China anunció que reduciría la emisión de contaminantes ambientales por 60% antes del 2020, a través de una profunda reforma a su sistema energético, que actualmente tiene una alta dependencia en plantas de carbón.
China se ha comprometido a reducir en un 60% para el 2020 sus emisiones de contaminantes ambientales en el sector energético. La decisión fue anunciada por el gabinete, luego de una semana en la que Beijing tuvo los niveles más altos de contaminación del año, y en la que inició la XXI Conferencia sobre el Cambio Climático, COP21, en París.
También dijo que, también para el 2020, reduciría por 180 millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono por parte de sus plantas de carbón.
El anuncio es uno de los más significativos que ha hecho el gobierno de China desde que inició la ronda de negociaciones del COP21. Sin embargo, hay también cierta ambigüedad en la definición de estos "contaminantes ambientales". Un funcionario de la Unión Europea que pidió mantener el anonimato le dijo a Reuters que, en su opinión, esta reducción se refería a los contaminantes del aire, pero no a los gases que generan el efecto invernadero.
China es responsable del 23,75% de la emisión de carbono. El segundo país que más carbono emite en el mundo es Estados Unidos, con 12,10%, según cifras de Naciones Unidas. El carbón representa el 66% de la generación de energía de China.
Se han anunciado transformaciones significativas durante las próximas décadas en el sector energético chino, que pretende pasar de un intenso uso del carbón, al fortalecimiento de otras fuentes de energía, como la nuclear y la hidroeléctrica, y las energías renovables, como la eólica.
En el país hay 23 plantas nucleares operativas y se están construyendo 28 más que estarán en funcionamiento para el 2050, y ocho de ellas antes del 2030. En su primer discurso del 2015 ante el Congreso Nacional del Pueblo, el primer ministro, Li Keqiang, dijo que la capacidad de generación de energía hidroeléctrica aumentaría al doble para el 2020.
Asimismo, el gobierno ha dicho que espera triplicar su capacidad de energía eólica para el 2020, y reducirá la emisión de gases de carbono en sus plantas de carbón, aumentando la eficiencia de los procesos y las plantas. Se espera que la emisión se reduzca 25% en las plantas que reciban readecuaciones tecnológicas.
El gobierno está bajo presión interna para reducir los índices de contaminantes en el aire de sus ciudades, aunque estos no necesariamente son los mismos elementos que componen los gases de efecto invernadero.
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