Una película que muestra un cercano futuro en el que Hong Kong pierde un importante grado de autonomía cultural y política por la influencia de China continental dejó de mostrarse en cines de la noche a la mañana.
Pocos días después de los peores enfrentamientos entre manifestantes y policía en las calles de Hong Kong, una película sobre un futuro distópico, en el que dentro de 10 años la región autónoma sería oprimida por la China continental, ha desaparecido de las salas de cine. ¿Es una coincidencia o una muestra adicional de la reciente serie de transgresiones por parte de China del modelo "un país/dos sistemas"
Una ciudad en la que el cantonés ha sido prohibido y reemplazado por el mandarín, un joven y una mujer se inmolan por la pérdida de autonomía política, jóvenes guardias rojos lanzan huevos a los escaparates de librerías que venden literatura política prohibida en China continental, hogares son demolidos sin la aprobación de sus dueños para construir grandes proyectos inmobiliarios, y el gobierno de China fabrica un asesinato político para que los hongkoneses aprueben una draconiana ley de seguridad. La película 10 años está compuesta por cinco mini-filmes cuya narrativa es independiente, pero juntos dibujan una imagen sombría sobre el futuro de Hong Kong. Se estrenó el 27 de diciembre y llegó a tener una mayor audiencia en algunos cines de la ciudad que El despertar de la fuerza: Episodio VII de la Guerra de las Galaxias.
A pesar de su éxito, hace unos días desapareció de todas las salas de cines.
Si bien la película lleva casi siete semanas en cines, hasta el 2 de febrero había llenado las salas en las que se proyectaba. En parte, la oposición generada por los medios oficialistas chinos contribuyó a generar curiosidad entre el público por esta producción independiente y de bajo presupuesto.
"Se espera que la gente de Hong Kong sea inmune a este virus del pensamiento", dijo un editorial del diario oficialista Global Times, publicado el 15 de enero. "La película es absurda y demasiado pesimista".
Por eso Jevons Au, uno de los tres directores de la película, se preguntó si fue retirada de las salas de cine a causa de presiones políticas o intimidaciones. Au le dijo a Radio Free Asia: "Quizás tienen miedo. Quizás ven que otras cadenas de cine no la están mostrando, así que ellos también dejaron de mostrarla".
Aunque esto es una sospecha que no ha sido confirmada, la película toca fibras sensibles. Su éxito, su controversia y las dudas en torno a su repentina desaparición, revelan que los habitantes de la región autónoma están muy preocupados por el camino que está tomando la isla, cada vez más cercana a la influencia del gobierno de China.
Hong Kong nunca ha sido un territorio independiente, y a pesar de que éste es el contexto en que más libertades han tenido sus habitantes -incluso más que bajo el dominio británico-, en la región autónoma es cada vez mayor el temor de que esté iniciando un proceso que la aleje progresivamente de la democracia.
No es sólo el caso de los libreros que publicaban textos prohibidos en China continental, y que fueron aparentemente secuestrados por el gobierno chino en Tailandia y Hong Kong para ser juzgados en China continental, mientras permanecen detenidos en prisiones secretas. También están las reformas políticas que motivaron las protestas de la Revolución de los Paraguas, por darle demasiada influencia a Beijing sobre el proceso electoral de Hong Kong; o el calificar de "separatistas" a los manifestantes de Mong Kok durante el año nuevo chino. Los ejemplos de una creciente presión de la China continental sobre Hong Kong parecen presagiar tiempos difíciles. Menos libertad.
La política "un país, dos sistemas" tiene fecha de vencimiento. En el año 2047 Hong Kong estará plenamente bajo el dominio de Beijing, según el tratado de traspaso de la isla. A menos que en China deje de gobernar el Partido Comunista, que por supuesto es posible aunque no parece probable, Hong Kong pasará a ser una suerte de Shanghai o Shenzhen. El futuro ficticio de 10 años para el 2025 es pesimista, pero el futuro real para el 2047, que por lo pronto es inexorable, será mucho peor.
Entretanto, Beijing parece estar minando y transgrediendo los derechos de los hongkoneses que están protegidos por los tratados. Una película como 10 años tiene tanto éxito porque el peligro de reducciones a las libertades civiles está allí, se vive casi a diario, y en esta pelea a largo plazo Hong Kong tiene, por lo pronto, todas las de perder.
[Crédito foto: webs-of-significance.blogspot.com]
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