Lo que por algún momento fue un ejemplo de integración regional, la X Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y de la Cumbre del Este Asiático (ASEAN y EAS, por sus siglas en inglés), fue empañado por las disputas territoriales sobre zonas marítimas ricas en minerales en el Mar de China meridional. Los países miembros debatieron tensamente sobre cómo enfrentar los reclamos de Beijing y el papel que los Estados Unidos está llamado a cumplir en la región.
China ha tenido un gran rol en estos conflictos, siendo uno de los protagonistas en dos de las más grandes disputas de este año: con Filipinas, Vietnam y Taiwán por zonas económicas exclusivas en el Mar de China Meridional, y con Japón por la soberanía de las islas Diaoyu/Senkaku.
En el medio de estas disputas territoriales entre los países del sudeste asiático, varios países de la región han reclamado la mediación de Washington para lograr un acuerdo con China. Sin embargo, durante la reunión bilateral entre el recién electo presidente Barack Obama, y el saliente premier chino Wen Jiabao, el tema fronterizo no fue el centro de su conversación.
“Al ser las economías más grandes del planeta, tenemos una responsabilidad especial en marcar el camino hacia un crecimiento sostenido y balanceado, no solo en Asia, sino en todo el mundo”, afirmó el presidente Obama. Su conversación aludió de forma indirecta a las disputas comerciales del gigante, mencionando que “es muy importante que trabajemos para establecer reglas claras en el camino para el comercio y las inversiones, que pueden alimentar la prosperidad y el crecimiento global”.
Por su parte, Wen afirmó que “La relación entre China y Estados Unidos es la relación bilateral más importante del mundo”. Agregó querer “ampliar la cooperación empresarial e iniciar una cooperación a gran escala en cuestiones económicas y financieras, como medios […] para resolver las diferencias y desacuerdos entre nosotros”. No hubo comentarios sobre las disputas de las islas Diaoyu con Japón, donde el secretario de defensa Leon Panetta hizo de mediador durante su reciente visita a Tokyo y Beijing, ni tampoco sobre los reclamos de los gobiernos de Vietnam y Filipinas para que EE.UU. se involucre en las tensas negociaciones sobre las zonas económicas exclusivas en el Mar de China Meridional, donde yacen recursos energéticos y minerales codiciados por todas las naciones circundantes.
Incluso, durante la presentación de ambos líderes con la prensa, ninguno de los dos líderes contestó preguntas sobre este tema. Las tensiones comerciales también van en aumento, con un sector republicano acusando a Obama de blando ante las medidas proteccionistas de Beijing.
China volvió a afirmar que las diferencias con los países del sudeste asiático no deben ser “internacionalizadas” -en clara alusión a un mayor involucramiento de Washington-, y que estas debían ser discutidas en reuniones multilaterales como las que se estaban llevando a cabo. Pero no todos están de acuerdo.
Al principio de la reunión de la ASEAN está semana, Camboya declaró que las diez naciones miembros habían acordado no “internacionalizar” las disputas, lo que fue negado por Filipinas, con el presidente Benigno Aquino criticando duramente al primer ministro camboyano Hun Sen durante un encuentro posterior. El secretario de relaciones exteriores filipino, Albert del Rosario, agregó que Vietnam tampoco estaba de acuerdo con el primer ministro de Camboya, según informó The Australian.
En vista de la falta de consenso durante la cumbre y el evidente conficto regional que se está viviendo, pocos objetivos se cumplieron y quedaron pospuestos como metas para la cumbre siguiente, que se llevará a cabo en Brunei el año próximo. Obama y los miembros de la ASEAN acordaron delinear un “código de conducta regional” para tratar disputas marítimas, al mismo tiempo que China aceptó negociar sobre las zonas marítimas en disputas dentro de una organización regional como la ASEAN.
Actuando de esta manera, Beijing cambió su postura anterior, según la cual solamente negociaría con los países directamente involucrados, sin aceptar mediadores de ningún tipo ni negociaciones multilaterales.
[Foto: CNN]