China y Latinoamérica, más conectadas, ¿con Europa también?

In by Andrea Pira

Entrevista exclusiva para China Files con R. Evan Ellis, profesor adjunto de Estudios de Seguridad Nacional en el Centro de Estudios Hemisféricos de la Universidad Nacional de Defensa, sobre la ambiciosa propuesta de construir el primer ferrocarril transoceánico en Sudamérica, que comunique la costa de Brasil en el Atlántico con la de Perú en el Pacífico.
La semana pasada sorprendió la noticia de que Molinari, un consorcio suizo-germano, también quería subirse al tren bioceánico que se está gestionando en Sudamérica, y para el cual los gobiernos de China, Perú y Brasil firmaron un acuerdo en mayo de 2015 para hacer los estudios preliminares. En una visita de cuatro días a Bolivia, una delegación alemana, encabezada por el viceministro de Transportes e Infraestructura Digital, Rainer Bomba, anunció que prepararía una propuesta alterna para desarrollar “el megaproyecto del siglo”.

R. Evan Ellis, autor de varios artículos sobre Latinoamérica, y experto en temas políticos, económicos y relaciones Asia-América Latina, del Centro de Estudios Hemisféricos de la Universidad Nacional de Defensa, habló sobre la construcción del corredor bioceánico, la inclusión de la Unión Europea (UE) en la mesa de negociaciones, y del impacto que este proyecto puede tener para el futuro de la región.

¿Qué implica para China el hecho de que la Unión Europea ahora esté "a bordo" del proyecto con Bolivia? ¿Son Alemania y Suiza una amenaza para los intereses chinos?

En mi opinión, no es claro si la ruta Acu-Bayóvar o las alternativas que incluyen a Bolivia seguirán adelante. Los alemanes, particularmente, cuentan con fuertes conexiones con Bolivia, y hace dos meses Evo Morales viajó a Hamburgo, coincidiendo con la visita de los chinos (por casualidad, yo estaba allí). No veo que este proyecto tenga impulso. Sin embargo, si va hacia adelante, los intereses alemanes y suizos podrían ayudar a que sea real, y se podría hacer con financiación conjunta. Pero si sucede, vamos a ver quién llega realmente a construir el proyecto, y quién venderá los motores y los vagones.

¿Qué tendría que pasar para que el proyecto chino con Brasil y Perú falle? Si es así, ¿usted cree que Humala y Rousseff irán con la UE o buscarán un nuevo enfoque con China?

No creo que Humala o Rousseff estén en condiciones de sacar adelante un proyecto semejante este año. Rousseff, debido a la crisis de Brasil, y Humala porque actualmente es un presidente poco popular, y las elecciones en Perú serán en tan sólo unos meses. Pero luego de las elecciones peruanas, dependiendo de quién gane, y de lo que suceda con la economía brasileña, podría haber un nuevo panorama. A pesar de todo esto, si el proyecto no puede seguir adelante con el financiamiento chino, hay demasiados temas ambientales para tratar rápidamente con la UE. Por el momento, yo lo veo estancado con ambas partes.

¿Qué significaría para China, y sus intereses nacionales, perder este proyecto?

La fracción de los grandes proyectos chinos de infraestructura propuestos en América Latina que realmente se han concretado es aproximadamente entre 10% y 20%. Hay que pensar en los otros proyectos importantes que no se han dado: el Canal de Nicaragua; los “canales secos” de Honduras, Guatemala, México y Colombia; los trenes de alta velocidad Río de Janeiro – Sao Paulo, Ciudad de México – Querétaro; la instalación hidroeléctrica “Rositas”; las refinerías en Cienfuegos, Cuba, El Aroma, en Ecuador y Costa Rica, etc. Los chinos han ganado algunos proyectos hidroeléctricos en Ecuador, Honduras, y algunos proyectos importantes de interconexión eléctrica en Brasil con la Red Estatal (especialmente en Belo Monte). Pero yo no veo que esto vaya más allá de la rutina normal.

Y si de hecho se desarrolla durante los próximos años, ¿cuál será el papel de China en América Latina?

Probablemente, el mayor beneficiario sería Brasil, que, económicamente, podrá exportar soja y hierro a Asia sin utilizar puertos en el Atlántico. Eso ocasionará un daño en Argentina y Uruguay con su plan para un nuevo puerto de aguas profundas para apoyar el comercio de hierro y soja de Brasil en La Rochina. A China le ayudará a fortalecer su posición como motor de desarrollo de América Latina, y sostener su posición con los Gobiernos de Brasil y Perú (dependiendo de la ruta que se elija). Si pasa por Bolivia, sería parte de una tendencia que se está generando por apostarle al país. Esto ampliará significativamente su compromiso con Bolivia para también desarrollar El Mutún, así como varias carreteras y otros proyectos. Si pasa por este país, la capacidad de los chinos de usar la ruta para exportar hierro boliviano de El Mutún, en Santa Cruz, sería un beneficio, tanto para el acceso de China a las materias primas, como para el papel de Bolivia en la economía de América del Sur.

[Crédito foto: People Daily]
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