El gobierno sigue su estricta campaña contra la corrupción y contra el despilfarro de sus funcionarios para cambiar a toda costa su imagen y acercarse al pueblo. Un funcionario del Partido fue expulsado por la costosa boda que realizó su hijo.
Ma Linxiang, funcionario de la ciudad de Qingheying, fue despedido del Partido luego de que se conociera la lujosa boda de su hijo. En ella habría gastado unos 260.000 dólares en tres días de fiesta. A pesar de que las investigaciones mostraron que no se habrían utilizado dineros públicos en las celebraciones, la fiesta iba en contra de lo que está pregonando el Partido, pues justamente son este tipo de lujos los que han alejado al Partido del pueblo.
La boda se llevó a cabo en el National Convention Center -espacio fundado en 2008 como parte de las construcciones realizadas para las Olimpiadas de Beijing. Xinhua informó que se habrían gastado en las celebraciones 260.000 dólares, a pesar de que el mismo funcionario declaró al medio haber gastado solamente 200.000 yuanes (32.000 dólares). “No hubo nada especial, solamente festejamos según las tradiciones de nuestro pueblo”, afirmó el funcionario.
Ma también declaró que él no había querido festejar la boda en el National Convention Center, pero que los novios insistieron en ese propósito. “Yo conozco las reglas y sé que no hay que hacer lo que hicimos. Pero los novios estaban determinados en festejar allí la boda y no pude disuadirlos”, dijo el funcionario a Xinhua. Ma también afirmó que fue la familia de la novia -ricos empresarios provenientes de Jiangsu- quienes enfrentaron los gastos de la boda.
El hecho se inscribe en la estricta campaña que lleva adelante el gobierno de Xi Jinping por cambiar la imagen del Partido, combatiendo el gasto exagerado de los funcionarios y la corrupción. En esta campaña se inscribe principalmente el encarcelamiento de Bo Xilai, pero también otros hechos como el pedido de “autocritica” a los dirigentes locales y el recorte general de los gastos públicos, como viajes, comidas y coches.
Por el momento, el público chino no parece cien por ciento convencido de que la campaña sea mucho más que una operación cosmética. “Por uno que echan, diez que celebran aún más”, dijo un usuario de weibo, que se hace llamar, precisamente, Ma. “No puede ser tan estúpido de hacer la boda en el National Convention Center, sabía que sería un escándalo” dijo Wang Wang, otro usuario.
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[Crédito foto: SCMP]