A los principales portales de noticias en Internet se les prohibió publicar reportajes originales sobre temas políticos delicados y ahora deben acogerse a las historias que tienen como fuente a agencias o medios controlados por el gobierno chino.
Esta decisión, sumada a la condena a prisión contra algunos periodistas y libreros por producir contenido sensible, hace parte de algunos de los más recientes ejemplos de lo que algunos expertos ven como el último paso del presidente de China, Xi Jinping, para tener un periodismo chino controlado y erradicar el “efecto vil” sobre la sociedad de algunos reportajes independientes.
Algunos analistas aseguran que Xi en su tercer año como presidente está buscando fortalecer su cercanía con los medios estatales de producción de noticias y de paso ejercer un mayor control sobre la televisión oficial CCTV, la agencia oficial Xinhua y el principal periódico, El Diario del Pueblo.
El experto en periodismo chino de la Universidad de Hong Kong David Bandurski aseguró a The Guardian que el mensaje que envía el presidente chino, tanto dentro como fuera del país, es claro cuando les dice a los periodistas de los medios estatales “ustedes trabajan para el Partido Comunista, la agenda del Partido es suprema y todos deben caer en la línea”.
En ese orden de ideas, la Administración del Ciberespacio de China (CAC) criticó en “los términos más enérgicos” los sitios noticiosos Sina, Sohu, Netease y Phoenix, y les ordenó eliminar los reportajes con contenido original debido a que estos han causado “enormes efectos negativos sobre la sociedad”.
Ese periodismo independiente había “violado de manera grave las regulaciones y tuvo un efecto totalmente vil”, dijo recientemente la CAC, según el diario oficialista Global Times, el cual también aseguró que a los portales online de noticias se les permite publicar historias sobre “problemas sociales y políticos” solo si estos son proveídos por las agencias de noticias controladas por el gobierno.
La aplicación de la ley contra estos sitios web será “fortalecida”, advirtió la CAC.
Esta medida fue interpretada como el último paso del Partido Comunista de China para traer de vuelta a los medios de comunicación que se han salido de la línea del gobierno y publican historias originales que no cuentan con el aval del partido gobernante.
Esta decisión fue tomada poco más de cinco meses después de que el presidente Xi hiciera una gira de alto perfil en todos los medios de comunicación estatales en Beijing, exigiendo una “lealtad absoluta” de sus periodistas y dándoles instrucciones sobre cómo servir como “difusores de las políticas y propuestas del Partido Comunista”.
El gobierno chino controla los medios de comunicación que han sido usados como herramienta de propaganda desde la famosa frase de Mao: “La revolución se basa en las plumas y en las armas”.
Qiao Mu, profesor de periodismo de la Universidad de Idiomas Extranjeros de Beijing, dijo a The Guardian que la publicación de contenido original sobre temas sensibles había sido prohibida desde hace mucho tiempo para los portales en línea, pero la aplicación de dichas normas había sido irregular.
Asimismo, señaló que la decisión de aplicar con más fuerza las prohibiciones para contenidos sensibles se produjo solo pocas semanas después de que el jefe del organismo regulador de internet en China, Lu Wei, se retiró de forma inesperada de su cargo. Él fue reemplazado por uno de sus subalternos, Xu Lin, quien trabajó cerca al presidente Xi cuando era el jefe del Partido Comunista en Shanghái, hace casi una década.
“El nuevo jefe asumió el cargo y tiene que hacer algo nuevo”, aseguró el profesor de periodismo.
Qiao también cree que las recientes noticias en China, incluyendo las mortíferas inundaciones y el fallo en la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya en contra de los intereses de Beijing en el Mar Meridional de China, puedan poner nervioso al gobierno de que se pierda el control de la narrativa en los medios.
“Este no ha sido un verano tranquilo (…) a las autoridades les preocupa que este tipo de reportes puedan tener un efecto en la estabilidad social”, agregó.
Por otra parte, Wen Tao, un periodista chino que ha trabajado en los servicios informativos que fueron cerrados, dijo que es muy difícil controlar completamente la producción de noticias. “El flujo de información no puede ser detenido, es como una inundación”, indicó a The Guardian.
El profesor Qiao añadió que a futuro es de esperarse que el Partido Comunista haga nuevos esfuerzos en su lucha para controlar los medios. “Esto es solo el comienzo. Habrá mucho más por venir”, pronosticó.
[Crédito foto: CCTV] También puedes leer:
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