En la última cumbre Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se firmó el documento que crea un nuevo banco para el desarrollo. Este es el primer banco multilateral del mundo en desarrollo, y confirma que los cambios en el reequilibrio del poder geopolítico, que se han acelerado durante las últimas dos décadas, están llegando al ámbito financiero.
Es la noticia más esperada del mundo emergente. En el marco de la sexta cumbre de los países Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), celebrada en Fortaleza, Brasil, se creó un nuevo banco multilateral. Bautizado como el Nuevo Banco para el Desarrollo (NBD), esta institución prestará dinero para proyectos de desarrollo e infraestructura en los países en desarrollo, y contará con un capital inicial de US$50.000 millones aportado por cada miembro en partes iguales.
Se proyecta que el capital aumentaría a US$100.000, pero no se han hecho públicas fechas específicas de cuando esto deba ocurrir.
La sede del banco será en la ciudad china de Shanghái, y la primera presidencia, que al igual que los demás cargos rotará cada seis años entre los cinco miembros de los países Brics, la asumirá India. Rusia nombrará al primer presidente de la junta de gobernadores, Brasil al primer presidente de la junta directiva, y en Sudáfrica se abrirá una sede especial del banco dirigida al continente africano. El banco busca fortalecer el gasto para proyectos de desarrollo en países del llamado Sur global, así como complementar y contrarrestar al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional.
"[Los países Brics] deben ser el ancla que ayude a estabilizar a la economía mundial, y el escudo que proteja a la paz en la comunidad internacional", dijo el presidente de China, Xi Jinping, sobre el conjunto de naciones.
El banco aportará dinero para proyectos de infraestructura y desarrollo en los países Brics y en el mundo emergente. Es el paso más importante que ha dado hasta el momento el grupo Brics para consolidarse como un nuevo eje de poder en el mundo contemporáneo. Una gran parte de los analistas que han comentado al respecto, entre ellos Robin Harding, del Financial Times, y Raj M. Desai, de la Universidad de Georgetown, han dicho que la creación del banco Brics es el efecto directo de un fracaso por parte del FMI para reformar las cuotas de participación de países como China, Brasil e India en su junta de gobierno. La propuesta, que fue impulsada desde la rama ejecutiva del gobierno de los Estados Unidos, se vio frustrada cuando llegó a votación en el Congreso de este mismo país. "No tenemos la menor intención de renunciar al FMI", dijo la presidenta de Brasil, Dilma Roussef.
"Debemos seguir presionando para que haya una reforma a su sistema de participación". En la misma reunión se creó también un Mecanismo de Reserva Contingente (MRC) de US$100.000 millones, que busca fortalecer la estabilidad financiera de los países Brics ante el inminente fin de las rondas de relajamiento cuantitativo y estímulos financieros de Estados Unidos a su economía.
El país que más contribuyó a este fondo fue China, que aportó US$41.000 millones. Le siguieron Rusia, India y Brasil, con un aporte de US$18.000 millones cada uno, y por último Sudáfrica, que contribuyó con US$5.000 millones .
El ministro de finanzas de Rusia, Anton Siluanov, quien asistió a la cumbre con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo: "Llegamos al acuerdo que, en la actual situación de volatilidad de capital, es importante para nuestros países tener esta protección. Un llamado ‘mini Fondo Monetario Internacional’. Una organización financiera que pueda reaccionar rápidamente a la salida de flujos de capital, dando liquidez en moneda dura, especialmente en dólares".
El fin del llamado QE3, a través del cual Estados Unidos compraba US$86.000 millones en bonos del Tesoro al mes, y que se ha ido reduciendo a un ritmo de US$10.000 mensual desde inicio del 2014, ha generado convulsiones en los mercados emergentes desde una fecha tan temprana como julio del 2013, cuando el entonces presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, insinuó que se reduciría la cantidad de estímulo económico que Estados Unidos inyectaba a su economía.
Si bien no es el primer intento realizado por los países en desarrollo por crear instituciones que evadan o complementen las creadas en el acuerdo Bretton Woods de 1946, que estableció al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, con sede en Washington, el NDB de los Brics es la promesa más sólida hasta el momento.
El banco, sin embargo, tiene importantes retos por delante antes de consolidarse como una alternativa viable. Fuera de los obvios retos gerenciales y políticos que supone el trabajo conjunto entre países distantes en la geografía y a menudo también en la ideología, el NDB debe fortalecer su portafolio de préstamos y su equipo directivo debe generar credibilidad administrativa.