Un editorial de la agencia oficial Xinhua llama a “abandonar la mentalidad de Guerra Fría” con respecto a los conflictos por espionaje cibernético que ha tenido con Estados Unidos. “Cuando China celebra los 20 años del desarrollo de internet en el país, es irónico que, como la mayor víctima de las amenazas a la seguridad cibernética, ha sufrido las acusaciones infundadas de hackear a otras naciones”, dice el texto.
“Cuando China celebra los 20 años del desarrollo de internet en el país, es irónico que, como la mayor víctima de las amenazas a la seguridad cibernética, ha sufrido las acusaciones infundadas de hackear a otras naciones”, así comienza un editorial de la agencia oficial Xinhua -donde pueden leerse los lineamientos del Partido-publicado ayer.
A principios del año pasada comenzaron los conflictos a partir de un informe presentado por la firma Mendiant. Según el informe, en un edificio de 12 pisos en Shanghai se encuentran los cuarteles centrales de la Unidad 61398 o APT1, perteneciente al ejército chino, considerada como “la organización responsable de dirigir un considerable número de ataques informáticos contra corporaciones americanas”, dice.
“Allí se encuentra uno de los más sofisticados y prolíficos grupos de hackers chinos en términos de cantidad de información robada, estimada en cientos de terabytes”, afirma el informe de Mendiant “el grupo ha robado tecnología de planos, procesos de fabricación, resultados de ensayos clínicos, estrategias de negociación; además de propiedad intelectual de más de veinte industrias, que van desde contratistas militares, plantas químicas, compañías mineras, satélites y empresas de telecomunicaciones”, agrega.
El gobierno en aquel informe rechazó de plano el informe al tiempo que expresaba “la necesidad de protegerse y aumentar sus sistemas de seguridad”. Washington respondió mostrándose preocupado por la situación y diciendo que tomaría las acciones correspondientes en el caso.
A su vez, en abril del año pasado Hong Lei, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, dijo, citando un informe publicado por el Centro Nacional de Emergencia Informática, que “cerca de 73 mil direcciones IP extranjeras estarían vinculadas a ataques a 14 millones de ordenadores en China”. Y no tardó en aclarar, que “el país donde más hackers abundan es Estados Unidos”. Pocos después de que se presentara el informe y cuando las tensiones habían pasado a raíz de una visita de Xin Jinping a Estados Unidos, la diplomacia entre los dos países volvió a compicarse debido al complejo caso Snowden. Edward Snowden -ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de 30 años, y más conocido ahora como el whistleblower- en Hong Kong reveló a la opinión pública uno de los planes más polémicos del gobierno norteamericano, el plan Prism, a través del cual el gobierno estadounidense controla vía Internet a miles de personas dentro y fuera de los Estados Unidos.
El plan Prism, ideado por el antecesor de Obama, George Bush, y ratificado por el actual mandatario, otorga el poder a la CIA para intervenir llamadas telefónicas y correos electrónicos privados, con el fin de atajar amenazas terroristas. Sin embargo, la polémica ha trasgredido este espectro, pues desde la perspectiva del plan, cualquier persona puede ser investigada. El conflicto con China se debió a que Snowden aterrizó en Hong Kong. En aquel entonces el ex agente dijo que se sentía “atraído por la libertad de prensa y garantías que ofrece la isla” , según declaró a The Guardian. "Mi intención es apelar a los tribunales y al pueblo de Hong Kong para decidir mi futuro. No tengo ninguna duda en su justicia y en sus leyes".
También explicó que ha tenido varias oportunidades de salir de Hong Kong, sin embargo decidió quedarse para “luchar contra el gobierno de los EE.UU. en los tribunales, porque confío en su sistema", agregó. Cuando Snowen dejó la isla las aguas se calmaron pero el clima de tensión sobre el tema siempre está cerca. Una prueba de ellos es el editorial publicado ayer. “Dos décadas después de abrir las puertas a internet, China suma 618 millones de internautas, casi dos veces la población actual de Estados Unidos. Sin embargo, el país todavía está lejos de ser una potencia cibernética”, dice el texto. “Las desventajas en el ciberespacio han expuesto las redes gubernamentales, militares y corporativas de China a graves amenazas potenciales de intrusión, espionaje y piratería informática.
Frente a las amenazas a su seguridad cibernética e incluso a su seguridad nacional, China no tiene suficientes contramedidas a su disposición. La única solución es reforzar su fortaleza en internet a través de la promoción de la innovación y el cultivo de los talentos a largo plazo” agrega. El texto dice además que China cumple con las leyes nacionales e internacionales en lo que respecta a la seguridad cibernética, “no obstante, no importa cómo abiertos y transparentes sean los asuntos sobre el ciberespacio de China y cómo el país busca sinceramente la cooperación internacional para luchar contra los crímenes cibernéticos, los países occidentales no planean hacer lo mismo”, aduce el texto.
El editorial continúa pidiendo sinceridad y respeto por parte de las potencias internacionales y sobre todo de Estados Unidos y cierra diciendo que “Si no, internet nunca se convertirá en un "catalizador para la libertad y prosperidad", como desea EEUU”.
El pedido se da en el mismo medio, el mismo día en que se informa que el país ha cancelado 14.455 acreditaciones de prensa el año pasado y a una semana de que cuatro activistas por los derechos humanos presos por protestar en Jiansanjiang denunciaran haber sido torturados.
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