Fin de operaciones en Kaesong, algo más que un complejo industrial

In by Andrea Pira

Se pone fin al último vestigio importante de la cooperación entre ambas Coreas, en lo que simbolizó una oportunidad de interacción diaria entre ambos países, divididos por la guerra ocurrida entre 1950 y 1953.
El gobierno norcoreano fue acusado por el ministro de unificación de Corea del Sur, Hong Yong- Pyo, de utilizar los salarios de los trabajadores del complejo de Kaesong para desarrollar armas nucleares y otras armas militares.

"A los trabajadores de Kaesong se les paga en efectivo -en dólares estadounidenses- pero el dinero no va directamente a los trabajadores. En su lugar, va al Gobierno norcoreano", dijo Hong, en declaraciones a la agencia de noticias surcoreana Yonhap. "Hemos decidido detener todas las operaciones en el complejo de Kaesong para que (…) el Norte no utilice nuestras inversiones para financiar su desarrollo nuclear y balístico".

Por su parte, Corea del Norte respondió a la represalia expulsando a todos los surcoreanos del complejo y congelando totalmente todos los bienes, inclusive los equipos, materiales y productos de las empresas surcoreanas presentes en Kaesong, además de acusar a Corea del Sur de ser “títere” de los Estados Unidos. Tras el abandono de los trabajadores surcoreanos, el ejército de Kim Jong-un comenzó a militarizar el complejo industrial, agravando la situación con los vecinos del sur.  

El complejo se encuentra ubicado a unos 10 km de la frontera, en territorio norcoreano, permitiendo la obtención de divisas extranjeras por parte de este país, además de ser fuente de trabajo para unos 55.000 empleados norcoreanos.

El ministro Hong acusó que las inversiones, de un monto de 837 millones de dólares, realizadas por parte del gobierno y las 124 empresas surcoreanas allí ubicadas fueron utilizadas por Pyongyang para llevar a cabo sus ensayos nucleares, condenados por la comunidad internacional.

Estados Unidos, Japón y Corea del Sur manifestaron que el lanzamiento del cohete, el pasado domingo, fue una prueba de misiles balísticos que, al igual que la prueba nuclear del mes pasado, viola las resoluciones de Naciones Unidas. Se trata de la primera vez que las actividades de este complejo son suspendidas por el gobierno de Seúl.

En otro momento de tensiones, en 2013, el mismo fue cerrado por Corea del Norte durante cinco meses, tras otro ensayo nuclear realizado por Pyongyang.

Corea del Sur deberá asumir las responsabilidades legales de la suspensión “unilateral” de los acuerdos de cooperación económica entre el Norte y Sur regidos por convenios y tratados legales, como el Convenio de Cooperación Económica o la Ley del Distrito Industrial de Kaesong. Las disposiciones relacionadas con la conclusión, terminación, o la retirada, según indica la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, fueron violadas.

Este fue el mismo argumento utilizado por el Ministerio de Unificación en 2013, cuando se suspendió el complejo Kaesong, al producirse la retirada de los trabajadores norcoreanos.

El ministro de Unificación manifestó que “la medida es inevitable teniendo en cuenta la gravedad de la situación en la península coreana”.

Debido a este incumplimiento contractual del derecho internacional, “Corea del Norte seguramente ejerza su derecho a la indemnización. En última instancia, las pequeñas y medianas empresas de Corea del Sur se verán obligadas a salir con las manos vacías.”, afirmó Yeonchul Kim, profesor de la Universidad de Inje.

[Credito foto: jonhsoncitypress.com]

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