Aunque aún falta una jornada, ya se ha decidido la Superliga china. El Guangzhou Evergrande del argentino Darío Conca y el paraguayo Lucas Barrios conquistó su segunda corona, en su segundo año en la primera división del fútbol chino. Con este resultado el italiano Marcello Lippi se cuelga su primer título como entrenador en tierras asiáticas.
Tras un comienzo de temporada en su línea, con Conca como estrella y con algunos equipos siguiendo su estela, caso del recién ascendido Guangzhou Fuli o del Beijing Guoan, los cantoneses se mostraban cómodos en la competición local, aunque sin el dominio aplastante de 2011, y competitivos en la Liga de Campeones, donde apuntaban hacia cotas nunca antes alcanzadas por un club chino.
El avance de la temporada, con la sorprendente llegada de Lippi al banquillo, fichajes de renombre como Lucas Barrios y rumores galácticos como Kaká, dejó al Guangzhou Evergrande como escapado en la clasificación sólo con la compañía del sorprendente Jiangsu Sainty, que encabezaba el pichichi de la Superliga esta temporada, el rumano Danalache.
"Antes de la eliminatoria ante el Tokio (mayo de 2012) el entrenador nos dijo que estábamos ante el partido más importante del año. Después de aquello, con su llegada (de Lippi) algunos jugadores buscaban opciones fuera del equipo porque pensaban que no iban a jugar", aseguró a FA un miembro de la plantilla que ha preferido no dar su nombre por la política de declaraciones existente en el club cantonés.
La difícilmente explicable llegada de Lippi, sustituyendo al surcoreano Lee Jang-soo, quien llevaba al club líder y clasificado para la siguiente ronda de la ACL, coincidió con un período de dudas en el club cantonés, en el cual el preparador italiano tuvo que apagar varios fuegos procedentes de jugadores como Conca o el brasileño Cleo, que amagaron con salir del club, y de parte de los aficionados, que no entendían la marcha del exitoso técnico coreano, un hombre de perfil bajo pero metódico y acertado en su forma de dirigir al equipo.
El momento clave de la temporada llegó en los cuartos de final de la Liga de Campeones de Asia. Los de Lippi venían de caer 4-2 ante el Al Ittihad saudí del español Raúl Caneda y, en una espectacular primera parte, remontaron la eliminatoria para irse 2-0 al descanso. Una serie de fallos en la segunda parte dejaron con vida a los saudíes, que marcaron cerca del final y apearon de las semifinales a los de Lippi, quien recibió críticas de parte de los aficionados por no haber planteado un sistema más defensivo en el segundo acto de aquel encuentro.
"Estábamos hundidos. Recuerdo a algunos compañeros en el vestuario llorando y entonces (Lippi) nos dijo que podíamos lamentarnos el tiempo que quisiéramos y perder también la liga y la copa o podíamos ponernos a trabajar para darle a la afición la alegría que se merecían. Esto, que parecía una obviedad, tuvo su efecto en algunos jugadores, y nos resultó más fácil dejar atrás la eliminación centrándonos en nuevos objetivos".
Desde aquel partido hasta el final, el liderato parecía un cortejo entre el Guangzhou y el Jiangsu, ninguno parecía querer alejarse del rival, se miraban y se dejaban ir lo justo para darse alcance en la siguiente jornada. Este baile duró hasta la jornada 28, cuando los de Lippi visitaron el campo del Jiangsu Sainty con tres puntos de ventaja sobre el rival, que marcó en el minuto uno.
No se sabe si la suerte o el buen hacer de los cantoneses, quizás ambas, mantuvieron al equipo vivo al descanso y le permitió empatar en la segunda parte. El 1-1 sabía a título y Lippi era consciente. Sin embargo, el cierre de la temporada en el Tianhe Stadium, ante su afición y contra un rival, en teoría, inferior como era el Liaoning Whowin, se hizo eterno y sólo un gol del internacional chinoGao Lin, en el último minuto de partido, puso un broche extraño a una temporada llena de sobresaltos donde al final, y después de todo, triunfó el Guangzhou.
El Guangzhou Evergrande aún ha de disputar la final de la Copa CSL ante el Guizhou Renhe de los españoles Rafa Jordà, Nano y Rubén Suárez el próximo 17 de noviembre.
Javier Ibáñez es un periodista español que trabaja en China y mantiene el portal Futbol Asiático.
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