El sueño del presidente chino, Xi Jinping, es tener un equipo capaz de ganar el campeonato mundial de fútbol, y las empresas chinas anhelan participar en el multimillonario negocio del deporte más popular. Una mezcla de intereses que ha revolucionado el balompié a nivel mundial y aunque en China no ha logrado tocar la fibra de su público ya empiezan a soñar con tener una superestrella de talla mundial.
Esta semana el Inter de Milán se convirtió en el más prestigioso club de propiedad de un grupo de inversionistas chinos, quienes pagaron 305 millones de dólares por el 70 por ciento del equipo italiano. La adquisición por parte del conglomerado Suning hace parte de su plan de desarrollar la industria deportiva en China, pero también de hacer que su empresa crezca internacionalmente de la mano de una de las escuadras más laureadas del mundo.
Esa compra se suma a las que ya hicieron otros chinos en el fútbol europeo para controlar al Slavia de Praga, el catalán Espanyol y el inglés Aston Villa. También tienen acciones en el Manchester United, Manchester City, el Atlético de Madrid y pequeñas participaciones en una decena de clubes chicos.
Las inversiones además han llegado por la vía de los patrocinios a equipos como el Barcelona y otros de los grandes, que ahora ven en sus camisetas la publicidad de empresas chinas escritas en mandarín y dirigidas exclusivamente al mercado chino.
Contratos y publicidades que como norma general obligan a los clubes a hacer una pretemporada en China e incluso el español Rayo Vallecano tuvo que fichar al jugador chino Zhang Chengdong como cláusula dentro de las negociaciones acordadas
De otro lado, son ya varias las estrellas internacionales que han apostado por desarrollar sus carreras y bolsillos en la liga china de fútbol.
Todo se ha dado en tan solo un lustro y hace parte de un plan del presidente Xi para que China vuelva a la Copa del Mundo (la última vez fue en 2002), organice por primera vez un mundial y gane el torneo, objetivos con fecha de caducidad que no va más allá del 2050. Un ambicioso plan si se tiene en cuenta que hoy en día el equipo chino es el número 81 en el escalafón de la FIFA.
La estrategia no sólo está enfocada en el exterior. Buena parte de los esfuerzos se están dedicando al interior con la creación de 20.000 escuelas de balompié que se espera produzcan más de 100.000 jugadores en 2017. Además, al currículo escolar en varias escuelas se sumó como materia obligatoria clases de este juego deportivo y en general se trata de crear una “cultura del fútbol” desde la base: los niños.
El gobierno chino tiene como consultor al estadounidense Tom Byer, conocido por ser la persona que impulsó el fútbol en Japón, quien asegura que la única manera de cambiar una cultura deportiva es empezar con los jóvenes. En una entrevista con Vice Sports señaló que China tiene cerca de 100 millones de niños menores de seis años que son la generación con la que se debe trabajar si aspira ser una potencia mundial futbolística a futuro.
“Pero no sólo se trata de entrenadores y técnica, para esto también nos ayuda la televisión”, dijo sobre las negociaciones que se realizan con el canal estatal de educación CETV para crear una caricatura animada que gire en torno al fútbol, así como la japonesa Capitán Tsubasa, conocida en Hispanoamérica como Súper Campeones, creada en 1981 para impulsar este deporte en Japón.
La estrategia funcionó y aunque no desbancó al béisbol como el deporte más popular en el país del sol naciente, si le dio mayor visibilidad, posibilitó mayores negocios y además organizó una Copa del Mundo junto a Corea del Sur en 2002.
Por muchos años la NBA de Estados Unidos invirtió enormes sumas de dinero en su intento de imponer al basquetbol como el deporte más popular en China, pero todos esos esfuerzos se fueron al traste cuando Yao Ming, la superestrella china de la NBA, se retiró y no encontraron un sucesor.
Las cuantiosas inversiones que hacen el gobierno y la empresa privada no darán sus frutos en el equipo nacional de China hasta que haya millones de niños jugando a la pelota sólo por diversión y con el sueño de ser el Messi de China.
[Crédito foto: Reuters] También puedes leer:
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