucho más costosa debido al aumento en los precios de los granos, y generaría un desequilibrio económico si los compradores chinos no adquieren toda la producción.

Por ahora, las compañías consultadas por China Files afirmaron no tener definida una estrategia sobre cómo asumir esta prohibición, pues depende en gran parte del volumen de ventas que China genere. “Hasta el momento son pocos los productos que podemos comercializar, pero si podemos vender una línea completa seguramente podemos dejar de usar ractopamina”, afirma Murillo de Ojai.

Y si los volúmenes no son altos, el precio de los productos mexicanos será elevado. “La carne mexicana es aún costosa, incluso en comparación con otros productos extranjeros”, señala Feng Yonghui, gerente de Soozhu.com, uno de portales de investigación porcina más importantes de China. El éxito de México en China, añade, “dependerá de qué tan bien entiendan los precios de la carne en China” y, al mismo tiempo, de que sepan hasta qué punto pueden reducir los precios frente a Estados Unidos o Brasil.

“México puede competir en precio y calidad para abastecer los mercados emergentes para clases medias que están demandando cortes. El mayor potencial será en los despojos y canales refrigerados y congelados” añade el licenciado Padilla. Sin embargo, hasta el momento, México aún no tiene permiso para exportar despojos sino sólo carne congelada o refrigerada. 

Además, el ingreso al mercado debería ir de la mano con una fuerte promoción de la marca país. “Como la mayoría de consumidores chinos no están familiarizados con los productos mexicanos, es de gran importancia llevar a cabo campañas de publicidad para que los chinos los conozcan”, sugiere Ma de Cawa.

Para esto los exportadores ya han establecido que es importante tener una oficina comercial en China. “Nos ha faltado una presencia empresarial que nos represente”, dice Ramírez, haciendo énfasis en que todas las productoras deberían pensar en bloque y no individualmente, para “trabajar en conjunto en abrir el mercado y tener un criterio homologado de precios y calidades, de tal manera que nosotros mismos no compitamos entre nosotros, sino que vayamos como país”.

Y además de representación, son conscientes que es un mercado de paciencia. “Sabemos que los volúmenes no llegarán de buenas a primeras, pero para eso estamos trabajando en equipo -junto con los productores mexicanos- para incrementar las capacidades de producción y así estar preparados para cubrir la alta demanda de proteína a nivel mundial”, dice Valenzuela de Kowi.

El sector chino todavía está en proceso de desarrollo y México tiene oportunidades rentables donde atracar. Hace apenas tres años, el 22% de los cerdos en China crecían en fábricas industriales. El resto lo hacía en pequeñas empresas y operaciones domésticas, por lo que el sector debe aún crecer mucho a nivel tecnológico y logístico. En los próximos años seguramente se verá una mayor tecnificación que podría amenazar la carne importada, y sobrevivirán aquellos que le han apuntado a un nicho específico.

Y el establecimiento de la marca pesará enormemente, especialmente en un mercado tan inestable como el chino. “Los precios, el inventario de cerdos y la producción de carne de puerco en China fluctúan de un año a otro en respuesta a varios factores que influyen en el mercado, y las importaciones tienden a subir cuando los precios de cerdo chino son altos”, señala un informe del Departamento de agricultura de Estados Unidos.

Si los productores mexicanos quieren ser pioneros en sus productos característicos, las empresas autorizadas deben entender la seriedad del reto. Los países que logren cautivar el mercado chino hoy serán aquellos que en el futuro puedan sostener la demanda de cortes específicos. Y para esto, se debe apuntar a largo plazo y con una estrategia basada en serios estudios de mercado.


Una versión de este artículo fue publicado en la revista Expansión de México. 

[Foto cortesía de Andreas Klinke Johannsen]

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