En China hace tiempo que se habla de las “shengnü”, literalmente “mujeres sobrantes”: se trata de aquellas mujeres chinas de las grandes metrópolis, treintañeras, que aún no se han casado. Son mujeres de clase media o alta, que tienen un alto nivel educativo, una carrera exitosa y serias dificultades para encontrar a su media naranja. Durante estos últimos meses se ha comenzado a hablar de los “hombres sobrantes”. Según el periódico Global Times para 2020 habrá 24 millones de “solterones”
El rápido ascenso del país y los fantasmas de las pobrezas pasadas han puesto el foco sobre el éxito laboral, construir un patrimonio y “cuidarse la espalda”. De esta forma muchos jóvenes han pasado la mayor parte de su vida preocupados por sus carreras y se han olvidado de su vida personal. El año pasado un informe conjunto de la Municipalidad de Beijing y la Beijing Youth Federation mostró que la capital china se encuentra sexta en el ranking de ciudades con más “hombres sobrantes”. El 33 por ciento de los hombres de Beijing se identifica con esas palabras, “hombres sobrantes”.
La encuesta mostró que la región autónoma de Guangxi es la zona con más solterones en China, con un 34,9 por ciento, seguidos de Jiangxi y Guangdong ambos con 33,4 por ciento. Esta soledad, tanto por parte de los hombres como por parte de las mujeres, ha dado pie a un nuevo mercado. Páginas para encontrar pareja, aplicaciones para el teléfono, agencias de casamiento. De todas ellas la estrella es la aplicación momo, que está creciendo en número de usuarios a un veloz ritmo. Se trata de una aplicación para teléfonos inteligente para tener sexo “de una noche”.
El gigante Alibaba ya ha invertido en dicha aplicación y hasta se habla de una próxima salida a bolsa. Momo pasó de 10 millones de usuarios en 2012, a 100 millones en 2014 en China. Funciona de una manera parecida a la de wechat pero orientada al sexo y su crecimiento ha sido exponencial: de 10 millones en 2012 a 100 en 2014.
La aplicación se puede descargar gratis y en principio es una red social parecida a facebook o wechat en donde se puede charlar en manera grupal o entre dos usuarios. La diferencia con otras redes sociales es que está orientada al sexo casual. Gracias a su sistema de geolocalización cada usuario puede saber a qué distancia está del otro.