Hong Kong Derby, un orgullo colonial

In by Andrea Pira

El Derby de Hong Kong es sin duda uno de los símbolos coloniales ingleses que mejor han sido apropiados por la ciudad. Con su elegancia, adrenalina, colorido y vibración, los hongkoneses conservan viva una tradición heredada hasta el punto de convertirla en una de las más importantes reuniones de la ciudad, antecedida en importancia sólo por el año nuevo chino y la fiesta del bote del dragón.

Incluso después de que Hong Kong fuera entregada a China en 1997 y la mayoría de los ingleses hubieran tenido que abandonar la ciudad, el Derby continuó teniendo la misma importancia que ha tenido desde 1873, año en que se corrió por primera vez. Todo esto gracias a que casi desde su inicio, la carrera ha sido coordinada por el Hong Kong Jockey Club, otra institución inglesa que hoy es parte fundamental para la sociedad hongkonesa.

Diversión para los lords

A inicios de 1840 a los lords ingleses se les ocurrió que a Hong Kong le faltaba un poco de diversión. Para esto, debían construir el primer hipódromo y crearían un centro de encuentro para todos los miembros de la realeza y la élite de la ciudad. Allí podrían jugar, beber y hablar de negocios o política, mientras apostaban unas libras.

En ese entonces, Hong Kong a penas se estaba desarrollando y continuaba siendo un pueblo de arrozales. Casi paralelamente a la construcción de la gobernación y la catedral, se inició la búsqueda del terreno propicio para una pista de caballos. Como debía estar cerca de los centros de poder, escogieron el único terreno adapto en la isla: una zona que irónicamente era llamada “Happy Valley”, valle feliz en español, pues sólo servía de cementerio, cultivos de arroz y nido de moscos con malaria.

Ni los insectos ni las reglas fúnebres fueron un impedimento. Drenaron el valle y crearon un gran espacio para cumplir su sueño hípico. Y para darle un vuelco a la historia, oficializaron el nombre popular: pista Happy Valley. La decisión no sólo trajo felicidad a los dandis, sino que al estar limpias de malaria, la zona se convirtió en una de las más prósperas de la isla.

En 1884, 11 años después del primer Derby, se fundó el Hong Kong Jockey Club, uno de los centros más elitistas y segregacionistas de la ciudad, pero al mismo tiempo, el responsable de que aún hoy, el Derby haya conservado su importancia. Desde su fundación, se ha corrido 135 veces, deteniéndose sólo algunos años durante la segunda guerra mundial.

Por casi medio siglo, el club fue una institución puramente inglesa, permitiendo la participación sólo a extranjeros hombres, fueran apostadores, jinetes o propietarios de caballos.

Pero la atracción del azar fue tal, que surgieron casas ilegales de apuestas que acogían a los chinos deseosos de jugar su fortuna. La necesidad forzó al gobierno a tomar nuevas medidas, y terminó entregando al club todo el control sobre las apuestas. Hoy en día, es la institución que más paga impuestos en la ciudad y gestiona, además de las apuestas durante la temporada de carreras de caballos, -que va de septiembre a julio- las apuestas en todos los deportes y las loterías.

En 2010, el club entregó a la ciudad 1.640 millones de dólares de tasas. Y se ha convertido además en una de las instituciones que más empleo genera, creando anualmente 4.000 puestos de trabajo.

Esta responsabilidad, unida a resoluciones contra la discriminación, obligaron al club a abrir sus puertas socialmente. Con mujeres y chinos a bordo, el club creció, y junto a él, el Derby pasó de tener un pozo de 3.000 dólares en 1970 a uno de 2 millones de dólares en 2012.

De la isla a los nuevos territorios

El “Happy Valley” sirvió de sede del Derby hasta 1979, cuando luego se movió al Sha Tin, un hipódromo construido especialmente para carreras de alto nivel. Con una capacidad para 85.000 personas y propietario del televisor en forma de diamante más grande del mundo, con 70.4 metros, el Sha Tin ofrece unas condiciones de visibilidad y entretenimiento que pocos hipódromos tienen.

Desde 1981 el Derby de Hong Kong se estableció como una carrera únicamente para 14 caballos de cuatro años. Al inicio, fue una regla pensada para darle mayor tiempo de acoplamiento a los caballos, pues al ser importados necesitaban habituarse a las condiciones ambientales de Hong Kong.

Pero luego, se convirtió en un emblema del Derby, pues da la opción de tener siempre nuevos caballos, aumentando el misterio detrás de las apuestas. Los jinetes en su mayoría son extranjeros y los últimos ganadores han sido surafricanos o neozelandeses. Este año se coronó como campeón el surafricano Douglas Whyte, el gran ganador en las últimas 12 temporadas, con el caballo neozelandés Fay Fay.

El sistema de apuestas de Hong Kong se divide en clases, dependiendo de la calidad de cada carrera y del caballo. El Derby es considerado clase A, teniendo uno de los pozos más altos de la ciudad. Durante los días anteriores a la carrera, e incluso durante el gran día, se llevan a cabo juegos y un gran quiz, que este año se premió con 6.500 dólares.

La pasión por las carreras de caballos en Hong Kong podría compararse a la fanaticada del fútbol en Occidente. Cada marzo el Sha Tin ocupa la mayoría de sus sillas y salones VIP, y las casas de apuestas que se encuentran en todas las esquinas de Kowloon y la isla, se atestan de personas buscando jugarle a los caballos más favorecidos de la temporada.

Con el boom económico de China, los nuevos millonarios también han volcado sus ojos hacia el Derby, desplazándose hasta Hong Kong, buscando ver en vivo a sus caballos y jinetes preferidos, y mejor aún, poder apostar libremente, algo en China continental está prohibido.

Y su atracción económica ha sido tal que Mercedes-Benz patrocinó la carrera desde 2006 por siete años, y a partir de 2013 será patrocinado por BMW. Durante el gran día, el hipódromo se adorna con flores, cuadros y esculturas, aprovechando el espacio para impulsar a nuevos artistas. Aquellos con buenas sillas, acomodados entre la elite hongkonesa, disfrutan de la mejor vista y lujos, mientras prueban los carros que luego darán la vuelta de gloria al gran campeón de la jornada a lo largo de toda la pista del Sha Tin.

Este domingo 17 de marzo se correrá el próximo Derby.

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