A pesar de que las relaciones entre Corea del Norte y China están en crisis, Pyongyang tiene un nuevo "banco" diplomático: la Rusia de Putin. Así se puede leer la visita oficial del vice mariscal norcoreano, Choe Ryong Hae, a Moscú.
Como la relación entre Corea del Norte y China no pasa por un buen momento, Pyongyang se ha vuelto hacia Moscú. El vice mariscal Choe Ryong Hae, uno de los hombres más importantes del régimen, fue recibido el 18 de noviembre en Moscú como enviado especial de Kim Jong-un.
Esta situación denota la cercanía actual entre el gobierno norcoreano y el Kremlin. Inclusive, hace algunas semanas, el presidente Vladimir Putin se reunió con el ministro de defensa Hyon Yong Choi, después de meses de acuerdos, negociaciones y reuniones entre dirigentes de alto rango de ambos países.
Muchos analistas creen que el viaje, anunciado por la Agencia Norcoreana Central de Noticias (KCNA por sus siglas en inglés), es parte de la estrategia de gobierno de Kim para desmentir las denuncias hechas por violaciones a los derechos humanos.
En la investigación que las Naciones Unidas llevó a cabo se contempló la posibilidad de que Kim Jong-un comparezca ante la Corte Penal Internacional. Además, podrían aplicarse sanciones internacionales contra el país como respuesta a las pruebas nucleares y balísticas que viene realizando y desafían las resoluciones de la ONU. Por otra parte, la visita podría ser un preámbulo para un posible encuentro entre Kim Jong-un y Vladimir Putin, como apareció en el diario surcoreano Hankyoreh.
Corea del Norte y Rusia comparten fronteras en una franja de aproximadamente 19 km en el noreste de la República Popular Democrática. El último gran acuerdo entre ambos países trató sobre este tema precisamente, y el plan para repatriar a los inmigrantes ilegales dentro de los primeros 30 días de haber cruzado la frontera.
Sin embargo, el acuerdo deja margen de maniobra a los rusos, en particular para impedir que sean repatriados los exiliados, refugiados y desertores, que de regresar a Corea podrían ser perseguidos y sometidos a torturas, y tratos inhumanos y degradantes.
En el último año Moscú y Pyongyang también firmaron otros acuerdos importantes. En mayo, Rusia perdonó alrededor del 90% de la deuda norcoreana que se remonta a la época de la Unión Soviética.
Corea, por su parte, ha relajado las regulaciones para la concesión de visados a los inversionistas de la Federación. Otro acuerdo es el compromiso de Rusia de invertir 25.000 millones de dólares para modernizar 3.200 kilómetros de líneas ferroviarias en Corea del Norte. También se acordó la transición al rublo para el comercio entre ambos países.
El estudio también de cuenta del interés renovado de Moscú hacia oriente, resultado de la crisis en Ucrania y las tensiones con Estados Unidos y la Unión Europea. En cuanto a Pyongyang, la estrategia se debe al enfriamiento de las relaciones con China
Dentro del gobierno chino se ha abierto el debate sobre si se debe reconsiderar la alianza con Pyongyang. Este asuntó empezó en febrero del año pasado cuando Corea del Norte realizó su tercera prueba nuclear. En Beijing esta actitud de los vecinos del norte es considerada perjudicial para los intereses chinos.
El gobierno norcoreano busca fortalecer su posición diplomática si se tiene en cuenta los recientes viajes a Mongolia y varios países europeos de miembros de alto rango del Partido de los Trabajadores. En Italia la comitiva fue recibida por el senador Antonio Razzi.
Artículo producido para il Fatto Quotidiano, Italia.
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[Crédito foto: Reuters]