El nuevo auge en China: cirugías para parecer occidental

In by Andrea Pira

“Me sentía la mujer más hermosa del mundo”, dice Feng Qian recordando la tarde de 2004 en la que ganó el concurso Miss Belleza Artificial China, un concurso que surgió como protesta al tradicional Miss Mundo, en donde las mujeres operadas no pueden presentarse. Los chinos se entregan a todos los lujos. De su tradicional bicicleta han pasado a coches cada vez más costosos, de sus alpargatas negras a zapatillas de marca, y junto con las vacaciones en Europa y la ropa de diseñadores extranjeros, vino la cirugía estética.
“Las cirugías estéticas hacen que la gente se sienta mejor y los chinos están aprendiendo a gozar la vida. Ahora podemos disfrutar de un buen vino, vacaciones, o una buena comida. En ese sistema entran estas operaciones”, dice Feng. Actualmente esta modelo de 30 años se siente orgullosa de ser un ícono de esta materia. Su pasión ha sido tal, que es cirujana plástica y fundó su propia clínica de estética.

“Las cirugías pueden ser algo costoso, pero tienen un efecto rejuvenecedor. No es solamente algo estético; las personas pasan a tener mayor confianza en sí mismos. Los chinos necesitamos tener más autoestima y sentirnos hermosos”, agrega.

China, país que durante la Revolución Cultural prohibió el maquillaje y hasta ciertas vestimentas femeninas occidentales, se encamina a ser el país con más operados plásticos del mundo. Ya desplazó a Corea del Sur como el reino asiático de la cirugía estética y ya es hoy el segundo país en donde más se realizan cirugías estéticas, después de Estados Unidos. Próximamente superará esta cifra, pues el número de operaciones en este país se duplica cada año.

En 2012 se realizaron en China 650 mil cirugías estéticas. La cirugía más popular es la llamada blefaroplastia. Se trata de una operación que se realiza en los pómulos, realzándolos, y en los ojos, para que se vean más redondos y parezcan occidentales. Esta cirugía se ha hecho muy popular y se ha convertido en la más pedida por los jóvenes. La gran diferencia es que antes la cirugía estética se realizaba solamente en las clases más adineradas, mientras que ahora se ha popularizado en la clase media.

La blefaroplastia puede remplazarse por un simple plegado de párpados, un procedimiento sale cuesta alrededor de 3.000 yuanes (350 dólares).

“Las operaciones que se realizan en China van enfocadas a mejorar la imagen para las cámaras digitales y las fotografías. Son operaciones hechas para verse bien en internet. Los pómulos levantados, los ojos redondos y la sonrisa inocente son un estereotipo de Flickr y del portal de Internet 163”, dice a La Nación  Ilma Gareca, socióloga y sinóloga, cubana de la Universidad de Palermo.

Otra gran diferencia que se ha marcado estos últimos años es que cada vez más hombres pasan por el bisturí. “En China el crecimiento económico y la apertura cultural está llevando a una redefinición de los roles y funciones sociales. Si la mujer ya no es el ama de casa que se queda limpiando y puede ser una empresaria exitosa, el hombre también puede ser sensible y cuidar su imagen”, agrega Gareca.

Esto se puede ver con el futbolista chino Dong Fangzhuo, jugador del Dalian Shide y de la selección china, quien fue intervenido estéticamente en los ojos y la nariz  el año pasado, generando conmoción en la red. “Casos como el suyo, que se viste y peina impecablemente, e incluso se maquilla, ayuda a recrear el rol masculino en la sociedad china. Después de su operación muchos más hombres se animan”, afirma Gareca.

Algo similar ocurrió con la operación de ojos que se realizó el cantante Zhang Muyi. “No siento vergüenza por haberme operado, al contrario, siempre que puedo aclaro que lo he hecho. Es como comprar ropa de calidad o un buen reloj”, dijo al medio de prensa rosa chino Ni Hao Ma.

La obsesión por la juventud también está arraigándose en la población china. “Mi madre se hizo un lifting a los 35, otro a los 42 y tiene planeado uno para cuando cumpla 50. No puede soportar una arruga sobre su cara”, dice Yu Ting, una economista pekinesa, quien afirma tajantemente que nunca se haría una cirugía. “Hemos visto a muchas mujeres arruinadas por el exceso de cirugías, es algo que puede deveniradictivo”, aclara.

Si bien las cirugías estéticas están en proceso de masificarse en China, aún no hay una estandarización de procesos y no se aplica un estricto control sobre las con condiciones de higiene. Muchos salones de belleza e incluso salones de masajes suelen proponer ilegalmente inyecciones de Botox o cirugías menores, según revela la revista Times.

El 60 por ciento de las operaciones estéticas realizadas en China producen infecciones y precisan de una intervención posterior, según se afirma en un estudio de la Sociedad Internacional de Cirugía Estética, ISAPS -por sus siglas en inglés-.

“Menos de la mitad de las casas que realizan cirugias estéticas en china cumplen con las condiciones necesarias de higiene y preparación. El gobierno ha prometido ser más riguroso y aplicar duras penas a quienes no cumplan”, se escribe en el informe.

En el 2012 se registraron 150 mil casos de infecciones durante las operaciones. Es decir, casi un cuarenta por ciento del total. Wang Bei, participante de 24 años del reality chino Super Girl, murió en 2010, durante una operación para reformarse la mandíbula, debido a una bacteria. 

Sin embargo existen hospitales como los de Feng Qian que se sitúan “entre los más caros del mundo”, como ella misma lo describe, y en donde los clientes pueden realizar incluso una estadía con spa incluido.

Paralelo a la blefaroplastia, otra operación común es la de rellenar el puente de la nariz, para realzar facciones en el rostro asiático. La práctica se sustenta en el mian xiangxue, la filosofía china que estudia el destino y cualidades de una persona según su rostro, que considera que aquellos que tienen nariz más larga tienen un espíritu elevado, vitalidad e inteligencia.

En otros casos, sin embargo, es para resaltar una similitud occidental, que no sólo es apreciada en China si no en otros países vecinos. La modelo japonesa Vanilla Chamu gastó más de 100 mil dólares en treinta cirugías de ojos, implantes mamarios, liposucción y afinamiento de pómulos para “parecer una muñeca francesa antigua”, según declaró. En efecto, resulta difícil adivinar su procedencia por su imagen, que es más caucásica que oriental.

La cirugía no es solamente una cuestión de imagen. Según la socióloga francesa Pauline Hachine, los efectos psicológicos de las cirugías estéticas no se deben sólo al cambio de imagen. “La carne envejece, la silicona no”, escribe en su portal. “No basta con ser perfecto, hay que serlo durablemente. En la sociedad actual la línea entre lo natural y lo artificial es cada vez más delgada”.

Lin, una joven china que prefiere no dar su apellido, dice que la razón para operarse no era para verse más occidental sino “para no llegar a vieja, para conseguir un mejor trabajo y, por qué no, conseguir un marido millonario”.

Nota publicada originalmente en La Nación

También puedes leer:

En China, esconderse del sol es un deporte extremo  

Me educo para un millonario  

Cosmética en China: un multimillonario y diverso mercado

 San Valentín: el amor entre este y oeste

– 
Un amor a medida