[Chineando] en el riñón psicodélico -y vacío- de MAD en Ordos

Ordos no es Brasilia ni Chandigarh, ni tampoco Dubai, pero quisiera serlo. Así como Oscar Niemeyer y Le Corbusier lideraron en su momento la utopía de construir una ciudad moderna desde cero en Brasil e India, esta urbe minera de 1,5 millones de habitantes en la provincia de Mongolia Interior está intentando convertirse en la ciudad del futuro. Y uno de sus edificios más notables es el resplandeciente Museo de Ordos, una especie de riñón veteado y de color plomizo diseñado por MAD Architects, la firma mejor conocida de China.
Con un PIB per capita mayor que el de Beijing gracias a los vastos yacimientos de carbón y otros minerales, Ordos se ha convertido en uno de los proyectos consentidos del gobierno chino. Al fin y al cabo, su actividad económica no cesará de crecer en momentos en que China se urbaniza a una velocidad vertiginosa. Así que, previendo los problemas de falta de agua que aquejan a Ordos, el gobierno comenzó la construcción de la mejor irrigada Kangbashi a unos 16 kilómetros de distancia.

Todavía es temprano para medir el éxito urbanístico de la nueva Ordos, una ciudad donde abundan los edificios de lujo, terminados pero vacíos. Tanto que muchos ya hablan de la “ciudad fantasma”. En medio de estos complejos, se erige un ultramoderno Museo para una ciudad nueva. Su fachada de metal diseñada para resistir a las fuertes tormentas de arena que azotan el cercano desierto de Gobi. Enormes tragaluces permiten la entrada abundante de luz, que convierte sus interiores en espacios prístinos y casi blancos.

¿El único problema? La mayoría de residentes de Ordos aún prefieren quedarse en la parte “vieja” de la ciudad, en vez de mudarse a la ultramoderna Kangbashi. Y al permanecer prácticamente desolada la nueva utopía de Mongolia Interior, poca utilidad tiene el museo concebido por la renombrada firma que lideran Dang Qun y Ma Yansong.