China está debatiendo en el Congreso si aprobar dos nuevos días festivos para conmemorar la guerra de resistencia contra Japón en los años 30 y 40. El sentimiento nacionalista es cada vez más fuerte en ambos países.
La masacre de Nanjing en 1937 fue brutal. Más de 300.000 personas murieron a manos de los japoneses, quienes también hicieron experimentos biológicos con prisioneros de guerra, y violaron a miles de mujeres. Desde entonces, la relación entre China y Japón de ha tenido un halo de tensión que ninguna de las partes ha podido, resolver.
Las asperezas han aumentado significativamente desde que el primer ministro nipón Shinzo Abe llegó al poder. El mandatario visita regularmente el santuario Yasukuni, donde yacen los restos de criminales de guerra, y los chinos lo consideran una falta de respeto y una afrenta personal. En China no olvidan los crímenes de guerra cometidos por Japón, y cada vez que se mencionan, exacerban los sentimientos nacionalistas.
Por eso, el Congreso Nacional del Pueblo Chino está debatiendo incluir dos días feriados que recuerden la historia. El 3 de septiembre se conmemoraría la victoria del pueblo chino en la guerra de resistencia contra la agresión japonesa, y el 13 de diciembre sería el día para honrar a las víctimas de la masacre de Nanjing.
Los editoriales de múltiples diarios chinos recibieron la iniciativa con brazos abiertos. “Es natural que los países tengan días en que rindan homenaje a la memoria. Para China, estos dos días serán una señal de respeto y de luto por las víctimas y un recordatorio de la necesidad de fortalecer la nación”, dijo China Daily.
Y es que la tensión lleva varios meses escalando. Desde que ambos países están activamente disputando la soberanía de las islas Diaoyu o Senkaku, el sentimiento nacionalista en ambos sitios ha crecido a pasos agigantados. En China es común ver manifestaciones anti-japoneses y muchas personas como mínimo resienten a los japoneses, incluso a aquellos que nada tienen que ver con los crímenes de la era de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque muchos líderes japoneses se han disculpado por las atrocidades cometidas, otros, como el alcalde de Nagoya, Takushi Kawamura, han negado que hubo una masacre. “Fueron simples actos propios de una guerra”, dijo el burgomaestre. Comentarios como ese son los que causan ira y desencanto entre muchos chinos; no solo aumentan el nacionalismo, sino el sentimiento anti-japonés.
La reciente idea de incluir estos dos días feriados para conmemorar la resistencia china contra la invasión japonesa es totalmente justificada, pero trae un costo en materia de relaciones internacionales. Ahora, la ya volátil relación sino-japonesa se enfrenta a tratar de sortear esta nueva fuente de tensión para poder equilibrar su excelente relación económica con una más estable en materia diplomática.
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[Foto: Republican China]