El ministro de Comercio chino, Gao Hucheng, dijo que las recientes tarifas impuestas sobre sus barras de acero eran “injustificables”, mientras que la Unión Europea acusa a Pekín de no cumplir con su reducción de la oferta y de vender bajo el precio de mercado. Aumentan las tensiones a un mes del encuentro del G-20 y mientras el acero llega a su precio más bajo en 10 años.
China organizará por primera vez en septiembre el encuentro anual de los jefes de estado del G-20 en Hangzhou. Hace dos semanas, los ministros de finanzas de los países miembros adelantaron algunas conversaciones en un encuentro preliminar, en el que se discutió sobre los efectos del brexit en la economía mundial, los pasos para promover el libre comercio y los peligros de una “guerra comercial”, entre otras cuestiones.
Pero lejos de allanar el camino para la reunión de septiembre, las tensiones económicas entre los diferentes países parecen seguir en alza y Pekín criticó el viernes las tarifas que la Unión Europea (UE) pondrá sobre el acero chino como “injustificables”.
La reacción proviene de las acusaciones de dumping, es decir la venta de un producto por debajo de los valores de mercado, que Europa hizo el viernes a China y que estuvo basado en las quejas de la Asociación Europea del Acero (Eurofer). En consecuencia, la región impuso tarifas especiales para ciertas barras de acero chino.
China es el mayor productor y consumidor de acero del mundo, pero el enfriamiento del boom de la construcción en el país generó una oferta excesiva del commodity, que ya se encuentra en su precio más bajo en 10 años.
De hecho, en los recientes comunicados que el G-20, el grupo de las veinte principales economías industrializadas y emergentes, publicó este año se habló de un compromiso de bajar la producción para frenar una crisis en el sector que ya forzó al cierre de fábricas en occidente y en oriente.
En este contexto, los europeos acusan a China de subsidiar a sus productores e inundar los mercados con un producto barato. Pekín rechaza esta acusación y promete que está intentando bajar la oferta, pero también concede que estos planes tienen una fuerte resistencia política debido al tamaño e importancia del sector del acero en el país, que produce la mitad de lo que el mundo utiliza. Especialmente los gobiernos locales y empresas estatales de menor tamaño se han mantenido más reacias a realizar recortes debido a la crisis de empleo que podría generar.
En esta línea, el viceministro de Industria, Feng Fei, señaló la semana pasada que en lo que va de 2016 se redujo la capacidad productiva en 13 millones de toneladas de acero, apenas un tercio de lo programado para el año.
El gobierno chino busca, precisamente, reducir la cantidad de pequeños productores y para eso intenta concentrar la producción de acero en dos empresas gigantes. “Esto ayudaría a eliminar el exceso de oferta”, dijo la analista Helen Lau, citada por Bloomberg. “También mejorará su competitividad y dejará poco lugar para empresas más pequeñas y menos competitivas”, agregó.
Por su parte, el Ministerio de Comercio de la República Popular China, que dirige el empresario Gao Hucheng, lamentó en consecuencia las recientes medidas proteccionistas de la UE y pidió a Bruselas que “mantenga sus compromisos y evite enviar las señales erróneas al mundo”, según consigna la agencia Associated Press.
China es el segundo socio comercial de la UE y desde hace un tiempo está buscando ampliar sus relaciones comerciales. Pero a esta situación se suma también el reciente problema del brexit, ya que la salida de Gran Bretaña de la Unión, uno de los mayores productores de acero de Europa junto a Alemania, puede tener un efecto en las negociaciones en bloque y las tensiones económicas entre este y oeste.
[Crédito foto: AFP]
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