“¿Les sorprende toda esta información? Espero que esto lleve a un escrutinio en el país y que demuestre la poca importancia que se le da a la información privada en China”, decía un tweet publicado por la cuenta anónima @shenfenzheng, antes de ser cerrada.
Además de publicar varios comentarios críticos e irónicos, esta cuenta logró divulgar en la red social Twitter información personal de decenas de magnates, industriales y líderes del Partido Comunista, convirtiéndose en una de las mayores filtraciones de datos en la historia de la República Popular China.
En la lista de los afectados se encuentran docenas de políticos y millonarios chinos, como el fundador de Alibaba, Jack Ma; el hombre más rico de China y presidente de Dalian Wanda Group, Wang Jianlin; el presidente de Tencent, Ma Huateng, y el coloso de los teléfonos inteligentes Xiaomi, Lei Jun.
Entre los políticos aparecen los detalles personales del gobernador de una provincia china e irónicamente también fueron reseñados los datos de Fang Binxing, el arquitecto del Gran Cortafuegos que censura el ciberespacio en China.
La cuenta @Shenfenzheng (que en chino quiere decir documento de identificación) fue suspendida por Twitter la semana pasada, pero los datos permanecieron en línea el tiempo suficiente para que cualquier persona con acceso a la red pudiera conseguir detalles personales como la dirección de vivienda, números de identificación personal, nivel de educación, estado civil y otras informaciones de empresarios y de la élite política china.
La filtración de este tipo de datos en China es un delito que es sancionable con fuertes multas y hasta siete años de prisión, reseñó la prensa.
El gobierno ha sido reticente a hacer comentarios sobre el hecho y las empresas que pertenecen a los magnates que fueron afectados tampoco se han pronunciado sobre la publicación de datos en Twitter.
Aunque ha sido difícil confirmar la veracidad de los datos suministrados por esa cuenta de Twitter, el diario estadounidense The New York Times aseguró que la información publicada sobre Wang Jianlin, su esposa e hijo es veraz.
Sima Nan, un reconocido presentador de la televisión nacional China dijo por su parte que los datos divulgados sobre él eran correctos.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores de China dijo sobre el incidente que estaba “consciente del asunto” pero que su despacho “no endiente realmente la situación”.
Los números de identificación nacional pueden ser herramientas indispensables, especialmente si se considera que en China muchas personas pueden tener el mismo nombre. Solo a modo de ejemplo, más de 90 millones de personas comparten el nombre Wang en el área continental de China. Asimismo, incluye su fecha y provincia de nacimiento, sexo y ciudad (algunas veces barrio) de residencia legal.
Dada la importancia de los datos personales en China, su venta se ha convertido en un mercado negro muy lucrativo. El estatuto de la Asamblea Popular Nacional castiga a las personas que consiguen datos de manera ilegal, pero aún así muchas personas tienen acceso a la base de datos de la policía nacional que contiene todas estas informaciones, según The New York Times.
El hurto de datos personales se ha vuelto una preocupación para la gente común en China, donde los casos de fraude y hurto de identidad han crecido exponencialmente en los últimos años. En febrero pasado, un grupo de hackers intentó acceder a los datos personales de más de 20 millones de consumidores en Taobao, uno de los mayores sitios de comercio electrónico en China.
[Crédito foto: Financial Times]También puedes leer:
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