Taiwán padece de cierto morbo gótico, aunque más dirigido a los subalternos que a los primeros espadas, por decirlo con terminología taurina. La semana pasada asistimos a la enésima reorganización del gabinete gubernamental, que parece necesitar una reforma a fondo más o menos una vez al año. Raro es el ministro que consigue mantener sus posaderas en la silla ministerial en un país en el que, a poco que te descuides, cambian tu tienda habitual por un Mister Donut o un Dante Coffee en menos que canta un gallo.
El presidente Ma Ying-jeou y el primer ministro Jiang Yi-huah decidieron hacer algunos cambios de cara en el gobierno y entre los más sonados estuvo sin duda el del ministro del Interior, Lee Hung-yuan, que no aceptó permanecer en el gabinete como ministro sin cartera y prefirió dimitir y dedicarse a la enseñanza universitaria de ingeniería y recursos hidráulicos. Lee era probablemente el miembro del gobierno que mejor lo había hecho hasta ahora y el que menos controversias ha generado, siendo eficiente y discreto en su cometido. Sin embargo, en política suelen permanecer siempre los menos aptos para el trabajo y los más hábiles para la intriga, aunque sean unos zoquetes redomados. Lo cierto es que la salida de Lee Hung-yuan practicamente acaparó todas las portadas de la prensa, que dejaron el resto de cambios y nuevas caras para sus páginas interiores.
Algunos consejos nacionales fueron elevados a la categoría de ministerios, como el de agricultura o el de medio ambiente, y otros consejos nuevos han sido creados, pero sin mayor trascendencia política.
La reorganización del gobierno coincidió con la 10ª reunión de alto nivel entre las fundaciones SEF y ARATS, los órganos de negociación entre Taiwán y China, y se firmaron dos acuerdos para intercambio e información climática y predicción de terremotos.
Una cosa bastante marginal teniendo en cuenta la importancia y envergadura de los acuerdos firmados en reuniones anteriores. Chen Deming se estrenaba como presidente de la ARATS y antes de regresar a China visitó a los pandas del Zoo de Taipei.
Allí dijo a los periodistas que volvería a Taiwán durante esta primera mitad del año y que el futuro Acuerdo de Comercio de Bienes estaría listo para ser firmado antes de finales de año. Así, a pesar de los pesares, ha sido una semana bastante anodina en la isla Formosa, que además disfrutaba de los tres días de vacaciones merced al día en que se conmemora el 228, en memoria de los trágicos sucesos ocurridos el 28 de febrero de 1947.
Y mientras la carrera hacia las elecciones locales sigue su curso, se escuchan rumores de que Ma Ying-jeou podría promocionar a Jiang Yi-huah como próximo candidato a las presidenciales de 2016. Pero de momento, todo esto pertenece a la categoría de rumor y habrá que esperar a que las fechas estén más próximas, tal que casi podamos quemarnos los dedos al tocarlas.
Iker Izquierdo es un periodista español basado en Taipei. Acá puedes leer la presentación a su blog "En los límites del imperio".
También puedes leer:
– En los límites del imperio: el morbo del turista chino
– En los límites del imperio: ¿Es segura la industria alimentaria de Taiwán?
– En los límites del imperio: El otoño cae sobre Taiwán