La sureña población rural de Seongju fue escogida por las autoridades de Estados Unidos y Corea del Sur para desplegar el sistema antimisiles THAAD, con el que buscan protegerse de posibles ataques dada la creciente capacidad nuclear y balística de sus vecinos norcoreanos, que entrará en operaciones en 2018 y desde ya cuenta con la oposición de China, Rusia y Corea del Norte.
El Ministerio de Defensa Nacional confirmó que esa localidad de la provincia de Gyeongsang fue escogida luego de rigurosas inspecciones en varias regiones por parte de expertos de Estados Unidos y Corea del Sur para la instalación del THAAD (Terminal High Altitude Area Defense), un sistema para derribar misiles de corto, medio y alcance intermedio en su fase terminal.
“Un grupo de trabajo conjunto de Corea del Sur y Estados Unidos ha propuesto el área de Seongju, al norte de la provincia de Gyeongsang, como el lugar óptimo para el despliegue y los ministros de defensa de los dos países han aprobado esto”, señaló el viceministro de Defensa, Yoo Jeh-seung, en conferencia de prensa.
La eficacia militar y la seguridad de los residentes locales fueron los principales puntos a tomar en cuenta por este estudio que definió esa montañosa localidad para instalar el sistema de defensa.
Después de una serie de pruebas nucleares y de misiles balísticos por parte de Pyongyang, los gobiernos de Seúl y Washington decidieron el pasado viernes dar luz verde al despliegue del THAAD en territorio surcoreano.
La instalación del sistema THAAD en Seongju, 296 kilómetros al sureste de Seúl, “ayudará a garantizar de manera firme la seguridad de nuestra gente que vive en las dos terceras partes del territorio de Corea del Sur, al tiempo que aumenta dramáticamente la capacidad de defensa de instalaciones estatales claves, como plantas de energía nuclear y sitios de almacenamiento de petróleo, así como la seguridad de nuestras fuerzas militares y la de nuestros aliados de Estados Unidos”, precisó Yoo.
Esa población rural está localizada cerca Campamento Carrol, una base militar estadounidense apostada en Corea del Sur; también brindará protección al Campamento Humphreys, una nuevo asentamiento militar para 29.000 soldados de EEUU; está fuera de rango de la artillería de largo alcance que Corea del Norte desarrolló recientemente e instalará en los próximos días en la línea de frontera, y será ubicado relativamente lejos de China, que también se opone al despliegue.
Sin embargo, el sistema no podrá proteger el área metropolitana de Seúl, dado que el THAAD solo alcanza un rango de 200 kilómetros y la capital surcoreana no alcanza a ser cubierta.
A medida que el nuevo sistema de defensa se vaya implementando en la parte sur del país, las fuerzas militares surcoreanas proyectan incrementar el despliegue de sus propios interceptores de misiles de altitud media Patriot en el área de la capital, el cual es más efectivo contra los misiles norcoreanos que vuelan distancias cortas y por lo tanto a alturas más bajas, puntualizó Yoo.
Seúl y Washington iniciaron las negociaciones sobre el THAAD el pasado mes de febrero para instalar un sistema de defensa que permita a Seúl proteger de manera eficiente su territorio, dada la mejoras en los misiles norcoreanos.
A principios de ese mismo mes Pyongyang inició las pruebas de su primer misil balístico intercontinental, en junio pasado hizo seis pruebas del misil de rango intermedio Musudan y un día antes de la firma del acuerdo para instalar el sistema realizó sin éxito una prueba de lanzamiento de un misil desde un submarino.
La decisión de desplegar el THAAD es el más reciente paso que toma Washington para presionar a Corea del Norte por sus planes de construir armas nucleares, pero China está preocupada debido a que el radar de ese sistema puede realizar un seguimiento de sus actividades militares y advirtió que esto podría desestabilizar el balance regional en materia de seguridad.
Corea del Norte advirtió que el proyecto de Estados Unidos y Corea del Norte de instalar ese sistema antimisiles es una “nueva herramienta de invasión” que tendrá una “respuesta física” tan pronto se tenga una localización y se empiece la instalación.
Para Moscú es una amenaza a la seguridad para Rusia y toda la región, por cuanto el sistema puede ser instalado en zonas no muy lejanas del territorio ruso, y además se suman a la preocupación china sobre la vigilancia del radar y el sistema de tecnología que se usará.
El THAAD es un sistema creado por Lockheed Martin Space Systems que usa el ejército de Estados Unidos para derribar misiles por medio de un impacto directo, pues no cuenta con cabezas explosivas.
[Crédito foto: U.S. Missile Defense Agency] También puedes leer:
– Kerry en Beijing: protegiendo a los suyos de la amenaza nuclear norcoreana
– La Gran Muralla Submarina: nueva iniciativa para proteger a China