China es uno de los aliados más importantes de Corea del Norte, pero de comprobarse que el régimen de Pyongyang está detrás del ataque cibernético a Sony Pictures Entertainment, las relaciones podrían verse afectadas.
La entrevista”, la nueva comedia de Seth Rogen y James Franco, en la que unos periodistas son contactados por la CIA para asesinar al líder norcoreano, Kim Jong-un, ha generado revuelo porque la trama fue mal recibida en Pyongyang. Cuando se conocieron los pormenores del proyecto el gobierno norcoreano exigió que la película no fuera exhibida, pues Pyongyang calificó de “terrorismo” el llamado a asesinar a su líder así fuera en la ficción.
A través de la cadena estatal Uriminzokkiri, el gobierno de Kim Jong-un catalogó como una "completa distorsión de la realidad malintencionada” a la producción cinematográfica, y acusó a los gobiernos de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón de estar detrás del “ataque”.
A pesar del evidente malestar norcoreano, el proyecto de Sony Pictures siguió adelante con miras a estrenar la película el 24 de diciembre en las salas del Sunshine Cinema de Nueva York, Estados Unidos, y luego proyectarla en 63 países más. Claro que para este momento Corea del Sur ya estaba fuera de la lista para no deteriorar las frágiles relaciones con su vecino del norte.
Poco tiempo después, un grupo de hackers denominados “Los guardianes de la paz” atacaron los servidores de Sony, productora de la película, presionando para que se cancelara el proyecto. Dicha acción abrió la puerta al debate sobre la libertad de expresión, pues el estreno fue cancelado, y el ataque se le atribuyó a Pyongyang.
“El FBI anunció que los investigadores han encontrado suficiente información para concluir que Corea del Norte es responsable de los ataques”, reportó la agencia estatal china Xinhua.
Adicionalmente, el presidente estadounidense, Barack Obama, aclaró dudas en una entrevista con CNN: “No creo que este ataque sea un acto de guerra, creo que es un acto de vandalismo cibernético que fue muy costoso y nos lo tomamos en serio. Vamos a responder de manera proporcional”.
Aunque Corea del Norte negó las acusaciones e, incluso, invitó al gobierno de Estados Unidos a llevar a cabo una investigación conjunta para esclarecer los hechos, de comprobarse su culpabilidad, se podría ver comprometida su relación con uno de sus aliados más importantes: China. Este daño sería mucho peor que cualquier película.
“China se opone rotundamente a cualquier país o individuo que perpetre ataques cibernéticos o sea el medio para que un tercero los realice”, dijo Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores, refiriéndose a este caso después de una conversación telefónica con su contraparte estadounidense, John Kerry, como reportó Xinhua. La posición de China es clara: sin importar quien los perpetre, no tolerará ataques cibernéticos de ningún tipo.
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[Crédito foto: welivefilm.com]