[Chineando] con la Ópera de Guangzhou de Zaha Hadid

In by Simone

A pesar de contar con más de doce millones de habitantes y ser el motor del desarrollo económico chino, Guangzhou siempre fue la pariente pobre de Hong Kong en lo que a cultura se refiere. Pero mientras que la ex colonia británica aún no tiene un complejo cultural de categoría, la vieja Cantón muestra orgullosa su nueva Ópera, construida por Zaha Hadid con la forma de dos piedras lisas a orillas del río Perla.
Hace casi 17 años Zaha Hadid ganó un concurso para construir otra ópera. Entonces la arquitecta británica-iraquí apenas comenzaba su meteórica carrera internacional y su proyecto para la Ópera Nacional de Gales en la bahía de Cardiff fue finalmente cancelado, víctima de una disputa entre políticos conservadores que eran incapaces de entender el innovador diseño. Dos décadas después, Hadid -ya consagrada como uno de los más importantes arquitectos del mundo- tuvo su revancha.

El resultado es un edificio curvilíneo y alargado, atravesado por un esqueleto de granito y vidrio que lo inunda de luz natural de día y de los reflejos del horizonte urbano de Guangzhou de noche. Los espacios fluidos, conectados entre sí por largos corredores y rampas blancos iluminados por los enormes tragaluces, dan la sensación de caminar entre luces permanentes. Y en el centro, una sala de 1.800 asientos con una forma irregular y curiosamente asimétrica, pero con una perfecta acústica -diseñada por el neozelandés Harold Marshall- tanto para la lírica occidental como china.

No sólo el edificio de Hadid ha sido revolucionario. La inauguración del edificio también fue un éxito, con la ópera Turandot de Giacomo Puccini, que estuvo prohibida hasta hace menos de diez años en China.

 

[Imágenes cortesía de Zaha Hadid Architects]