Especial #RevCult50: ¿Qué fue la Revolución Cultural?

In by Andrea Pira

El 16 de mayo de 1966 comenzó la Revolución Cultural en China. Hoy, 50 años después de su inicio, ofrecemos un especial que recuerda sucesos y personajes de la época, y presentamos análisis sobre uno de los movimientos más controversiales en la historia del país.
En los años 60, la idolatría a Mao Zedong estaba en la cúspide. El líder era para gran parte de la población un dios venerado que había rescatado a China de la violencia y las invasiones que atacaron al país durante mucho tiempo. Valiéndose de su poder autoritario, emprendió una campaña violenta para perseguir, denunciar y destruir todo lo que tuviera relación con la cultura milenaria y tradicional. La cultura, el arte y las costumbres tuvieron una esencia de peligro para la causa revolucionaria.

Para muchos, la Revolución Cultural es un periodo de la China moderna considerado sin lógica ni razón.

El líder comunista de China, Mao Zedong, queriendo reafirmar su autoridad sobre el Partido Popular de China despues del fracaso del "Gran Salto Adelante" de la época 1958-62, y creyendo que los líderes comunistas guiaban al país en la dirección equivocada, inició una cacería a todas las obras que tuvieran un tinte occidental y que ‘amenazaran’ a su mandato. Su objetivo principal fue purgar a la sociedad de los elementos ‘impuros’ que atacaran los ideales de la causa, pues solo así reviviría el espíritu revolucionario que había salvado a China de tantos años de invasión y violencia.

“El pensamiento, la cultura y las costumbres que llevaron a China al sitio en el cual la encontramos, deben desaparecer, y el pensamiento, las costumbres y la cultura de una China proletaria, que aún no existe, deben aparecer”. Estas fueron las palabras del padre fundador de la China moderna en una entrevista. Poco a poco se tradujeron en un terrorismo revolucionario, en una violencia y persecución a todo lo que pudiera significar diferencia. El movimiento afirmaba: "Los que no están conmigo están en contra mía".

El 18 de agosto de 1966 es la fecha en que empezó la Revolución Cultural. La mano derecha de Mao Zedong, Lin Biao, en medio de la Plaza de Tiananmen impulsó el movimiento. Apoyado en la Guardia Roja, un grupo de militantes en su mayoría adolescentes y jóvenes fanatizados por los ideales comunistas, decidió poner fin a las cuatro antigüedades: las costumbres, ideas, hábitos y cultura.

Así bien, la Guardia Roja emprendió su campaña en cada casa de la población china y empezó a destrozar cada objeto, sin importar cuál, que evocara a la China tradicional. Antigüedades, pinturas, libros, obras caligráficas que contuvieran huellas de un pasado fueron destrozados, los libros fueron quedamos en hogueras.

Pero como el camino al infierno está lleno de buenas intenciones, la intención del líder de China de salvaguardar al país de ideales capitalistas, llegó al punto de transformar al país en una sociedad sujeta al miedo y la incertidumbre.

Los museos, palacios, sepulcros y templos fueron saqueados y atacados, y alrededor de 1,5 millones de personas murieron durante la Revolución, dentro de ellos varios escritores que se suicidaron luego de haber sido sometidos a penosas torturas, humillaciones y al ver cómo sus obras eran reducidas a nada. Muchos otros fueron enviados a prisión. La relativa expresión que existía antes de este periodo quedó anulada, y lo más grave del asunto fue el efecto a largo plazo del impacto de querer erradicar la cultura milenaria.

Los ataques se lanzaron contra las autoridades académicas burguesas. Para el líder estos fueron acusados de haberse infiltrado en el Partido con el fin de restaurar el capitalismo.

Quizás la base de los regímenes totalitarios como el nazismo, fascismo, la Unión Soviética y el comunismo, fue justamente el control total no solo de la economía o de la política sino de la vida misma de los ciudadanos y su cotidianidad. Esa fue la esencia de la Revolución Cultural, sumergir a la población en silencio y miedo.

Los efectos a corto plazo de la Revolución Cultural se vieron reflejados en la pérdida de objetos tradiciónales en las principales ciudades de China, sin embargo, este episodio tuvo un impacto drástico en todo el país que continuó en las próximas décadas. No solo muchos chinos perdieron la fe en su gobierno por completo, sino el legado de una cultura milenaria quedó enterrado bajo los ideales de la Revolución.

Las últimas generaciones de jóvenes chinos saben muy poco sobre la época de la Revolucion Cultural. Los libros de historia dan una descripción muy general de los acontecimientos, pero el tema sigue siendo una tabú para la sociedad china. Muchos libros, piezas de arte y telenovelas hacen referencia el periodo caótico, notablemente la telenovela pionera Kewang (Deseos Sedientos) en los años 90, pero críticas directas hacia Mao Zedong o el PCCh siguen siendo consideradas inaceptables por las autoridades chinas.

[Crédito foto: pablopando.com]