Adams Aguilar trajo los colores latinoamericanos a China, escondidos en sus aerosoles y sus instintos de arte arte urbano. Se encontró con unos estudiantes maravillados con América Latina y enamorados de la alpaca, el animal representativo de su país, Perú, al ser una representación de la censura de Internet en China. Desde su llegada hasta hoy, Adams se ha dedicado a crear murales y mostrar a sus estudiantes de la escuela Shangshangmeishi (Sunshine art), que el lienzo no tiene fronteras y que la visión artística puede salirse de lo esquemático, sea con pinceles o con sprays.
La primera exposición de Adams se dio mientras trabajaba en el consulado peruano en Ginebra. Debía de hacer algo que mostrara la costumbre peruana y poder tener mas relación cultural, y cansado de lo tradicional, se enfocó en que era lo que estaba pasando en Perú en 2011, en medio de la explosión del street art y del arte urbano con carteles fluorescentes en lo que el llama el "bajo mundo".
En Ginebra le propuso a una señora peruana que tiene una tienda de productos latinos en Ginebra remodelar su tienda con colores fluorescentes y afiches por todas partes. No dudó en aceptar.
El día de la inauguración llegaron decenas de personas del mundo artístico, entre estudiantes y profesores, atraídos por la cumbia y el colorido. Ese vernissage lo bautizó "Carteles, La fiesta Chicha”, y aún perdura en la ciudad. De ahí, su carrera siguió evolucionando, hasta que en 2012 vino a China para explorar su mundo artístico, y ser profesor de arte y diseño en la escuela Sunshine art, una escuela independiente internacional de arte. Ya acá ha hecho una serie de exposiciones y proyectos. El más reciente, una decoración del Nasca Café, en el barrio estudiantil de Wudaokou, sobre las líneas de Nasca y ahora se encuentra trabajando en otro mural, que presenta elementos peruanos en una estética psicodélica y minimalista.
Su estadía en China hasta ahora comienza, y confiesa que su partida es aún impredecible, pues aún tiene mucho que explorar acá.
¿Cómo te iniciaste en el camino artístico?
Mi mundo de colores surgió a los 7 años. Yo creaba mis propias maquetas de aviones con madera de balso y arcilla para recrear algunos huacos, siempre trataba de impresionar a algunas chicas en la escuela primaria con todo eso. Luego lo deje por mucho tiempo y me dedique a la música. Fue entonces cuando me fui a vivir a Suiza, a finales del 2009. Un amigo me llamo para hacer algunos proyectos en el taller de un artista. Me encontré con la sorpresa de que estaba trabajando con todas las obras de Carl Fredrik Reutersward. Cuando leí sus libros y toque cada una de sus obras, nacieron otra vez mis ganas de seguir haciendo arte.
¿Por qué tomaste la decisión de venir a China?
Hubo un momento en que mi estadía por Europa se convirtió en una rutina diaria y decidí partir a lugares mucho mas alejados. Sin temor a nada y menos a la muerte.
Eres profesor de arte desde hace poco, ¿qué has notado de tus estudiantes?
Aprenden muy rápido, se enfocan mucho en sus objetivos. Me sorprende que la mayoría se queda dibujando hasta las tres de la mañana. En efecto, yo termino algunos diseños a las dos de la mañana.
¿Y cómo los describirías? ¿Son curiosos, rebeldes, encuadrados?
Son curiosos y hacen de todo para llamar mi atención. Siempre están atentos a cualquier idea o performance que tengo en mente. Me dan sugerencias y para mi todo es bienvenido. Ellos están dispuestos a todo con tal de aprender algo nuevo, tienen más energías que yo. Los adoro demasiado.
¿Qué tan diferente es la enseñanza artística en China a comparación de otras partes?
Acá los profesores exigen muchísimo a los estudiantes. Los dibujos tienen que mostrar hasta el más mínimo detalle. Bueno, con 10 horas de clases todos los días no pueden pedir menos.
¿Como ves a artistas chinos como Ai Wei Wei o los hermanos Gao que han expresado insatisfacciones personales a través del arte?
A Ai Wei Wei lo conozco personalmente, he visto todos sus proyectos y documentales, y de los hermanos Gao, solo he visto sus esculturas. Hacen un tipo de arte activista, contemporáneo. He escuchado muchos comentarios de cada persona que he conocido sacando una conclusión personal. Solo puedo decir que tienen mucha imaginación con cada performance que hacen. Son muy detallistas. Como personas, son súper buena onda, pero no soy del tipo que juzga otras personas, y todavía menos sería un critico arte. Además no suelo hablar de política.
China se ha convertido en uno de los productores de arte más importante del mundo con artistas que han superado los récords de venta. ¿Qué hay de especial en este arte? ¿Por qué gusta y seduce tanto?
Por la calidad de sus obras y el concepto que usan en cada una de ellas. Mis primeras experiencias e impresiones fueron en el festival Documenta en Kassel.
Eres peruano, y traes contigo iconos y colores específicos, especialmente en el área que enseñas. ¿Cómo es visto por tus estudiantes?
Al hacer mi introducción les mostré parte de nuestra cultura latinoamericana. No muchos la conocían al principio, ya que cada uno de mis estudiantes vienen de distintas provincias. En un curso que les di sobre los métodos de marketing llegamos a la parte de como mercadeamos la música popular en Perú, y al mostrarles los carteles que se ve en toda la capital les encantaron los colores.
¿Qué tan posicionado está el arte latino en la mente de los estudiantes chinos?
No conocen sobre arte latino. Con cada clase y cada diseño que hago y a cada exhibición que los llevo, tienen muchas más referencias de lo que es Latinoamérica. Hace poco les mostré un pequeño proyecto para enseñarles a bailar salsa y cumbia. Muchos de ellos, más que ser sólo artistas, deben aprender a olvidar el miedo y la vergüenza y tener más coraje y menos pudor.
¿Y en la de la industria galerista y artista China?
Hace unas semanas lleve a mis estudiantes al distrito 798, la zona de arte de Beijing. Este lugar es toda la industria galerista de arte chino contemporáneo y kitsch. Mientras recorríamos les explicaba el concepto de alguno de estos lugares, referido a cómo el arte se vuelve un tipo de arte consumista. Puede ser aceptado, apreciado y captado por todo tipo de publico sin dificultad.
¿Qué es lo que más te ha aportado China en tu crecimiento artístico? ¿Es un buen lugar para desarrollarse?
Tengo muchísimos proyectos en mente. Ellos me han dado todo, quieren que explote todo lo que pueda de mí. Jamás me exigen, pero también sé perfectamente como funciona el sistema por acá, así que yo sólo me enfoco en lo que pueda hacer por el momento. Yo no diría que es un buen lugar para desarrollarse. Todo lo que aprendí lo aprendí con experiencia de la vida.
¿Qué tantas oportunidades hay para los artistas latinos en China?
Aun no lo sé. Una vez me comentaron que entrar en el circulo artístico chino es demasiado difícil. Tienes que tener contactos selectos e impresionarlos.
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