China quiere que los datos sobre las propiedades privadas estén disponibles en línea. Será una base de datos que se ocupe principalmente de los funcionarios del partido y de los jefes de las empresas estatales. Es un paso más hacia la lucha contra la corrupción para orientar la labor del gobierno.
China se está preparando para la informatización de datos sobre las propiedades privadas en todo el país. A medida que puede ser considerado como parte de la lucha contra la corrupción lanzada por Xi Jinping, y que, en la resistencia que encuentra las administraciones locales, nos da una idea de lo largo y difícil que es el camino de la reforma.
Es una base de datos que preocupa a muchos. También porque aún no está claro si todos los usuarios podrán consultar lo que hace públicos los bienes de los ciudadanos y los funcionarios estatales. La idea -que se está trabajando desde 2010- es enfriar la especulación en el mercado inmobiliario. Al mismo tiempo se pondrá de manifiesto la primera investigación de la propiedad de tierras y casas que no estén justificadas por participación en los ingresos, lo que facilita a las autoridades la identificación de quién es corrupto y quién corruptor.
El plan era empezar con un programa piloto en 40 ciudades, pero los gobiernos locales encuestados se negarían a firmar el acuerdo a la espera de estar seguros de que los datos recogidos no se den a conocer en el dominio público. Por otro lado no se puede llamar a esto un esfuerzo por la transparencia, si los datos eran segregados.
Una contradicción que ha puesto palos en las ruedas de la segunda parte del programa que se supone debe ser completado antes de junio de este año es la participación de otras 500 ciudades. Varios analistas citados por el diario South China Morning Post y el periódico China Daily coinciden en la identificación de la oposición más fuerte en los entornos de las llamadas grandes empresas estatales, las relacionadas con la energía de los ferrocarriles y los bancos.
Y son exactamente aquellas áreas las que parecen ser el objetivo de la nueva ronda de reformas promovidas por Xi Jinping, que se darán a conocer en la próxima sesión plenaria de noviembre y que muchos piensan deben ir en la dirección de la liberalización de las grandes empresas de propiedad estatal.
Medidas para la transparencia y la publicación de los ingresos y los bienes de los funcionarios públicos son realmente necesarios para el bien público. La corrupción rampante entre los funcionarios públicos y dirigentes del partido se identifica ahora como una de las causas que pueden llevar a la caída del Partido y el hábito de la dirección comunista para lavar su ropa sucia en casa ya no es tan fácil de mantener. Un número cada vez mayor de los que ven la corrupción de los cuadros del Partido es la causa de todos los males económicos y sociales que China enfrenta. Incluso las autoridades están comenzando a reconocer públicamente la magnitud del problema.
La Academia China de Ciencias Sociales, una de las instituciones intelectuales más importantes del país, publicó un estudio en el que denunció que en los últimos quince años, al menos 18 mil funcionarios huyeron de China ilegalmente transfiriendo al extranjero casi cien mil millones de euros, lo que representa el 14 por ciento del PIB anual.
Y son los mismos medios de comunicación estatales quienes informan que en la última década cerca de 900 mil cuadros del Partido fueron condenados por aceptar sobornos. Se trata de 80 a 90.000 casos claros de corrupción al año. Xi Jinping, en su primer discurso como presidente del Partido Comunista más grande del mundo, admitió públicamente que la corrupción era el mayor desafío al que se iba a enfrentar.
Ya a principios de 2013 había afirmado que "llegará tanto a las moscas como a los tigres", para tranquilizar a la población de que su campaña contra la corrupción no excluiría a nadie. Y por el momento es lo que está haciendo. Con él se aliaron el viceprimer ministro Wang Yang y el número cuatro en el Comité Permanente Yu Zhengsheng, pues al parecer no iban a revelar problemas sobre el ingreso y la propiedad. O eso dicen.
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[Escrito para Lettera43, crédito foto: scmp.com]